Encerrado con un psicopata|Minjeong

Capítulo # 3

Minho nunca fue de los que se cuidaban o actuaban con cautela. Aunque había crecido físicamente en muchos aspectos seguía siendo solo un niño. Así que cuando se enteró que Hyunjin se había estado acostando con Felix a escondidas decidió que él también tendría una aventura, así podrían estar a mano y continuar su relación. Es por eso que no le daba mucha importancia a lo que estaba apunto de hacer.

-" Solo démosle lo que quiere de una vez y terminemos con esto, cuando salga de aquí iré a la policía y haré que lo encarcelen".- fue lo que pensó mientras Jeongin se subía a la cama, todavía vestido y con un libro en la mano.

El chico sonrió tímidamente mientras le mostraba su libro.

-Esta es mi historia favorita...-Minho no lo escucho, concentrado en sus propios pensamientos mientras se quitaba la camisa.

-" Al menos tiene una cara decente, eso es algo bueno. Si hubiera sido un viejo cerdo, de ninguna manera podría haber utilizado este método."

-¿Hyung?

-Solo quítate la ropa de una vez.-gruñe Minho, arrebatándole el libro y tirando al suelo.

-¿Por qué me pides que me quite la ropa?.-Jeongin inclina la cabeza con duda, pero aún así obedece.-¿Tienes calor?. ¿Quieres que encienda el aire acondicionado?.-Minho no puede evitar fijarse en su abdomen tonificado, había sido una sorpresa, el chico siempre solía usar ropa gastada y holgada.-¿También quieres que me quite lo demás?.-pregunta, Minho asiente en silencio. Cuando Jeongin por fin se quita toda su ropa y es capaz de ver su miembro,  Minho no puede esconder su expresión de sorpresa al ver su tamaño. De acuerdo, tal vez esto lo haya tomado desparecido, pero ya era muy tarde para cambiar su plan...

....

Minho estaba absolutamente perdido, sus nudillos se pusieron blancos apretando las sábanas con fuerza mientras Jeongin se enterraba hasta la empuñadura  en un movimiento rápido.

Siente a Jeongin tararear, complacido por las imágenes dóciles en las que lo había reducido  mientras lo follaba a fondo contra el colchón: la cara de Minho presionada contra una almohada, el culo hacia arriba, enfrentándose a cada uno de los empujones.

La respiración de Minho se detuvo cuando sintió unas manos ásperas agarrando su cintura con fuerza y ​​luego deslizándose dentro y fuera de él con vigor.

-Salió un monto de cosas pegajosas, es realmente extraño. Vamos a hacerlo de nuevo. -Jeongin suspira mientras suelta su primera descarga dentro.

-Tú... y-di-yd-tú- ¡ah!. ¡Hijo de puta, ha-hazlo lento!

Jeongin se detiene, luego se ríe, casi como si se sintiera divertido por la incapacidad de Minho para formular una oración adecuada.

-Se siente bien, como una sedación cálida cuando entra y sale.

-¡Te- te dije que fue-fueras gentil!.- Minho aprieta los dientes mientras un maullido se escapa de sus labios.

Necesitaba pensar, tenía que pensar.
Con eso en mente, trató de ordenar sus pensamientos y su racionalidad. ¿Qué era lo que iba a hacer?.

Fuertes ruidos de piel golpeando y los gemidos de Minho superpuestos con los de Jeongin  envolvieron la habitación poco iluminada. Podía sentir el calor del cuerpo del otro  contra su espalda, las manos cálidas alrededor de su  cintura, agarrandolo  con fuerza mientras prácticamente golpeaba  hasta dejarlo en un lío de gemidos llorosos.

-Debe dolerte la pierna, la sostendré.-Minho escucha las palabras en la lejanía sin registrarlas profundamente hasta que... pierna... ¡su pierna!. Aún con el lado derecho de su cabeza presionado contra la almohada puede ver su pierna cortada alzada en el aire sostenida por las manos del tipo quien era responsable que estuviera en esta situación. Eso sirve para aclarar su mente.