| Sinopsis. te preparas para tener una cita con tu novio, él accidentalmente ve algunos dms que no le gustan y decide hacer algo al respecto...
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author @afterglowsainz on tumblr
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Te estabas preparando para tener una cita con Nata mientras él estaba acostado en tu cama esperándote. Su teléfono se estaba cargando en algún lugar de la sala de estar, así que le diste el tuyo para que no se aburriera. Te estabas maquillando mientras cantabas con tu lista de reproducción, y él se dedicaba a construir algunas aldeas en Clash Royale. Sin embargo, Nata se distrajo cuando apareció un DM de Instagram en la parte superior de tu teléfono era uno de sus amigos del cual se había distanciado un poco y sabía que el siempre likeaba tus fotos, pero no sabía que también te estaba enviando mensajes. Pensó en abrir el mensaje, pero no quería invadir tu privacidad de esa manera, así que simplemente te miró.
—¿Que alguien te ha enviado un DM?
Su voz te sacó de tu pequeño mundo y lo miraste en el espejo en el que te estabas maquillando.
—¿Quién?
— Junior ashe —leyó el nombre como si no lo supiera ya.
—¿Qué dice? —Escondes una risa y continúas con tu rutina de maquillaje.
Nata abre el mensaje y lo lee en voz alta. Era obvio que te estaba coqueteando, respondiendo a una historia que habías publicado ese día cuando fuiste a almorzar con tus amigos y te sentiste linda.
—¿Vas a contestar? —pregunta de nuevo, con indicios de celos en la voz.
—En realidad no —respondes y vuelves a cantar y a aplicar rímel.
Cuando Nata vuelve a la pantalla de tu teléfono, su pulgar se desliza accidentalmente hacia la izquierda y toda tu bandeja de entrada queda completamente expuesta. No quería hacer eso, pero realmente fue un accidente y no pudo evitar ver ahora que estaba allí, deseando no haberlo hecho.
Algunos de tus mensajes DM eran solo conversaciones con tus amigos, pero muchos de ellos eran chicos respondiendo a tus historias y coqueteando contigo, lo que lo puso aún más celoso que antes. Nunca les respondiste, llegando a eliminar algunos de los mensajes que recibiste, pero como no habías revisado tu Instagram desde esa tarde, muchos mensajes directos de diferentes chicos felicitándote por tu historia estaban allí para que Nata los encontrara.
Frunciendo el ceño al teléfono, te echa un vistazo, completamente ajena mientras te hacía el delineador de ojos. Sus ojos vuelven a la pantalla y comienza a buscar algunas fotos que tomaste la semana anterior de ustedes dos.
—¿Te importa si publico una de esas fotos que nos tomaste la semana pasada? —pregunta de la nada—. Para que pueda volver a publicarla en mi historia —aclara.
Frunces el ceño un poco confundida porque esta es la primera vez que te pregunta algo así, pero después de que vio el DM del otro tipo y se sintiera un poco celoso, conectaste los puntos y sonreíste divertido.
—Claro —dices.
Asiente y va a publicar una historia con ustedes dos luciendo definitivamente como la pareja que eran. Pasó unos segundos pensando en un buen pie de foto, aterrizando en un simple "My boyfriend 💝", muy directo al grano. También se etiquetó lo suficientemente grande como para que todos lo vieran y publicó la foto, una sonrisa de satisfacción en su rostro.
Cuando terminaste de maquillarte y estabas lista para irte, te acercaste a él y te sentaste en su regazo, con tu teléfono todavía en su mano.
—Déjame ver la foto —sonreíste. Te mostró la historia y pusiste los ojos en blanco, un poco divertida por su posesividad—. ¿Era eso realmente necesario? —señalas el texto y él solo se encoge de hombros.
—Siento que hay mucha gente que no sabe que estamos juntos, ¿sabes? Solo quiero ponerlo ahí fuera —asientes, luchando contra la sonrisa en tu cara y poniendo tus brazos alrededor de él—.
—¿Es así? —te burlas de él, acercándote a él si eso fuera posible.
—Sí, muchos chicos en tus DM —confiesa—. Les gustó tu selfie antes.
—Hmm —respondes—. No sabía eso, solo me gusta un chico.
Una sonrisa traicionera se apodera de sus labios y aprovechas la oportunidad para besarlo.
—¿Quieres ir? Llegaremos tarde a la cena.
Nata solo asiente y se levanta de la cama, sin dejar caer la mano ni por un segundo.
