El ambiente cálido de su departamento lo recibió, luego de aquel silencioso viaje en moto con aquel chico de ojos filosos. Sus cachetes se encontraban colorados por la despedida de este último, llevando su mano a esa pequeña porción de piel que fue gentilmente besada, dejando una suave caricia antes de apartarla de sopeton.
no está bien...
Se dijo a si mismo, en realidad, la idea de darle una oportunidad más seria al pelinegro se cruzaba por su cabeza, pero su consciencia lo negaba, no podía estar con un amigo de su ex, estaba mal ¿o no? ¿o si?
— ¡basta jung wooyoung! deja de pensarlo, no, deja de pensar en yunho mejor, dios necesito consejos.
Hablaba solo, se sentía casi en un estado de delirio por el torrencial de pensamientos que caían en su mente. Frustrado, deprimido decidió mandar un mensaje a aquel grupo que hace rato no usaban, no desde que se enteraron aquella desagradable noticia del casamiento.
Suspirando, mando un mensaje por privado a cada uno.