No fui la única 🌑

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-Llegas tarde-miré mi reloj.

-Lo siento profesora, el auto de mi hermano no quería encender y después nos quedamos un buen tiempo en el tránsito -
dijo la joven avergonzada.

-Está bien - sonreí -¿sabías que modificar los semáforos es un delito?.

-¿De qué hablas yo no hice nada?

-Gojo...te conozco como la palma de mi mano, ¿Tratas de engañar a una persona mayor?

-Solo fue un momentito-apretó los labios, lo había atrapado-No voy a ver a mi hermana en tanto tiempo,¿Sabes lo que siento?

-Experimenté en carne propia la despedida de cientos de personas y nunca regresaron.

-Lo siento- sabía de lo que hablaba- Pero...

-Estará bien, la voy a cuidar.

-Eso es lo que me aterra

-¿Desconfías de mí? Recuerda quién te salvo el trasero en cantidad de veces - le pegué en la frente.

-Sin cicatriz, nada, todas sus extremidades donde están.

-Va a pensar que la voy a matar - cubrí los oídos de Noa- Estás loco.

-Que no coma tarde,no debe de desvelarse y...

-Ya cállate- dejé a la niña y tomé sus maletas - No tienes que llevar todo esto- me faltaban manos para tomar las
maletas que quedaban - Te voy a comprar lo necesario, tampoco te vas a quedar para siempre.

-Gojo fue el que me ayudó.

-Tsk, dime que hay en cada maleta.

-En esas tres hay ropa, las dos azules de zapatos, las negra son de mis cosas personales.

Miré cada maleta y pude escanear lo que tría cada una.

-Estas tres se quedan y las demás se van - le di las dos maletas de ropa y la de zapatos a Gojo- Usará uniforme la mayor parte del tiempo, los vestidos de fiesta van de sobra- negué con la cabeza- Despídete de tu hermano, ya nos vamos.

Le di mis maletas y las de la chica a la azafata del avión.

-Llámame todos los días, no te olvides de nosotros y de tu hermanito Megumi, él te va a extrañar demasiado- estaba
asfixiando a la niña por el abrazo.

-Ya vámonos Noa - la tomé del hombro

-NO- su hermano me quitó la mano- Retiro lo dicho, ella se queda conmigo.

-Claro, nos vemos- ya estaba caminando a lado de Noa.

Él parpadeo varias veces y después notó que estaba abrazando a una maleta.

-No seas tan pesada con mi niña.

-No...- que molesto es.

Subimos al avión, éramos las únicas que viajarían en el.


-¿ Por qué no hay nadie?


-El avión es mío, no quiero inconvenientes apenas y salgamos de aquí.


-¿Por qué?


-En los aviones también pueden aparecer maldiciones, son muy pocos los casos ,aún así decidí prevenirlo.


-oh...


-¿Para qué quieres que sea tu profesora?


-Escuché a varios de sus ex -alumnos hablar bien de su manera de enseñar, hasta mi hermano, aunque demuestre lo


contrario.


-¿ Ah sí? Mmmm, me alegra que digan eso. Entonces sólo fue por las anécdotas.


-No, me enteré de algo y quisiera resolver todas mis dudas.

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