Recuerdos del pasado

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Dos años después..

La fiesta de cumpleaños de Mizuyi estaba en pleno apogeo. Momoko y Suzuka habían preparado todo con cuidado, desde los globos hasta el pastel.

De repente, la música cambió y sonó la canción favorita de Moa, la persona la cual Suzuka no pudo salvar.

Suzuka se congeló, su sonrisa se desvaneció y su mirada se perdió en el vacío.

Momoko, preocupada, se acercó a ella.

-Suzu, ¿estás bien?-, preguntó.

Suzuka no respondió. Se limitó a mirar fijamente hacia adelante, con lágrimas en los ojos.

Mizuyi, confundida, se acercó a Suzuka.

-Mami, ¿qué pasa?-, preguntó.

Suzuka se recuperó ligeramente y sonrió débilmente.

-Nada, pequeña. Solo un recuerdo-, dijo.

Pero era claro que no era solo un recuerdo. La canción había despertado emociones profundas en Suzuka.

Momoko, sensible a la situación, cambió la música y trató de distraer a Suzuka.

Sin embargo, la atmósfera había cambiado. Suzuka se retiró a un rincón, sumida en sus pensamientos.

La fiesta continuó, pero la alegría se había apagado.



Suzuka se derrumbó en el sofá, sollozando desconsoladamente. La canción favorita de Moa había despertado recuerdos dolorosos.

Momoko se sentó junto a ella, abrazándola con fuerza.

-Suzu, lo siento mucho-, susurró.

Suzuka no podía hablar. Su llanto era incontrolable, como si hubiera liberado una presa de emociones reprimidas.

Mizuyi, confundida y asustada, se acercó a Suzuka.

-Mami, ¿qué pasa?-, preguntó, llorando.

Momoko la tomó en brazos.

-Mami está triste porque recordó a alguien que quería mucho-, explicó.

Suzuka se levantó y se dirigió a su habitación, cerrando la puerta detrás de ella.

Momoko la siguió, sentándose junto a la puerta.

-Suzu, estoy aquí para ti-, dijo suavemente.

La noche pasó en silencio, con Suzuka llorando y Momoko esperando pacientemente.

Al día siguiente, Suzuka emergió de su habitación, con ojos hinchados y una sonrisa débil.

-Lo siento-, dijo, abrazando a Momoko.

-No hay nada que de que disculparte-, respondió Momoko.


Suzuka se encerró en su habitación, sumida en su dolor. Días se convirtieron en semanas.

Momoko cuidaba a Mizuyi, pero su preocupación por Suzuka crecía.

-¿Mami Su, está bien?-, preguntaba Mizuyi.

-Sí, pequeña. Solo necesita un tiempo-, respondía Momoko.

Pero Momoko empezaba a sentirse abrumada. El cuidado de Mizuyi y la ausencia de Suzuka la agotaban.

En el trabajo, Suzuka se sumergió en su labor, evitando pensar en Moa. Sin embargo, su estrés laboral aumentaba.

-¿Estás bien, Nakamoto?-, preguntaba su jefa.

-Sí, solo estoy cansada-, respondía Suzuka.

Pero su jefa notaba la diferencia. Suzuka no era la misma persona.

Una noche, Momoko se sentó en la cama, mirando la puerta cerrada de Suzuka.

-¿Cómo puedo ayudarte, Suzu?-, susurró.

Mizuyi dormía a su lado, inocente de la tensión que rodeaba a su familia.

Suzuka no respondió, Momoko se retiró del cuarto y al instante Suzuka susurró -No lo sé..-



Días se convirtieron en semanas, y Momoko se sentía cada vez más sola. Suzuka seguía encerrada en su habitación, y su relación se había enfriado.

Momoko cuidaba a Mizuyi, pero su corazón estaba roto. Quería ayudar a Suzuka, pero no sabía cómo.

Una noche, mientras Mizuyi dormía, Momoko se sentó en el sofá, llorando en silencio.

-¿Por qué no puedo ayudarte, Suzu?-, susurró.

De repente, escuchó un ruido detrás de ella. Era Suzuka, de pie en la puerta de su habitación.

-Momoko-, dijo Suzuka, con voz débil.

-¿Suzu?-, respondió Momoko, levantándose.

Suzuka se acercó a Momoko, y por primera vez en semanas, la miró a los ojos.

-Lo siento-, dijo Suzuka.

-¿Qué sientes?-, preguntó Momoko.

-Dejarte sola-, respondió Suzuka.

Momoko abrazó a Suzuka, y por un momento, todo pareció volver a la normalidad.

-No importa, con que tú estés bien, estoy bien-, dijo Momoko.

-Estoy aquí para ti-
Agrego Momoko.

amor en la sombra de la enfermedad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora