Dark || Harry Styles || Español [TERMINADA]

CAPÍTULO 48

Capítulo 48

Me aferré a Harry, tobillos cerrados alrededor de su cintura mientras él se esfuerza por llevarme por las escaleras hasta su piso. Su pelo estaba enredado entre mis dedos, labios besando su mandíbula mientras Harry jugueteó con las llaves en la cerradura. La puerta se cerró de golpe con su pie, presionándome contra la madera mientras sus dedos torpemente buscaban a tientas la cadena. Enterré mi cara en el hueco de su cuello, las manos cosquilleando su camino bajo la chaqueta que llevaba Harry para mantenerlo debajo de la ropa. Me sentí seguro como me acurruqué aún más en su reconfortante calor, absorbiendo el calor, mientras que la inhalación de un olor parecía nublar mis sentidos. Pero la comodidad pronto se transformó en deseo; de suaves besos a marcas de pasión blandiendo su piel mientras mis labios sin compromisos aspiraron en la base de su cuello. Un gruñido áspero seguido de aliento bruscamente inhalado mientras Harry respondió con dureza apretando mi trasero.

—Te quiero demasiado.

—Bájame—reí jadeando.

Mis pies tocaron el piso, alejándose de Harry cuando camino hacia adelante. El pasillo estaba iluminado débilmente, pero no era difícil detectar la sonrisa seductora plasmada en su rostro. Había solo un par de centímetros separando nuestros necesitados cuerpos. El calor latente de los ojos de Harry se mantuvieron en mí mientras se desvestía, tomando su tiempo para sacarse la chaqueta negra que vestía. El material cayó al piso.

—Quiero ser sucio contigo.

La frente de Harry se clavó en la mía, arrugando mi vestido mientras una mano rozaba tranquilamente por la parte interior de mi muslo. Hoyuelos fueron previstos mientras yo afectivamente paré sus esfuerzos, apretando mis piernas juntas.

—Paciencia.

Agarrando el material de la camisa de Harry, lo tomé  por sorpresa, empujándolo contra la pared tanto como mis músculos me lo permitían. Labios hinchados estaban entreabiertos de placer, con los ojos fuertemente cerrados. Disminuí la distancia entre nosotros, a toda prisa tratando de desabotonar la camisa de Harry. Su repentino movimiento me dejo aturdida, tirando de ambos lados para abrirla fuertemente arrancándola. El sonido de los dispersos botones golpeando el piso. Nunca había sido testigo de algo tan desesperadamente caliente, mis manos palmeando el expuesto estómago y pecho de Harry. Él tenía la apariencia de un dios, todo bronceado y musculoso... y mío.

—Me gusta cuando sos ruda conmigo— Harry admitió.

Las últimas palabras apenas habían dejado su boca antes de que pasé mis uñas a lo largo de su torso, segura de dejar unas pocas elevadas líneas en evidencia de mi severo gesto.

Él maldijo entre dientes.

—Te voy a llevar a mi cama.

Mi corazón golpeó con su promesa, presionando un fuerte beso donde aire caliente era expulsado. Desgraciadamente me aparté de la tentación de sus labios, dando la vuelta y caminando por el pasillo. Mis zapatos fueron quitados pero volví a detenerme en la puerta de la habitación cuando me esforcé a oír sus últimos pasos.  Miré detrás de mí para descubrir que él había estado observando cada movimiento mío. Una mirada acalorada quemando la piel que yo sabía que él deseaba destapar. Nos pusimos de pie directamente frente a frente, una buena distancia entre nosotros mientras él descuidadamente rozó su ropa de sus anchos hombros. Había llegado a aprender rápidamente que el cuerpo de Harry estaba cerca de la perfección, a mis ojos por lo menos. Incluso las variadas cicatrices que él había obtenido durante peleas mantienen una fascinante y cautivador algo. Me preguntaba si alguna vez él podría abrirlas de nuevo y educarme en los orígenes de todos los permanentes recordatorios.