09. Feromona

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Wenned esperaba a Sarius en el auto mientras revisaba algunos negocios en su tableta

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Wenned esperaba a Sarius en el auto mientras revisaba algunos negocios en su tableta.

Desde que había sido diagnosticado con su discapacidad para poder volver a caminar, Wenned no dejó que eso lo afectara. Una vez llegó a la mansión que se le había otorgado para pudrirse lejos del nido familiar Vincels, puso manos a la obra en planear su venganza.

Aquella alfa inferior valoraba a su hijo, esa sería la persona que Wenned destruiría para hacerla sufrir, que viera cuan miserable podía llegar a ser alguien a quien le quitan todo.

El antes niño Alex ahora era un adulto, estaba a pocos pasos de tomar el control de las empresas Vincels y poco a poco era tratado con más seriedad por los demás directores de la empresa. Wenned lo vio crecer con una ira acumulándose lentamente dentro de él.

Quería destruirlo por completo.

Con el poder de un veinte por ciento de las acciones y siendo el gestor de proyectos del grupo I+D, no solo tenía la capacidad de llevar a la empresa a la quiebra, si no que también destruirla por completo.

Pero su objetivo no era arruinar la empresa, su objetivo era apoderarse de ella, quitarles todo y ver como el clan Vincels se retorcía finalmente en la miseria.

Los ojos de Wenned brillaron con un sentimiento de avaricia, el conductor dentro del coche sintió el aura opresiva, tenía la suerte de ser un beta o estaría completamente abatido por la feromona superior de alfa celestial, por ahora solo podía sudar al sentirse atrapado con una bestia.

—¡Ah! ¡Cuánto poder! ¡Ah, ah, ahhh!

La voz suave y melódica cargada de agitación interrumpió todo el ambiente tenso.

El rostro de Wenned se congeló, volteó a mirar a Sarius dejando la tableta a un lado.

A mitad del camino de la entrada, rodeada por el jardín de flores de tulipan, Sarius se paró como una joven mujer hermosa desbordando una energía femenina capaz de poner de rodillas a cualquier hombre. Su vestido blanco con detalles celeste, comprado a último momento, le quedaba como si hubiese sido fabricado a la medida, acentuaba su estrecha cintura dándole una forma estética y elegante a su figura.

—¡Qué guapa! —susurró el chófer, sus ojos brillaban fascinados.

Wenned apretó sus puños insatisfecho.

—Deja de perder el tiempo, sube al auto rápido.

Sarius, al dejar de sentir la fuerte feromona, dejó de jugar y caminó hacia el coche, su cabello con ondas daba saltitos, tenía un peinado recogido y todo su rostro de muñequita era visible para admirar.

—Eres impaciente, no dejes que la ansiedad por separación te afecte a tal punto.

—¿Quién tiene ansiedad por separación? Vamos tarde.

Sarius sintió el residuo de feromonas en el interior.

—Guau, realmente tiene el aura de un gran villano, apesta a resentimiento. —El lobo reaccionó—. Sé que es un villano, tengo el presentimiento, pero aún no terminé de leer bien el libro, indagaré más y lo descubriré por mi mismo.

Este villano era muy atractivo, a pesar de estar postrado en una silla de ruedas, su presencia era muy difícil de ignorar. Para la fiesta se había puesto un traje de diseñador, exclusivo para él, era imposible que hubiera otro igual en el mundo, su cabello había sido peinado hacia un lado.

¡Se notaba que era un gran jefe!

Sus ojos dorados parecían brillar, la mirada de cazador como un dragón que acecha a sus presas era cruelmente reprimida por el sonrojó de sus mejillas y nariz.

A Sarius le pareció una maravilla.

¡Era muy lindo!

—¿Por qué te sonrojas?

—...

Wenned apagó las luces del interior del coche y se dispuso a mirar por la ventana mientras salían de su territorio.

Sarius olía muy bien, su feromona era dulce, pero no empalagosa y era muy atractiva, el chófer solo sentía la esencia y le pareció demasiado agradable.

¡¡Cualquiera que oliera querría seguir oliendo aún más!!

Wenned liberó su feromona en grandes cantidades, Sarius comenzó a ahogarse y estornudó repetidas veces. Era como un gato.

Cuando Wenned dejó de sentir la fragancia de Sarius, se detuvo. La miró, sus ojos estaban llorosos y parecía aún más coqueta, pero ahora olía fuertemente a la feromona de Wenned.

El chófer sabía de estas cosas, al sentir la esencia del olor del jefe, automáticamente se puso rígido.

¡¡Es bueno ser un beta, otro alfa ya estaría inconsciente!!

—Es mejor que suprimas tu feromona, es molesta —dijo Wenned.

Sarius no dijo nada, miró la pantalla de la tableta apagada a un lado.

—Ahí debe haber mucha información —comentó el lobo.

Aunque luego pensó que husmear de esa manera era demasiado riesgoso.

—¿¡Riesgoso!? ¡¡Soy una asesina, revisar un aparato electrónico es pan comido para mí!!

—Deja eso, primero esperaré que Wenned me cuente por sí mismo.

De todos modos aun había tiempo, por ahora debía averiguar el estado familiar de los Vincels, si tenía suerte era probable que se encontrara con el protagonista en la fiesta y debía prepararse y saber por qué su personaje carne de cañón había ido de rastrera por ese hombre.

De todos modos aun había tiempo, por ahora debía averiguar el estado familiar de los Vincels, si tenía suerte era probable que se encontrara con el protagonista en la fiesta y debía prepararse y saber por qué su personaje carne de cañón había ido ...

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Ese alfa me perteneceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora