amor en la sombra de la enfermedad

En el abismo del dolor

Moa se toma las pastillas de un bocado, sin pensarlo dos veces, sin importarle las consecuencias. Se siente como si estuviera en un abismo sin fondo, sin esperanza de escapar. El dolor y la desesperación la han consumido por completo.

Cae al suelo, inconsciente, sin fuerzas para luchar. Su cuerpo se debilita, su respiración se vuelve superficial. Se siente como si estuviera flotando en un mar de oscuridad, sin rumbo ni dirección.

Suzuka encuentra a Moa en el suelo, fría y pálida. La abraza, intentando transmitirle su calor y su amor, pero Moa no responde. Se siente como si hubiera perdido a su amiga, como si Moa se hubiera ido para siempre.

Suzuka llama a emergencias, desesperada, intentando salvar a Moa. Pero es demasiado tarde. Moa ha tomado demasiadas pastillas, y su cuerpo no puede recuperarse.

En el hospital, los médicos luchan por salvar a Moa, pero es en vano. Su corazón se detiene, y su cuerpo se queda quieto. Suzuka se siente como si hubiera perdido una parte de sí misma, como si el mundo se hubiera detenido.

La habitación se queda en silencio, solo se escucha el sonido de la máquina que monitorea el corazón de Moa, que ahora está en silencio. Suzuka se siente como si estuviera en un sueño, como si todo esto fuera una pesadilla que no puede despertar.

Moa se fue, y Suzuka se queda sola, con el dolor y la tristeza de haber perdido a su amiga. Se siente como si hubiera perdido su razón de vivir, como si nada tuviera sentido sin Moa.

Suzuka se queda en el hospital, llorando y gritando, sin poder aceptar la realidad. Los médicos y las enfermeras intentan consolarla, pero nada puede calmar su dolor.

Finalmente, Suzuka se levanta, con los ojos secos y el corazón roto. Se dirige a la morgue, donde está el cuerpo de Moa. Se siente como si estuviera caminando en un sueño, como si nada fuera real.

Ve el cuerpo de Moa, frío y quieto. Se siente como si hubiera perdido todo, como si el mundo se hubiera acabado. Se inclina sobre el cuerpo de Moa, y la abraza, llorando y gritando, sin poder aceptar que su amiga se haya ido para siempre, Suzuka se siente abrumada por el dolor y la tristeza, y de repente comienza a tener dificultades para respirar. Se siente como si un peso enorme estuviera presionando su pecho, impidiéndole tomar aire.

Los médicos y las enfermeras se dan cuenta de su estado y rápidamente la atienden. Le ponen una mascarilla de oxígeno y la conectan a un monitor para controlar su ritmo cardíaco y su respiración.

Pero Suzuka sigue sintiéndose mal, como si estuviera ahogándose en su propio dolor. Los médicos deciden sedarla para ayudarla a relajarse y recuperar su respiración normal.

Mientras Suzuka se duerme, siente una presencia a su lado. Abre los ojos y ve a Moa sonriendo y mirándola con amor.

"Todo estará bien, Suzuka", dice Moa suavemente. "No te preocupes por mí, estoy en un lugar mejor. Tú sigue adelante, sigue viviendo y ama a los que te rodean".

Suzuka se siente confundida, pero al mismo tiempo se siente en paz. Ve a Moa sonriendo y se siente como si todo estuviera bien.

"Moa, no te vayas", dice Suzuka débilmente.

"No me voy, Suzuka", responde Moa. "Estoy aquí contigo, siempre. Y recuerda, todo estará bien".

Y con eso, Moa desaparece, dejando a Suzuka dormida y en paz.