El sustituto y el protagonista están juntos. Dong Shi Niang.

Capítulo 27. ¡Yo no te considero mi hermano en absoluto!

Capítulo 27. ¡Yo no te considero mi hermano en absoluto!

La persona detrás de él hizo oídos sordos, como si no hubiera escuchado sus palabras en absoluto.

Xue Ya no pudo evitar arrepentirse de haber salido del palacio con Cui Lingjing hoy. Si no hubiera salido, él no se habría enterado de todo esto. Aunque no entendía bien qué relación tenía He Xulan con este templo, sentía que se estaba acercando al secreto de He Xulan.

Quería conocer el secreto de He Xulan, pero no en estas circunstancias. Ahora solo estaban él y He Xulan, y He Xulan podía matarlo en cualquier momento sin que nadie lo supiera.

"Este es un lugar sagrado budista, tú... no puedes matarme", dijo Xue Ya temblando. "Si me matas... si me matas..."

Antes de terminar de hablar, fue volteado.

Xue Ya se encontró cara a cara con He Xulan. Por el miedo, incluso contuvo la respiración, y mucho menos pudo hablar. Lo miraba aterrorizado, sin atreverse a hacer ningún movimiento, pero de repente, el otro lo llevó a la mesa.

"¿Quieres?" He Xulan le preguntó a Xue Ya si quería tomar un poco de sopa de arroz.

Xue Ya miró el congee sobre la mesa y empezó a divagar.

¿Estaba envenenada la sopa? ¿He Xulan iba a envenenarlo otra vez?

El incidente anterior del envenenamiento aún estaba fresco en su mente. Xue Ya pensó que probablemente no sobreviviría esta noche. Cuanto más lo pensaba, más triste se sentía. Pero no tenía el valor de decirle al otro que simplemente lo matara, así que solo pudo decir indirectamente: "Gege, no tengo hambre".

"Toma un poco".

El tono de He Xulan no era de negociación. Se sentó en el taburete y sentó a Xue Ya en su regazo. Esta posición hizo que Xue Ya se sintiera muy incómodo y poco acostumbrado, pero aun así no se atrevió a resistirse. Se quedó rígido mientras veía al otro servir un tazón de sopa y acercarlo a sus labios.

Al ver que Xue Ya no abría la boca, He Xulan levantó ligeramente una ceja y preguntó: "¿No vas a tomar?"

Xue Ya estaba a punto de llorar. "Yo..."

He Xulan no dijo nada, solo lo miró. Xue Ya cerró los ojos por un momento, pensando que ahora solo podía someterse, y desesperadamente abrió la boca.

¿Eh?

Esta sopa de arroz sabía bastante bien.

Xue Ya se lamió rápidamente los labios y abrió los ojos. El congee aún estaba caliente, justo a la temperatura perfecta para beber. Pudo saborear verduras y tofu en la sopa, aunque no había verduras ni tofu visibles.

Que la última comida supiera tan bien era una especie de consuelo. Pero una cosa era que supiera bien y otra era la muerte. Xue Ya bebía y se entristecía al mismo tiempo, y una de sus lágrimas incluso cayó en la cuchara.

He Xulan observó a Xue Ya, que lloraba con tristeza pero seguía abriendo la boca voluntariamente. Hizo una breve pausa antes de continuar alimentándolo hasta que terminó el tazón. Finalmente se detuvo. Xue Ya, creyendo que iba a morir, seguía derramando lágrimas por su cuenta, cuando de repente vio que He Xulan empezaba a tomar la sopa él mismo.

He Xulan bebía muy lentamente, incluso más lento que cuando alimentaba a Xue Ya. Xue Ya dejó de llorar y miró atónito cómo He Xulan tomaba la sopa, dándose cuenta de repente de que probablemente no había veneno en ella. Después de todo, esta sopa no la había preparado He Xulan, y además, los monjes que la habían cocinado no envenenarían a alguien al azar, ¿verdad?