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Cap2: aceptado.



Con el paso del tiempo, Tanjiro se integraba cada vez más en la vida de la manada. Aunque al principio había sido visto como un intruso, su esfuerzo y dedicación comenzaron a cambiar las opiniones de los lobos. Tanjiro no solo se preocupaba por cumplir con las tareas que le asignaban, sino que también demostraba una empatía y amabilidad que muchos no esperaban de alguien tan diferente.

Una mañana, mientras Tanjiro ayudaba a organizar algunos suministros para la caza, un joven lobo de pelaje marrón claro llamado Koga se acercó. Era conocido por su energía inagotable y su curiosidad por todo lo que sucedía en la manada.

K🐺: "Oye, Tanjiro, ¿puedo ayudarte?"

T🎴: "¿Eh? Claro, Koga. Estaba preparando estos paquetes de hierbas para los cazadores."

El joven lobo se agachó junto a Tanjiro, sonriendo ampliamente.

K🐺: "Sabes, al principio no me gustaba que estuvieras aquí. No lo entendía. Pero ahora creo que eres genial. ¡Siempre ayudas a todos!"

Tanjiro sonrió, sintiendo una oleada de alivio. Empezaba a ver señales de que su lugar en la manada no era tan frágil como pensaba.

T🎴: "Gracias, Koga. Solo quiero hacer lo mejor para Giyuu y para la manada."

Mientras trabajaban, otros lobos comenzaron a notar el cambio. Tanjiro no era una amenaza ni una carga, sino un aliado dispuesto a dar lo mejor de sí. Incluso algunos de los lobos más reacios, que solían evitarlo o mirarlo con desdén, empezaron a cambiar su actitud.

Durante una reunión de la manada, Giyuu observaba a Tanjiro desde la distancia. Makomo, que estaba a su lado, sonrió al ver cómo los lobos se acercaban cada vez más al conejo.

M🐾: "Parece que tu pequeño conejo se está ganando su lugar aquí."

G🌊: "Lo está haciendo bien. Sabía que tenía la fortaleza para enfrentarse a las dificultades, pero verlo así... me enorgullece."

Makomo sonrió, satisfecha con cómo las cosas estaban evolucionando.

M🐾: "Sabito también lo ha notado. Aunque no lo diga, he visto cómo lo mira. Ya no lo ve como una amenaza."

Una tarde, mientras Giyuu y Tanjiro paseaban por el bosque, Sabito finalmente se acercó. No había hostilidad en su expresión, solo una calma que había tardado en llegar.

S🌲: "Giyuu, Tanjiro."

Ambos se detuvieron, mirando al lobo gris que los observaba con sus ojos penetrantes. Sabito caminó hasta quedar frente a Tanjiro, manteniendo el contacto visual.

S🌲: "Tengo que admitirlo. No pensé que un herbívoro pudiera ganarse un lugar entre nosotros... pero has demostrado que estaba equivocado."

Tanjiro lo miró, sorprendido, pero antes de que pudiera responder, Sabito continuó.

S🌲: "Eres fuerte, no solo en cuerpo, sino en corazón. Eso es algo que respeto. Si Giyuu te ha elegido, entonces supongo que no hay más que discutir."

Sabito le ofreció una mano en señal de respeto. Tanjiro, sin dudar, la tomó.

T🎴: "Gracias, Sabito. Haré lo que pueda para seguir ayudando a la manada."

Giyuu, que había estado en silencio durante toda la interacción, sonrió levemente. Ver a Sabito aceptar a Tanjiro era un gran paso para la paz dentro de la manada.

El conejo y el lobo giyuutan <primera temporada>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora