*Narra Lucía*
No lo podía creer Marcus me estaba besando, no me podía quedar congelada, necesitaba reaccionar por lo tanto le correspondí el beso, esto era como un sueño pero él se había quitado el cinturón para poder besarme, admito que me tomó desprevenida pero vaya que este chico besa bien.
No sé cuanto pasó de ese beso, sentí como que hubiera sido eterno, pero al parecer fueron segundos mientras el semáforo cambiaba a verde y escuchábamos al coche de atrás tocarnos el claxon y nos empezamos a reír.
-¡oye! deja de tocar el claxon que estoy besando a la chica de mis sueños- gritó Marcus por la ventana y sentí como mis mejillas se tornaban a color rojo. Marcus volteó a verme y no supe que decir, simplemente intercambiamos sonrisas.
-¡Vaya! creo que ha sido el mejor beso de mi vida- dijo viendo hacia el camino.
-debo admitir que también ha sido el mejor beso de mi vida- y volví a sentir mis mejillas rojas -entonces¿soy la chica de tus sueños?- sentí que me miraba mientras yo jugaba con mis dedos en mi regazo.
-así es Lucy, eres la chica de mis sueños- tomó mi mano y entrelazó sus dedos con los míos, era tan perfecto, de verdad quería a este hombre, era tan lindo. -Y nada del mundo hará que me separe de ti- y otra vez mis mejillas estaban rojas. -te ves tan linda cuando te sonrojas- ¿cómo lograba que me pusiera así con solo decir algo? no es justo.
No tardamos mucho en llegar a mi casa puesto que no estaba tan lejos, Marcus se bajó para abrirme la puerta y sacar mi mochila de la parte trasera del coche.
-gracias por traerme, Marcus-
-ha sido todo un placer, Lucy- cuando terminó de hablar escuché que la puerta de mi casa se había abierto y para mi bella suerte era mi papá.
-Marcus, que bueno volver a verte- se dieron un apretón de manos.
-Buenas tardes, señor, yo solo traía a Lucy de regreso a casa-
-Muchas gracias, Marcus, ¿no gustas quedarte a comer?- que Marcus diga que no, que Marcus diga que no.
-Muchas gracias, señor, espero no sea ninguna molestia-
-Claro que no, Marcus, eres bienvenido en esta casa y puedes venir cuando quieras...- ¿acaso a mi papá le agrada Marcus?-...pasa por favor Marcus, mi esposa estará encantada de conocerte- ¿qué está pasando aquí? estoy confundida.
Entramos a la casa y olía delicioso, probablemente mamá estaba cocinando. Subí mis cosas rápidamente a mi habitación y volví a bajar. Saludé a mi mamá quien ya estaba platicando con Marcus y a mi hermana que no dejaba de ver a Marcus. Estaban todos sentados en la sala y Marcus les contaba que planeaba estudiar y que quería hacer en su futuro.
-Lucy...-dijo mamá-...¿me puedes ayudar a poner la mesa y servir la comida, por favor?-
-Claro, mamá- Mi papá, mi hermana y Marcus se quedaron en la sala mientras yo ponía la mesa y servía la cocina.
-Oye, Lucy, como madre a hija debo admitir que te has conseguido un amigo muy educado, cuídalo y mantenlo cerca de ti-¡oh mamá! si supieras que hace un rato nos besamos en su coche.
-claro, mamá-
Cuando iba a avisar que la comida ya estaba lista me di cuenta que mi papá y Marcus estaban hablando de negocios, en seguida los ojos de Marcus se encontraron con los míos y sentí como mi respiración se aceleraba y mis mejillas se ponían rojas. Después de unos segundos reaccioné y les avisé que la comida ya estaba servida.
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¡Hola! perdón que no había actualizado, la verdad es que he tenido unos días medio difíciles en la escuela y la tarea y exámenes no me permiten subir nuevos capítulos tan seguido. Espero ya poder ponerme al corriente :)
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Nunca es demasiado tarde
Teen FictionLucía era la clásica chica que no era muy popular en su escuela, era linda pero nadie se daba cuenta de eso aún ni siquiera ella, hasta que conoció a Marcus, un chico un poco mayor que ella que se dedicó a hacerla feliz.