*Punto de vista de Marcus*
Me desperté en casa de mi amigo Cameron, vi mi celular y tenía 8 llamadas perdidas de mi madre y vi que eran las 8 de la mañana, motivo por el cual todos seguían dormidos. Me acosté viendo al techo y no dejaba de pensar en Lucía, realmente era linda, apuesto a que sin maquillaje sigue siendo demasiado linda. Repasé todo lo que sucedió durante la noche, Lucía bailando entre una gran cantidad de chicos, el que estaba manoseando a Lucía, el golpe que le di, la manera en la que huí, ¡Dios! que estúpido, no entiendo para que huí, la manera en la que Lucía me encontró, como las estrellas y la luna daban una luz espectacular en la piel tan blanca de Lucía, resaltaba todo de ella, ese cabello oscuro y despeinado, su vestido ajustado color negro que hacía que se resaltara su color de piel, era hermosa, no podía dejar de pensar en ella pero probablemente ella había dejado de pensar en mi, digo, era preciosa, muy fácil tenía a muchos chicos a sus pies y fácil olvidaría todo lo de anoche.
Estuve al rededor de hora y media pensando en Lucía hasta que empecé a escuchar que los chicos se empezaban a mover de la molestia de la luz del sol y la cruda increíble que tenían, el primero en ponerse de pie fue Eduardo pero le costó tanto ponerse de pie que dos veces casi cae directo al suelo, el segundo fue Cameron y eso porque escuchó que su mamá lo llamaba y el último fue Tony. Recordé que tenía las llamadas perdidas de mi mamá y volví a tomar mi celular y decidí mandarle un mensaje
"Estoy bien, pasé la noche en casa de Cameron. Nos vemos más tarde"
Después de enviar el mensaje me puse de pie y bajamos a la cocina donde la mamá de Cameron había preparado un delicioso desayuno que constaba de huevos revueltos, hot cakes, tocino y jugo de naranja, era un desayuno digno de una buena desvelada. La mamá de Cameron era realmente atractiva, generalmente todos los chicos de mi escuela cuando llegaba la señora Thompson no dejaban de acosarla, delgada, alta, bronceada y rubia, digamos que tenía unos atributos de tamaño aceptable y era madre soltera, pero eso sí, era una mujer que se daba a respetar.
-Marcus, cuéntanos un poco de la chica que defendiste anoche- dijo Eduardo, la verdad me ponía nervioso hablar de ella pero de verdad me gustaba -la verdad no fue nada, simplemente vi que el tipo no dejaba de manosearla y a ella no le agradaba- se hizo un silencio en la cocina al momento en que terminé de hablar. -¡Vaya que era una chica que valía la pena tener en tus brazos y con esos movimientos al bailar cualquiera caía a sus pies!- el comentario de Cameron hizo ruido en mi cabeza y me hizo enojar pero no quería seguir con el tema. -Tony, durante la noche escuché que estuviste con una chica en un cuarto- dijo Eduardo y todos empezaron a reír -Sí,es cierto, estuve con una chica anoche, pero no fue el mejor sexo de mi vida, no era demasiado buena.- Las risas continuaron y mientras terminábamos en desayuno no parábamos de platicar.
Cuando dieron las cuatro de la tarde decidí que era tiempo de volver a casa, me despedí de los chicos y me subí al coche y puse un poco de música. En el transcurso no podía dejar de pensar en Lucía y en su sonrisa mientras en el fondo sonaba Rebel Love Song de Black Veil Brides. Deseaba ser el chico con el que Lucía estaba bailando pero no la hubiera visto con morbo, la hubiera admirado, hubiera apreciado ese cuerpo tan perfecto y su forma de bailar, -es perfecta- me dijo mi subconsciente y la verdad estaba de acuerdo con él, es completamente perfecta, es una diosa.
Manejé un largo tramo hasta mi casa y al llegar saludé a mi mamá quien me recibió con una sonrisa en su rostro, ahí era donde ella demostraba toda la confianza que tenía en mí y que sabía que yo no iba a tomar ni a meterme con alguna chica, esa era la confianza que mi madre tenía en mi. -Vaya, puedo preguntar a donde vas tan arreglada- le dije en tono coqueto a mi madre -¡Ay Marcus! voy a salir con unas amigas espero no regresar tan tarde- mi madre pocas veces salía de casa -tienes cuidado, ma, porque con una hermosura de mujer cualquiera cae a tus pies- mi madre se sonrojó al escuchar mis palabras y se despidió dándome un beso en la mejilla y dejando su labial rojo marcado. Mi madre siempre se arreglaba incluso cuando no salía pero cuando sale es demasiado preciosa.
Subí a mi habitación y prendí mi computadora para revisar algunas notificaciones de Facebook y otras de Twitter. Al momento de entrar a Facebook en mi inicio aparecieron fotos de la fiesta y me puse a verlas y encontré fotos de Lucía y ver su hermoso rostro hizo que mi corazón empezara a latir más rápido, una de las fotos era la cara de Lucía en el centro mientras bailaba, estaba demasiado feliz, decidí descargar la imagen. Mientras la seguía admirando me di cuenta que estaba etiquetada en la imagen, -deberías añadirla a tus amigos- dijo mi subconsciente pero no estaba seguro si debería hacerlo porque la verdad apenas la conocía. Di un respiro y oprimí el botón de "enviar solicitud de amistad" al menos tuve el coraje de añadirla y podré platicar con ella o ver sus fotos.
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Nunca es demasiado tarde
Teen FictionLucía era la clásica chica que no era muy popular en su escuela, era linda pero nadie se daba cuenta de eso aún ni siquiera ella, hasta que conoció a Marcus, un chico un poco mayor que ella que se dedicó a hacerla feliz.