Y asi fue como conoci a su madre - Cap 2

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Victoria y Mariana entraron en la gran sala que habían adecuado como oficina de reuniones del Dojo. Tenían que dejar de actuar como si todas las cosas importantes se pudieran tratar en un estudio de grabación. Era un lugar hermoso, muy hogareño, no era la típica oficina blanca y aburrida. Tenia recuadros de los 80s, 90s y 2000s, flores y plantas en las esquinas, una guitarra firmada por Lenny Kravitz, una mesa llena de dulces, un sofá enorme de color azul y varias sillas divertidas regadas por todo el lugar.

Aunque las reuniones fueran serias, el lugar no tenía por qué serlo. Victoria inspeccionó la oficina de un lado al otro y vio a dos 2 chicas, una estaba sentada en el sofá conversando con
la otra, que estaba sentada en la silla giratoria color rosado. Nadia dijo que ya estaban aquí, pero ella solo veía a 2 chicas. ¿Dónde estaban las demás?

Victoria se dirigió hacia la silla giratoria
rosa, puso la mano en el espaldar y la giró, obligando a que la chica quedara frente a ella. Era una rubia con unos ojos preciosos y un tatuaje en todo su brazo derecho que a Victoria le encantó. Al detener la silla en movimiento con su pierna, pudo notar sus fuertes músculos. Miro a la chica a los ojos y le dijo:

- Estás sentada en mi silla, reina.

Las chicas ahogaron un grito. La rubia se
paró de inmediato.

- Cla, claro, dis, disculpa. No, no sabía...
- No pasa nada. Puedes sentarte en el sofá.

Victoria esbozó una pequeña sonrisa. Le encantaba ver el efecto que tenía en las mujeres.Mariana llegó a su lado y se sentó en una silla giratoria azul junto a ella.

- Hola chicas, bienvenidas a nuestro
segundo hogar. Siéntanse como en su casa - las saludó Mariana.

Todas las chicas sonrieron. Victoria se arregló el hoodie para ocultar un poco su rostro.

- En verdad espero que se adapten muy bien al equipo y que estén dispuestas a dar todo por el proyecto Young Miko. Veo que solo hay dos, ¿ les parece si esperamos un momento a que estemos todas?
- Mari, ya - la interrumpió Victoria - preséntamelas y dime qué harán, basta de tanta habladuría cabrón, tengo cosas que hacer. Si no llegan las demás, pues no llegaron

Las chicas se miraron sorprendidas entre ellas.

- Esta bién, empecemos. Ella es Alaia...
- La que me robó mi silla, si, ya la salude.Bueno, hablame de ti entonces.
- Ummm hola, bueno mucho gusto, me llamo Alaia Rivera y soy una personal trainer. Trabajo hace más de 5 años en esto y soy muy buena en lo que hago.
- Mari, ¿ para qué queremos una entrenadora personal? - preguntó Victoria, volteando a ver a su hermana - Ya hago el suficiente cardio, creeme - Y sonrió.

Las chicas se miraron en silencio. Mariana la
miró de mala cara, pero se le escapó una pequeña sonrisa, ya que en realidad estaba intentando aguantar la risa.

- Victoria, no es solo ejercicio. Es entrenamiento para mantener la energía en cada show, la respiración. El show que se viene será exigente, necesitas una rutina. -Le respondió Mariana-. Además, el ejercicio es bueno para liberar estrés. El cardio que tú haces te lo provoca, así que
creeme tú a mi, lo necesitas - Y le guiñó el ojo.

Vicky pusó los ojos en blanco. Las chicas volvieron a mirarse sorprendidas.

- ¿Y cuantos años tienes, Alaia? ¿De dónde
eres? - Preguntó Miko a la chica rubia.
- Tengo 26 años y soy de Medellín, Colombia
- Oh, una Colombiana, me gusta. Bueno, ¿Y tú eres? - Dijo señalando a la chica que estaba sentada al lado de Alaia.

Era una morena hermosa, su color de piel era precioso, un canela perfecto. Tenía unos ojos muy expresivos y unas gran... pensó Victoria, pero mejor alejó esos pensamientos de su mente.

- Mi nombre es Mar Andrade. Soy
diseñadora y asesora de moda. Estoy muy
entusiasmada de trabajar con el equipo, daré todo de mi para que mis diseños y cada atuendo que escoja sea bien recibido por parte tuya Miko.
- Si, no me pondré nada que no sea de mi gusto. Mari - volteó nuevamente a ver a su
amiga - , ¿Por qué no puedo seguir usando lo
que me gusta y ya?
- ¿A todo vas a estar pregunté y pregunté
que para qué? - la reprendió Mariana.
- Si, y para eso estás tú, para que respondas y respondas para qué. - Ambas se miraron mal y después rieron.
- Ya, Vicky, entiende que eres una artista internacional ahora y debemos elevar tu
imagen.
- Mi imagen la tengo súper elevada ¿qué
dices?
- No lo suficiente, aún quedan muchas hetero por ahí - ambas se rieron y chocaron el puño. Alaia y Mar se miraron y sonrieron entre ellas. -Disculpen chicas - Continuó Mariana, aclarando su garganta - Por favor Mar, dinos más sobre ti.
- Tengo 25 años y también soy de Colombia, de una ciudad hermosa llamada Cali.
- Victoria se sorprendió un poco. Otra
Colombiana.
- Bueno chicas, espero que podamos trabajar bien - empezó a hablar Victoria. - No es que me guste mucho esta idea, pero supongo que estoy obligada a acostumbrarme, así que...

En ese momento, la puerta se abrió de golpe, interrumpiendo a Victoria y entró una
chica. Una pelirroja alta, con lentes y un vestido diminuto. Traía en la mano dos malteadas gigantes.
- Hola, buenas tardes, ¿cómo están todas? Perdón la tardanza, es que había una fila enorme en el Popsicle.

Llego hasta donde estaba Victoria y le dio una de las bebidas.

- Para ti, milkshake de nerds con doble adición de dulces por encima. Y tranquila, es leche deslactosada, por tu alergia a la lactosa.

En ese momento Mariana abrió los ojos como platos y le hizo señas con la cabeza a la chica para
que no siguiera hablando.

- ¿Y tú cómo sabes eso? - Preguntó Miko.
- Emmm, buenooo, yo... ammm - la pelirroja
no sabía qué decir. Alaia y Mar estaban palidas.
- Vicky, ella es tu nueva asistente personal -
interrumpió Mariana -. Ella estará contigo,
ayudandote a manejar tu agenda, y le conté previamente algunas cosas tuyas para que ya te conociera.
- ¿MI QUÉ MARIANA? - espetó Victoria, mientras ponía la malteada que tenía en la
mano en el piso.
- Asistente personal. Mira, sé que no te gusta la idea, pero lo necesitamos, tanto tú cómo yo. A mi también me va a ayudar.
- No, no, no, Mariana, yo soy perfectamente capaz de manejar mi vida y mis cosas, no necesito a nadie que me esté organizando
todo.
- Vicky la necesitamos. No damos a basto con todo.
- Pues si tú la necesitas, entonces que sea tú asistente personal. Yo no la necesito.
- Bueno Victoria, no soy yo quien siempre
llega tarde a todos lados, a la que hay que llamar a cada rato porque se le olvidó el evento o la
entrevista.
- Mariana, ha pasado como dos veces,
cabrón, eres una exagerada. Mierda, ¿sabes qué? Mejor me voy, ya he tenido suficiente
por hoy.

Se dirigió hacía la puerta, pero se regresó antes de abrirla. Tomó el milkshake que había dejado en el piso.

- Iba a dejarlo y hacer una salida dramatica, pero son nerds, no pude. - Dio un sorbo al vaso y miro a la pelirroja - por cierto, gracias por el batido, está delicioso. Y le guiñó el ojo antes de salir del lugar.
- Chicas, ella normalmente no es así - Dijo Mariana mientras se frotaba el rostro-
pero odia los cambios y el corillo y su grupo de trabajo son sagrados para ella. Nos conoce
hace demasiados años y no está lista para que no seamos el mismo grupo de amigos de siempre. Denle un poco de tiempo.
- No te preocupes, la entendemos y le tendremos paciencia - Objetó Mar. Alaia y la pelirroja, se miraron.
- Vale. Y otra cosa - dijo Mariana - no
quiero que lo de hoy se vuelva a repetir, jamás. Victoria no sabe nada y quiero que así permanezca. ¿Entendido? - Y es a última línea se la dijo directamente a la pelirroja.
- Si, disculpame Mariana, no volvera a pasar. Te lo juro.

Mariana se despidió y estaba a punto de salir por la puerta cuando la pelirroja la alcanzó.

- Mira, casi lo olvidó, esta otra malteada es para ti. Oreo con frambuesa, tú favorita. - Mariana le
sonrió, tomó la malteada y le dio un sorbo. - Gracias, es verdad, está deliciosa. - Dijo y salió del lugar.

Cuando la pelirroja se dio la vuelta, las otras dos chicas la estaban fulminando con la mirada. Entre ellas y el sermón que le echaría Jessie, era chica muerta.

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