Capítulo 1: El inicio

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Iba de camino a casa después de la escuela, el típico camino, los mismos arboles, las mismas personas, lo único diferente es que había cambiado a cierta canción en mi iPod que no conocía, debe de haberse agregado cuando la conecté al computador de la escuela, para ser honesta tenía buen ritmo. -¡Lucía!- escuché una voz femenina detrás de mi, -¡Lucía!- volvió a gritar y fue cuando me di cuenta que era Ana, mi mejor amiga que su casa quedaba a un par de casas de la mía por lo tanto caminábamos juntas todas las mañanas rumbo a la escuela. -¡Ana!- le dije -Pensé que hoy saldrías hasta tarde.-, -No, la verdad es que mi maestra de física enfermó y como era la última clase nos dejaron salir un poco más temprano- Ana era de las chicas más hermosas de la escuela, rubia y delgada, se la pasaba de fiesta en fiesta y cada sábado por la mañana me contaba sobre un chico diferente que había conocido la noche anterior, pero al final de cuentas era mi mejor amiga desde pequeñas y la escuchaba todo el tiempo.-Oye,Lucía, el viernes tengo una fiesta pero es de los chicos de último año, por lo tanto mis padres no me van a dejar ir sola, ¿te gustaría ir conmigo?, sé que sólo así podría conseguir el permiso pues mis padres te conocen muy bien- Okey okey, esto era demasiado raro pues ella nunca me invitaba a sus fiesta y aparte no me gusta salir a fiestas -Depende¿Qué consigo yo a cambio?- Ana estuvo pensando por dos segundos hasta que volvió a abrir la boca -Muy bien, puedo conseguir que obtengas mejor calificación con tu profesor de matemáticas- Otra cosa que tenía Ana era su reputación con los profesores, pero para ser honesta su respuesta me beneficiaba demasiado -De acuerdo, te acompañaré el viernes- Ana dibujó una hermosa sonrisa de felicidad en su rostro.

Al llegar a casa me encontré con mis padres y mi hermana menor sentados a la mesa y mi madre no tenía una linda cara cuando me vio entrar. -Lucía, tu plato está servido- dijo mi madre en tono seco -Gracias- le respondí mientras me sentaba en la mesa. -Llamaron hoy de la escuela, Lucía- volvió a decir mi madre -dijeron que otra vez no has entregado tareas de matemáticas y estás en riesgo de tener una mala calificación en tu boleta- olvidaba que en esa escuela por todo llamaban a tus padres, mi papá y mi hermana no dijeron nada, afortunadamente, pero mi mamá continuó con su sermon de todos los días que había problemas, decidí no escucharlo porque ya me lo sabía, a mi edad ella tenía el primer lugar en el cuadro de honor de la preparatoria, tenía una beca, limpiaba la casa de su mamá, cuidaba a sus hermanos, cuidaba a los niños de la vecina, lavaba los coches, y por poco le faltaba decir que volaba, esa última idea me hizo soltar una risa traviesa -¿de qué te ríes, Lucía?¿te parece gracioso que me llamen de tu escuela? Deberían de llamarme para felicitarme de tener tan buena hija, que es tan responsable, debería darte vergüenza- Bien,supongo que ahí terminó la discusión.

Terminé de comer y subí a mi habitación, de mala gana por el sermón de mi madre, me eché en la cama y saqué mi celular, revisé las llamadas perdidas que tenía y la mayoría eran de mi amigo Chris, quien era un año mayor que yo y era del mismo estilo de Ana, le encantaba estar de fiesta, decidí devolverle la llamada y contestó al instante

-¡Lucy! Mi tierna amiga, Lucy- dijo la voz masculina al otro lado del teléfono

-¿Qué pasa, Chris? ¿Cuál es la emergencia?-

-Me estaba preguntando si ibas a ir a la fiesta del viernes de los de último año-

-Sí, voy a ir, iré como acompañante de Ana

-Perfecto, entonces pasaré por ti también porque Ana y yo quedamos en que yo la iba a llevar-

- De acuerdo- Maldita Ana, nunca me dice nada completo

-Te veo mañana en la escuela, te quiero-

-Yo también te quiero, Chris- en cuanto dije su nombre terminó la llamada, era mi mejor amigo por lo que no había ningún problema si pasaba por mi.

Nunca es demasiado tardeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora