✘No Romance✘ [Fang X Edgar]

succubus..? (Parte 2.)

Aviso: ¡Hola! Para empezar, recordé que tenía una historia, Jaja.
Suena estúpido, pero, pasó mucho tiempo, ¿No?
Domingo 8 de septiembre por la noche, caí en cuentas que les debía una segunda parte.
Gracias por el apoyo que tuve mientras descansaba, estuve algo ocupado y algo aturdido mentalmente, aún así, ¡Les traigo nueva parte! Estoy tratando de hacer algo largo y convencedor, aún así, gracias a ustedes por su apoyo, y si no les convence la historia, puedo iniciar otra.
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El pelimorado se encontraba concentrado en la pócima que sostenía en sus manos. Había mezclado sus ingredientes, ingredientes que había transcrito anteriormente del libro.
Aún así, no había funcionado. Siguió correctamente sus pasos, suspirando con pesadez al no entender que hizo mal.

– “Que tonto soy..”

Murmuró, levantándose del suelo, aunque en cuanto lo hizo, dejó caer el frasco de cristal en el cual estaba la pócima preparada.
Maldijo por sus adentros, arrodillándose para poder limpiar, accidentalmente haciéndose un pequeño corte en su dedo al cual no presto atención. Junto los cristales rotos, tirandolos a la basura y luego limpiando el resto de miel y otros ingredientes del suelo.

Solo se propuso dormir y descansar en resto de la noche. Se estaba dando un baño, cuando escuchó un ruido extraño provenir de la zona de su habitación. ¿Ladrones? Fue lo primero que pensó. Caminó en dirección a su cuarto, envuelto en una toalla, algo tenso por imaginar en la existencia de un intruso en su casa.

Le pareció extraño cuando no encontró nada, excepción de una rosa en su cama.

– “¿Que es esto?”

Murmuró mientras sostenía la flor, antes de sentir un resoplido en su nuca que lo estremeció totalmente, erizando cada uno de los bellos de su cuerpo.

–  “¡MIERDA!”

Gritó asustado, sintiendo un nudo en la garganta de inmediato al ver incrédulo aquella criatura parada detrás suyo, tenía una sonrisa de arrogancia y diversión por su reacción.

– “¿Que pasa, bonito? ¿Algo te asustó?

Preguntó sarcástica la criatura, riendo en una suave carcajada.

– “Owww, estás aterrado, ¿No hace menos de una hora me llamaste, dulzura?”

La criatura movía su cola de un lado a otro, sus alas pequeñas, situadas en la parte baja de su cintura aleteaban con cierta emoción ante su primer humano.

– “¿Que mierda eres?”

Habló rápidamente el asiático, dando un paso brusco hacia atrás.

– “Lo que invitaste hace rato, querido. Un incubo.”

– “¿Uh incubo?..”

Murmuró atónito, ¿Había funcionado el libro raro de esa loca?