Capítulo # 6

65 12 11
                                    

Recuperar los recuerdos de los últimos nueve años, como se pensará fue un golpe duro y mantuvo a Minho sin comer y sin moverse al menos tres semanas, pero estaba bien, Jeongin ya había pasado por esto antes, podía cuidar de él.

Al contrario de otras veces el mayor no recurrió a la autolesión , lo cual fue un alivio. Sin embargo esto fue remplazado por un extraño apego y negación a que Jeongin lo dejara solo, aferrándose con fuerza cada vez.

En todas las veces que la memoria de Minho se había recuperado gradualmente nunca había querido a Jeongin cerca aun cuando estaba conciente que el hombro solo lo había salvado. Esta vez el que lo dejaran solo parecía afectarlo casi físicamente, por lo que el menor recurrió a llevarlo en brazos a través de sus tareas en el búnker, apretando los labios para no sonreír cada vez que Minho se removía contra su pecho. Por más que amara tener al otro cerca sabía que no era práctico ni eficiente hacer sus tareas con el hombre en brazos, así que un par de semanas después, cuando Minho se había recuperado lo suficiente para recuperar parte de su mala actitud decidió empezar con los ejercicios de movilidad.

Su objetivo era que Minho lograra acostumbrarse a la prótesis de su pierna y pudiera caminar libremente por si solo. Así que con ayuda de un andador comenzaron las prácticas en el tercer piso donde se encontraba el hangar.

Jeongin se mantiene al otro lado algunos metros alejado de Minho, agachado y con los brazos extendidos como si estuviera preparado para recibir un niño que estaba aprendiendo a caminar.

-Yang Jeongin, juró que si no te detiene en este momento te mataré.- gruño Minho, avergonzado y molesto, parte de su cuerpo sobre el andador. Jeongin sonríe divertido, y mueve sus manos en señal de aliento para que continúe.-Esto es malditamente ridículo, no soy un bebé.

-Vamos Min, no te enojes, solo un poco más.-Minho chasquea la lengua, y da algunos pasos temblorosos hacia su dirección. Cuando por fin llega hasta Jeongin se desploma contra su hombro soltando un pesado suspiro, la suave camisa de Jeongin se presiona contra su mejilla cuando el hombre lo rodea con sus brazos. Un mes atrás, lo habría apuñalado por intentarlo. Todo había sido diferente entonces, ahora, no necesitaba hablar para que el otro supiera qué estaba mal, no necesitaba poner en palabras esas cosas terribles que sentía, que se habían arraigado en su mente, cuerpo y alma.
No importaba, en ese momento, cuando apretó la suave tela de la camisa en sus puños, sintiendo que lo acercaba un poco más, la restricción extrañamente, aterradoramente estable hizo que su su corazón se acelerara. Debería haber luchado para liberarse, lo habría hecho hace un tiempo, pero ahora simplemente cerró los ojos y enterró su rostro en el cuello del otro, irrevocablemente seguro de que estaba a salvo de todos los demonios dentro y fuera. Sintió una mano pasar por su cabello y supo que estaba a salvo.

-Bien hecho, haz mejorado.-susurró Jeongin contra su oído, aún acariciando su cabello suavemente.

-Mentiroso.-masculla Minho contra su piel. Jeongin tararea.

-Jamás le mentiría a mi Hyung, eres realmente increíble. Vamos, descansa un poco.- El menor hace a un lado el andador y ayuda a Minho a recostarse en el suelo, y se da la vuelta, apenas logra dar un paso antes de que el agarre al final de sus pantalones lo detenga.

-¿A dónde vas?.-Pregunta Minho mirándolo fijamente.

-Iré a buscar un paño húmedo para limpiar tu rostro. Volveré rápido.

-Tiene dos minutos.-concede de mala gana, mirando hacia otro lado con las mejillas sonrojas. Los dedos que sujetan la tela se sueltan más lento de lo normal. Jeongin se apresura a encontrar el paño, lo humedece y vuelve al lado de Minho.

-Ves, dos minutos, justo como prometí. Ahora préstame ese lindo rostro tuyo.-murmura, acerca al otro y maniobrando torpemente para que su cabeza descanse en su regazo. El paño húmedo y tibio limpia el rostro de Minho casi como una caricia. Los dedos en su barbilla mantienen su cabeza inclinada hacia arriba , y Minho no puede evitar aguantar la respiración e intentar parpadear más lentamente para no perderse el rostro concentrado del hombre sobre él, y es como mirar las nubes en el cielo, no puedes despegar la mirada porque temes perder de algo especial.-Estásmejorando muy rápido.-la voz del otro lo saca de su estupor.-Pronto Hyung no me necesitará más.

-No digas tonterías...-el paño húmedo recorre la piel de sus labios lentamente y Minho se queda completamente quieto, y le parece ver algo extraño en la mirada del otro, hay algo , un tono más oscuro, algo que se remueve y lucha por ser liberado. De pronto, la visión de Minho se oscurece, puede sentir la humedad tibia del paño sobre sus ojos.

-Todo este lugar, desde la cosa más pequeña, hasta mi propio cuerpo te pertenecen. Puedes hacer lo que quieras con ellos, pero si algún día Hyung decide que ya no lo necesita puede deshacerse de ello. Solo espero que lo haga de la manera correcta.-Minho parpadea, algo se remueve dentro de él, un sentimiento agrio y oscuro que lo hace estremecerse, no se atreve a destapar sus ojos aún así que permanece tenso en su lugar.

-¿ Manera correcta, qué quieres decir con eso?.

-Las cosas sin dueño no tienen un propósito, así que no deben sobrevivir. Si algún día decide irse, asegúrese de destruirlo todo.- Por alguna razón las manos de Minho tiemblan mientras alza su mano para quitar el pañuelo de su rostro. Jeongin sigue inclinado sobre él con una sonrisa dulce, pero para Minho que esa sonrisa es lo único que ha logrado ver durante los últimos meses es muy fácil ver las diferencias. Antes de darse cuenta su mano alcanza el rostro del otro y lo sostiene suavemente. Jeongin se recuesta contra el toque, frotándose contra su mano.

-Idiota, ¿acaso eres un cachorro?.-Jeongin simplemente cierra los ojos.-¿Cómo haz sobrevivido solo todo este tiempo?.

-Creo que te estaba esperando.-Minho no puede evitar soltar un risa suave, obligando a su cuerpo adolorido a levantarse un poco antes de estampar sus labios contra los del otro.

-Me haz encontrado, y no te librarás tan fácil de mí, así que no vayas diciendo cosas como esas tan libremente, nadie habla de lo que es mío de esa manera.

Encerrado con un psicopata|MinjeongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora