Final

43 8 7
                                    

Quizás la relación y convivencia entre ellos ha mejorado, pero Minho sigue siendo terco y quisquilloso. Ahora que puede caminar un poco mejor con la prótesis persigue a Jeongin como un pato bebé por todo el búnker y ha estado involucrándose en las tareas diarias. Jeongin estaba acostumbrado a hacer todo solo, pero entendía que era necesario darle tareas que hacer para que el mayor tuviera una rutina y un sentido de normalidad en su vida. El problema vino cuando este comenzó a insistir acompañarlo afuera.

-Hyung, es muy peligroso.-Dice Jeongin. Caminando a través del hangar hacia la salida. Intentando ignorar la figura insistente y determinada de Minho que lo sigue con pasos pesados.-Solo iré a buscar un poco de comida y volveré rápido, lo prometo.

-Sobreviví más de nueve años allá afuera peleando con esas cosas, puedo cuidarme solo.-Jeongin suspira, poniéndose su abrigo de invierno. El pedazo de tela solía pertenecer a su padre, por lo que está viejo y corroído y hace poco para cubrirte del frío, pero Jeongin confía en que lo protegerá el tiempo suficiente.

-Por favor, Min, no sigas insistiendo con esto. Afuera hay una tormenta, no será fácil para tí.

-¿Acaso piensas qué seré una carga?. Ya te lo dije, pasé mucho tiempo allá fuera, sé detectar el peligro, ya he atravesado una tormenta, puedo defenderme.- El hombre ha estado insistiendo hace semanas y Jeongin ya no sabe que hacer. No quiere que Minho se enoje con él, pero ¿qué pasa si lo lleva allá fuera y termina perdiéndolo como perdió a sus padres?. No quiero correr ese riesgo.

-La última vez que estuviste allá afuera te uniste a un grupo de personas que al final intentaron comerte y terminaste perdiendo una pierna, no sabes que pudiera ocurrir esta vez. Entiende, solo estoy preocupándome por tí...-Minho da un paso hacia atrás por un momento sorprendido y luego arremete furioso.

-¿¡Y quién crees que cortó mi pierna!?

-Sabes que era lo que se tenía que hacer...

-¡Púdrete!. ¿¡Quién me asegura eso!?. ¡Seguramente estabas cansado de vivir aquí solo y te aprovechaste de mí!

-Minho.-Dice Jeongin en un gruñido.-Detente...

-Vete al infierno, siempre se trato de tí, ¿cierto?. Cortaste mi pierna, me mantuviste encerrado en esa habitación no para a ayudarme, sino por no podías continuar con tu miserable y solitaria vida en este lugar. ¿Tenías miedo de acabar como tus padres?-Minho golpea su pecho con fuerza.- Incluso ahora no me dejas acompañarte afuera porque tienes miedo de que me vaya.-Jeongin intenta acercase una vez más, pero Minho golpea su rostro y se aleja. Atravesando el hangar sin ni siquiera mirar atrás hasta llegar a su habitación.

...

Minho supone que ya es de mañana cuando se despierta. Después de mucho insistir logró que Jeongin le dejara poner cosas en la habitación, como una mesa de noche, un lugar donde colgar la ropa, y un reloj. Puede parecer estúpido, pero al menos es una forma de saber cómo los días pasan, en este lugar que no se ve el cielo, ni se puede saber cuándo es de día o de noche, Minho ha insistido en mantener un horario de sueño normal.

Espera que la tormenta afuera se haya terminado, Jeongin debe haberlo pasado mal afuera, el niño odia las tormentas y el frío.

Resopla, molesto consigo mismo porque lo primero en lo que piensa es en ese niño a pesar de que está enojado con él. Aún así se pregunta si ya volvió, normalmente sin importar si han peleado o no, es un problema lograr que el chico más joven lo suelte por la mañana y deje de acurrucarse contra él. Esta vez, no puede sentir brazos rodeándolo, Minho no es un bebé, ni siquiera le gusta el contacto físico, pero nunca hubo un momento donde faltara la cercanía de Jeongin en las mañanas y eso lo pone incómodo.  Se da la vuelta en cama y ve que el otro lado está vacío, las sábanas tendidas como si nadie hubiera dormido allí. 

Encerrado con un psicopata|MinjeongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora