Capítulo 50 (Final)

905 92 71
                                    

POV de Tsukishima

Veo rojo.

No es por la chaqueta de Kuroo, sino por la rabia que me consume al verlo besar a Himari.

No pienso, solo actúo.

Me acerco a ambos lo más rápido que puedo, los separo y, sin contenerme, golpeo a Kuroo con toda la fuerza que tengo.

La conmoción es inmediata; todos, tanto de Nekoma como de Karasuno, se giran para ver lo que está ocurriendo.

No me importa.

No me importa que estén todos mirando.

Solo veo a Kuroo y a la espalda de Himari.

Ella me agarra del brazo con fuerza, arrastrándome fuera del lugar.

A regañadientes, la sigo, aún con la sangre hirviendo en mis venas. Me lleva a un callejón apartado, lejos de la mirada de los demás y del restaurante.

—¿Qué mierda fue eso?— Himari me enfrenta, furiosa.

Cómo me excita verla enojada, pero las imágenes de hace unos minutos no me dejan pensar con claridad.

—¿Por qué te besabas con Kuroo? — Pregunto, mi voz áspera, cargada de celos y rabia.

—¿Por qué tengo que darte explicaciones? — Se cruza de brazos, desafiante, y eso solo me enfurece más.

Trato de responder, de encontrar las palabras, pero como siempre, se me hace difícil decir lo que realmente siento, especialmente con Himari.

En vez de hablar, hago lo que siempre hago: intento besarla. Pero por primera vez, ella se aleja de mi toque.

Siento que todo mi cuerpo se tensa.

—No, Tsukishima —dice con firmeza, aunque su voz suena agotada—. Déjame saber qué piensas. Ya no quiero que sigas evitando hablar besándome, me cansé de intentar adivinar lo que sientes.

Ella toma distancia, y por un momento, el miedo me invade.

—Himari... eres insoportable— le digo, intentando ocultar mi vulnerabilidad detrás de mi sarcasmo.

—Si no me dices lo que piensas, te juro que volveré a ignorarte como antes—responde seria, y mis ojos se abren de par en par, incrédulos.

—¿Es en serio?— Pregunto, la desesperación filtrándose en mi voz.

—Sí — responde, y puedo ver que no está jugando.

Ella espera, me da unos segundos, pero mi mente es un caos.

¿Cómo empiezo a explicar lo que siento? ¿Qué me vuelve loco la manera en que me responde? ¿Que me encanta molestarla solo para que me preste atención? ¿Que no puedo sacarme de la cabeza lo bien que se siente besarla? ¿Que su risa, su toque, su sonrisa, todo de ella, me  enloquece?

Veo cómo Himari suspira, dándose la vuelta para irse.

No puedo dejarla ir, no esta vez.

Tomo su mano con suavidad, un gesto casi desesperado.

—Me vuelves loco, Himari— digo al fin, y ella se detiene, volviendo su mirada hacia mí.

—Entiendo que me deseas— dice, con una mezcla de aceptación y tristeza en sus ojos.

—¿Crees que es solo deseo? ¿Crees que golpeé a Kuroo, quien me ha ayudado a mejorar mis bloqueos, solo porque te deseo? — Pregunto, mi voz más suave, pero cargada de intensidad.

Descongelándote - Tsukishima Kei x OC +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora