Tis the damn season [Penelope Featherington & Colin Bridgerton]

Capítulo 15

Otro día, otro día en el que no podía dejar de pensar en lo que había pasado con Colin.
Ese acercamiento que tuvimos nos dejó sin palabras a ambos.
Y no puedo evitar preguntarme en este momento: ¿Colin siente algo por mi? ¿O sólo se dejó llevar por el momento?
Son interrogantes que voy a tener que responderme sola, porque ya ha pasado una semana de lo sucedido y no volvió a pisar mi casa desde entonces.
Lucas era el que iba a su casa a visitarlo, mientras yo me quedaba aquí o Mindy venia aquí o yo iba a su casa.

Hoy era sábado, tenía práctica de baile en el parque, así que me dispuse a cambiarme. Me puse una musculosa azul con una calza negra y mis zapatillas negras.
Me ate el pelo, y luego agarre mi bolso.

Hoy retomábamos las prácticas ya que nuestra profesora estuvo enferma.
Extrañaba demasiado practicar, reunirme con los chicos y sobre todo bailar.
Ahí es donde sacaba toda la energía negativa que tenía en el cuerpo y no pensaba en más nada.

Esta práctica tiene un sabor agridulce. Es la primera en la que Colin no me acompañaba.
El siempre dejaba lo que estaba diciendo y me hacía compañía.
Era el único momento donde solo eramos nosotros dos, por lo menos, en el camino hacia el parque, ya que después me reunía con Mindy y los chicos y comenzábamos a practicar.

Al cabo de media hora había llegado al parque.
Salude a todos mis compañeros y a Mindy, luego deje mi bolso a un costado y comenzamos a ensayar.
La danza que estábamos haciendo es Adagio, es de movimientos muy lentos, pero muy sexys.
La música que sonaba de fondo era "Total eclipse of the heart" una canción tan romántica de los años 80.
Era una danza muy linda, si era lenta, pero me estaba agradando mucho.

Narra Colin

No se que estoy haciendo, pero no quería perderme las prácticas de Penelope.
Desde nuestro acercamiento, que no puedo sacarla de mi cabeza. Antes ocurría lo mismo, pero ahora el sentimiento consumía cada fibra de mi ser.

Por suerte el horario de las prácticas no había cambiado, así que estuve puntual en el lugar.
Nadie podía verme ya que me estaba ocultando detrás de uno de los árboles más grandes que hay en el parque.
Llevaba una gorra negra, una remera blanca y mis jeans, y unos lentes negros.
No quería que me viera Penelope y causarle alguna incomodidad.
¿Ella también sentirá raro que no la haya acompañado?
Porque yo si, era de mis salidas preferidas, porque podíamos hablar sin tener a nadie más alrededor. Extrañaba demasiado nuestras charlas.

No podía dejar de ver a Penelope bailar, la forma en que movía su cuerpo, al ritmo de la música, que por cierto era tan romántica que me daban ganas de meterme a la coreografía y bailar con ella, aunque no supiera los pasos.
Dios, se veía tan sensual, hermosa, perfecta, como sólo ella podía serlo.
Estaba hipnotizado ante su presencia. Podría verla bailar hasta el fin de mis días.

Luego de una hora aproximadamente, la práctica había terminado, vi que Mindy se fue un rato antes, así que supuse que Penelope iba a volver sola a casa.
Trate de seguir sus pasos, a lo lejos, aunque no quedara tan lejos su casa, quería ver que llegara bien.

Mientras la seguía, vi que un auto se detuvo justo donde ella se encontraba.
Pare de caminar, y me detuve a observar de quien se trataba.

No, no puede ser el... ¿Cómo se atreve a volver a la vida de Penelope?

Era nada más y nada menos que su padre. 
Penelope apenas lo vio, soltó su bolso, y se quedó inmóvil.
Su padre se acercaba lentamente hacia ella, y le estaba hablando.
Ella comenzó a gritarle, que se fuera, y así sin mas, no dude en caminar hacia su dirección.

Colin: Te dijo que te fueras ¿O acaso no escuchaste?

Padre de Penelope: Colin, tanto tiempo sin verte, si me disculpas debo hablar con mi hija a solas.

Colin: Ni sueñes que te voy a dejar a solas con ella, ya bastante has hecho ¿No?

Penelope no paraba de observar a Colin, no había notado en que momento se había acercado. Se había paralizado, y su corazón parecía que se iba a salir de su pecho.
Estaba agitada, y le transpiraban las manos.
No podía creer que su padre tuviera la desfachatez de aparecer por ahí.
Penelope miro a Colin, sus lágrimas no tardaron en aparecer.
Colin, sabía lo que le estaba pasando, estaba teniendo un ataque de pánico.
El quería envolverla entre sus brazos, y asegurarse que nadie la vuelva a lastimar nunca más.

Colin: Vete, ya te habrás dado cuenta que ella no quiere hablar contigo.

Padre de Penelope: Bien, pero esto no ha quedado así.

Así sin más, su padre se fue.
Penelope, solo era una simple observadora. No omitió ninguna palabra desde que vio a su padre. Sólo quería que él se vaya.
Lo único que hacía en este momento, era mirar al suelo, y llorar.
Colin agarro el bolso del suelo, y la acompaño hasta su casa.

Todo el camino fue silencioso, Colin agradecía que siguió a Penelope, y pudo alejar a su padre de ella.
Mientras el estuviera, el iba a tratar de que Penelope no sufriera.

Llegaron a la casa de Penelope, entraron y ella se sentó en el sofá.
Colin dejo el bolso sobre la mesa del living y fue a buscar un vaso de agua para Pen.

Se acercó nuevamente hacia ella y le dio el vaso.
Ella seguía callada, sólo tomaba agua y miraba al suelo.

Estuvieron así por un largo rato, hasta que Penelope habló.

Penelope: No se qué hubiera hecho sino hubieras estado ahí, gracias Colin.

Colin: No tienes nada que agradecer Pen, yo siempre te voy a proteger, nunca olvides eso.

Penelope: Gracias, eres mi ángel guardián. Siempre estas ahí.

Colin: En serio Pen, no me agradezcas. Solo quiero verte bien y feliz, nada más me importa.

Penelope no dudo, y se acercó hacia Colin.
Le dio un fuerte abrazo, Colin correspondió al instante.
Estuvieron así por un largo rato.
Cuando decidieron alejarse, se miraron a los ojos, Colin miraba su boca, y luego sus labios, y luego repetía la acción. Penelope hacia exactamente lo mismo.
Ambos querían querían besarse más que nada.
Lentamente, se fueron acercando, solo se escuchaban sus respiraciones.
Iba a ser el primer beso de Penelope, pero también parecía que el de Colin, sus nervios eran indescriptibles.
Su distancia se iba acortando cada vez más.
Colin coloco su mano sobre la mejilla de Penelope y la atrajo hacia el.
Penelope, se ruborizo ante su toque, y así, sin más, por fin sucedió.
Penelope y Colin, estaban teniendo su primer beso.
Penelope soño con esto toda su vida, y Colin, parecía inexperto. No podía creer lo buena besadora que era Pen, sus labios encajaban con los del otro a la perfección.
Penelope acariciaba su nuca, y Colin, Colin solo disfrutaba esas caricias de Penelope.
Fue un primer beso, sin dudas memorable.

Se separaron por falta de aire, Colin empezó a acariciar la mejilla de Penelope y le dio un beso en esta, Penelope, cerró los ojos, y los abrió apenas se alejó.
Colin, se quedó sin palabras, no entendía como pudo vivir todo este tiempo sin haber besado a Penelope.
Nunca había besado a alguien de esa forma, y que sobre todo, le hubiera causado un cosquilleo en el estómago.
Si pudiera, la besaría por el resto de sus días.

Penelope: No sabes, hace cuanto tiempo, quise que esto pasara.

Colin: Siento lo mismo, me moría de ganas de besarte Pen, dios, eres tan hermosa.

Penelope: Tu lo eres Colin, gracias por este primer beso.

Colin: Me alegra ser el afortunado, fue algo totalmente hermoso.

Penelope: Lo mismo digo, mira como late mi corazón.

Penelope agarro la mano de Colin y la coloco sobre su pecho, Colin hizo lo mismo con la mano de Penelope, la coloco sobre su pecho.
De nuevo, no paraban de mirarse.
Iba a suceder de nuevo, iban a besarse nuevamente, pero la puerta principal se escucho y sabíamos quien era, así que nos alejamos uno del otro.

Ni en mis sueños, pensé que esto pasaría, bese a Colin, y fui correspondida por el.
Me olvide de lo que había pasado.
Me encontraba en una nube, en un sueño del cual nunca quisiera despertarme.