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Me levanto con el estruendo de un rayo, asustada me siento en la cama. Froto mi rostro  con ambas manos y una vez aclarada mi vista, agarro mi teléfono para preguntarle a Marian si va a ir a cursar con el clima así. Texteo rápido la pregunta y me levanto para ir al baño sabiendo que lo mas probable es que mi amiga me conteste dentro de un rato ya que aún no era la hora en la que comunmente se despierta.

Decido darme una rápida ducha y solo me pongo una bata al salir. Vuelvo a revisar el telefono y veo que Marian me a contestado afirmando su asistencia y diciendo que pasaria en su auto por mí. Le agradezco y comienzo a alistarme.

Me pongo una falda ajustada no muy corta de color negro y una blusa con botones que se ata con un liston en el cuello. Unos zapatos cómodos pero bonitos y un maquillaje sencillo terminan de completar mi outfit.

Al rato suena la bocina del auto de Marian y gracias a Dios justo habia parado de llover hace unos minutos, por lo que rapidamente subo al carro y vamos camino a la universidad.

Debo admitir que hoy no me levanté con el mejor de los humores, aunque ver a la profesora en ese vestido lila me está levantando bastante el animo.

Ella escribe algo en la pizarra, pero sinceramente soy incapaz de prestar atención mientras escaneo con al mirada su cuerpo. Es delgada, sin curvas pronunciadas, su vestimenta es totalmente formal y cuidada. Tiene un aire de elegancia en cada uno de sus movimientos y quedo ipnotizada cada vez que se da vuelta para explicarnos algo por encima del marco de sus gafas.

Tengo que tragar saliva con fuerza, esto de estar ovulando no me ayuda de mucho y ruego que la clase termine rápidamente.

Puedo notar como la mirada de la profesora se enfoca en mi mientras anotamos lo que a escrito en el pizarron, le mantengo la mirada pero está vez no con osadía, sino con un deje de incomodidad y quizás verguenza.

¿Como le explicarias a tu profesora que te sientes como la mierda porque la noche anterior soñaste que te dejaba al borde del orgasmo siendo interrumpida por un puto rayo?

Ella parece notar que algo no va bien conmigo pero claramente lo ignora y sigue con la clase.

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Ya es hora de la salida y no puedo estar más agradecida, aunque rapidamente cambio de opinion al notar que nuevamente se larga a llover con incluso mas fuerza que antes.

Marian a salido una hora antes porque su madre la llamó pidiendole que retire a su hermano pequeño de la primaria porque ella tuvo que salir de emergencia de la ciudad por temas de su trabajo. Así que ahora estoy sin manera de regresar a mi hogar.

Veo como todos ya se comienzan a ir y largo algunas maldiciones pensando en que lo mas probable es que la lluvia dure un par de horas más.

— Vaya vocabulario señorita Stone, ¿Le parece adecuado maldecir de esa manera?

Rápidamente giro sobre mis pies quedando frente a la mujer que lleva abrumando mis pensamientos todo el día.

— Lo lamento profesora, creí que ya todos se habían marchado—. Digo sonrojada al ser regañada.

Venable solo chasquea su lengua y observa la torrencial tormenta.

—¿No viene su amiga a buscarla?— pregunta regresando su vista a mi.

— No, tuvo una urgencia familiar. Llamaré a un taxi—. Digo sacando mi teléfono.

Rápidamente siento como me lo arrebatan de las manos y observo sorprendida a la mujer frente a mi.

—¿Disculpe?

—Te llevo yo, de todas formas vivimos cerca—. Dice sin darme tiempo de responder, comenzando a avanzar con mi teléfono en mano hacia el que supongo, es su auto.

La sigo sin decir nada y me siento de copiloto, recién una vez ambas dentro, me devuelve mi celular.

—¿Podría considerarlo un secuestro?—. Bromeo observandola con una sonrisa burlona

Ella no responde y comienza a manejar. El camino es silencioso y aburrido, por lo que una idea cruza por mi cabeza y sonrío para mí misma.

Me estiro entre ambos asientos intentando agarrar mi bolso que rato antes dejé en el asiento trasero y fingir que guardo mi teléfono. Al sentarme, disimuladamente levanto un poco mi falda y me hago la desentendida mirando por la ventana. Puedo sentir su mirada quemándome las piernas, pero solo finjo demencia.

Un par de cuadras antes de llegar, giro la cabeza en su dirección y la pillo observándome. Le sonrío divertida y muerdo mi labio logeramente. Rapidamente quita la mirada y noto como aumenta la velocidad llegando antes de lo previsto a mi casa.

Me estiro nuevamente para tomar mi bolso

— Gracias profe—. Digo sonriendole bajando rapidamente para no mojarme con la lluvia.




Sunshine || Wilhemina VenableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora