Puede Ser [Agustín Ruberto x Claudio Echeverri]

6. A VOS

—Que nombre de mierda. —dijo Dalmasso después de unos segundos de que Ian haya dicho el nombre de la banda. Franco hizo una sonrisa al revés, como si la estuviera conteniendo aunque, obviamente, se notaba que se quería reír.

—Sos malo eh… —dijo Ian, mirando la cara de burla de Franco. El otro lo miró con cara de ofendido.

—¿Malo de qué? Si no dije nada… —hizo un montoncito con sus manos, después el más bajo rió.
Uuu
—Bueno ¿Cuántos temas tienen? —Beltrán los miró a los dos con curiosidad y apuntó a ambos con el índice, Dalmasso ya se había distraído mirando su celular.

—¿Qué sé yo? Ni pertenezco. —El chico de ojos verdes se encogió de hombros, Ian estaba contando con los dedos de una mano.

—Son como 3… Creo. —pensó un poco más —Cuatro.

—Tepu tepu tepu —dijo Franco, claro, “te puse”, que pendejo de mierda. Ian le pegó un pequeño correctivo en la nuca, el otro respondió con un “ay”. Después de unas risas de parte de Beltrán, este les siguió comentando.

—Bueno… No sé cuándo podrán ustedes, pero esta tarde, estoy libre. —dijo el ex arquero de la reserva de River, elevando los hombros.

—¡Bien ahí! —Ian le chocó la mano a Santi, este le correspondió —Nos vemos está tarde entonces… —el alto asintió.

—¿Vos y cuántos más? —dijo Dalmasso hablando casi por primera vez desde que dijo que no le gustaba el nombre de la banda.

—Depende igual, ¿Vos venís conmigo? —le preguntó al menor que estaba a su lado, este asintió y entonces Ian confirmó —yo, este, y 3 más. —Ian se esforzó por no volver a decir el número 4, Fran lo notó pero no dijo nada.

Beltrán asintió y entonces fue cuando los dos menores salieron de la pescadería, cruzando la calle hacia la casa de Claudio. Cuando entraron, vieron el panorama que estaba presente desde que ellos se fueron; teníamos a Ruberto y Claudio bailando un tango inventado mientras que Jabes estaba riéndose de sus ocurrencias sentado en el sillón de la sala.

—Eu… —y nadie le daba bola —Eu, Colo… —el otro seguía riendo así que a Ian no le quedó otro remedio que quedarse callado… Pero Franco no tenía los mismos planes.

—¡CLAUDIO ECHEVERRI! —gritó con rabia y todos se quedaron callados. Lo miraron con un poco de miedo.

—Gracias Coqui. —dijo Ian mirando al de ojos verdes, que le guiñó el ojo, después siguió hablando —Santi me dijo que podemos ir ésta misma tarde, hay que tener preparados todos los temas. —dijo, rascándose la nuca y mirando a Jabes.

—Bueno… ¿Qué temas? —dijo Agustín unos segundos después de haber respondido, ya que según él, sólo tenían un tema.

Ian se acercó, poniéndose en el medio de todos los integrantes y de Fran —Ah, bueno, detalle, le dije que teníamos 4 temas… —se río de los nervios y después fue que Agustín lo miró con asombro.

—¿Sos boludo, Ian? —dijo Jabes, dejando de reír a pasar a una expresión totalmente seria. —No tenemos ni uno solo terminado, ni siquiera tenemos título- —fue interrumpido por Agustín.

—No te preocupes, Colo… Yo me encargo, bah, yo y Claudio —el chaqueño lo miró con una expresión de sorpresa y el ceño fruncido.

—¿Qué me metés a mí? Vos sos el que escribe… —dijo Claudio para después hacer un montoncito con la mano.

Agustín suspiró, se peinó, cerró los ojos y los volvió a abrir —Bueno, entonces, si nadie me va a ayudar, voy a tener que empezar. —y fue así como Agustín se fue a buscar el dichoso cuaderno de letras, un lápiz de la cartuchera de Claudio, y se puso manos a la obra.