CAPITULO 10: El antes y después

240 37 5
                                    

El antes y después

Dos semanas antes del secuestro, Las Vegas EEUU

Jungkook no recordaba con claridad cómo había llegado a ese hotel. Lo último que tenía fresco en su memoria era haber cerrado una importante alianza con una empresa estadounidense. Aunque, más que una alianza, se trataba de una adquisición completa. Como siempre, el acuerdo había sido un éxito rotundo, otro logro en su impecable carrera empresarial. Después de la firma, los ejecutivos lo invitaron a celebrar a lo grande en Las Vegas, llevándolo a uno de los clubes más exclusivos de la ciudad. Rodeado de mujeres, bebidas y lujo, la noche transcurrió en un desenfreno habitual para él. 

Al final, como era de esperarse, Jungkook terminó llevándose a una de ellas a la cama. No es que se sintiera particularmente culpable. Después de todo, no tenía ninguna obligación real hacia Lisa. Todavía no estaban casados, y aunque sabía que tras la boda tendría que ser más cauteloso, esa noche no pensaba en las consecuencias. Para él, no había diferencia en cómo llevaba su vida mientras mantuviera sus compromisos empresariales en orden. Sabía que las cosas cambiarían eventualmente, pero ese día aún no había llegado.

Lisa siempre había sido una complicación en su vida, aunque no desde el punto de vista que todos imaginaban. La sociedad los veía como una pareja perfecta, dos jóvenes enamorados que habían pasado juntos los años universitarios en Estados Unidos, consolidando un amor de juventud. Pero la realidad era muy distinta. Su compromiso había sido acordado por sus familias desde la secundaria, un matrimonio arreglado con el propósito de fortalecer las alianzas económicas entre los clanes Jeon y Park. Para Jungkook, el compromiso no significaba nada más que un acuerdo comercial. Lo había aceptado sin mayor resistencia, entendiendo desde una edad temprana que su vida no le pertenecía completamente. Lisa, sin embargo, parecía tener otras expectativas. Desde que le confesó sus sentimientos a los dieciséis años, había alimentado una ilusión que, para él, era completamente ajena. 

Quizás, pensaba a veces, ella llegaría a comprender con el tiempo que el amor no tenía cabida en sus vidas, al menos no en la forma en que lo imaginaba.

El teléfono de Jungkook vibraba sin cesar sobre la mesa de noche.

Park L. (30 llamadas perdidas)

"¿Por qué no contestas mis llamadas? Namjoon me dijo que saliste a cenar con los ejecutivos. Llámame cuando estés desocupado."

"Jeon, ya son las doce, ¿dónde estás? ¿Por qué no contestas? De nuevo lo estás haciendo, ¿verdad? ¿Es con una coreana o con una extranjera? ¿Cuándo vas a cambiar?"

"... ... Está bien, puedes seguir con ese comportamiento, pero Jeon, el día en que me convierta en tu esposa, será el fin de tus salidas."

Jungkook frunció el ceño, apagando el teléfono sin molestarse en responder. No había sentido en entrar en otro conflicto con ella. Había intentado, en más de una ocasión, explicarle que no la amaba, que el matrimonio no sería más que una fachada. Pero Lisa siempre reaccionaba de manera exagerada, como si no pudiera aceptar la cruda realidad que él intentaba mostrarle. 

¿Quizás algún día lo comprendería? 

Jungkook había crecido viendo a sus padres vivir una vida matrimonial similar: no había amor, pero habían forjado una amistad sólida con el tiempo. Cada uno llevaba su vida, incluyendo sus intimidades con otras personas, pero cuando era necesario, mantenían las apariencias por el bien de los negocios. Su concepción había sido uno de esos momentos excepcionales. Para Jungkook, ese parecía el futuro más sensato, pero Lisa no lo entendía. 

El gato negro | KOOKVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora