El sustituto y el protagonista están juntos. Dong Shi Niang.

Capítulo 86. ¡Suéltame!

Capítulo 86. ¡Suéltame!

"... Está bien, puedes retirarte."

En otro lado, He Xulan, con el pretexto de cambiarse de ropa, llevó a Xue Ya lejos del banquete, hacia el jardín de bambú detrás del palacio lateral. Era un lugar tranquilo con poca gente, y el eunuco Huang y otros vigilaban fuera del jardín.

"¿Por qué pisaste al General Yi hace un momento?" preguntó He Xulan.

Xue Ya se sorprendió, no esperaba que He Xulan hubiera visto su mala acción. Después de parpadear rápidamente dos veces, mintió: "No pisé al General Yi, solo me acerqué porque vi que en su mesa había muchas cosas deliciosas y quería tomar algo."

He Xulan no dijo nada, solo lo miró.

Xue Ya se mordió los labios y finalmente tuvo que admitir: "Sí, lo pisé, pero ¿por qué su banquete de bienvenida es tan grande? Gege, tú también ganaste una batalla."

"Así que estabas defendiéndome." He Xulan soltó una suave risa y lo abrazó.

Xue Ya se apoyó en He Xulan, todavía sintiendo que era injusto. "Gege, ¿por qué Su Majestad te trata de manera diferente?"

No podía entenderlo, además, Cui Lingjing apreciaba a He Xulan, ¿no debería haber organizado un banquete de bienvenida mucho más lujoso para He Xulan que para Yi Yefeng?

He Xulan guardó silencio por un momento antes de decir suavemente: "Porque tiene miedo."

"¿Miedo? ¿De qué tiene miedo Su Majestad?" Xue Ya giró la cabeza para mirar a He Xulan.

"No hablemos de eso. ¿Tienes hambre?"

Como estaban en el banquete, Xue Ya, siendo un sirviente del palacio, naturalmente no podía sentarse a la mesa. Lo máximo que He Xulan podía hacer era darle a escondidas algunos bocados cuando nadie miraba.

Originalmente no quería traer a Xue Ya, pero este dijo que estaba aburrido en el Palacio Ningfu y quería salir a tomar aire, por lo que He Xulan accedió a traerlo.

"Tengo hambre."

Xue Ya tomó la mano de He Xulan y la colocó sobre su estómago.

He Xulan lo palpó y, al ver que efectivamente estaba plano, consideró regresar temprano al Palacio Ningfu. En ese momento, el eunuco Huang se acercó rápidamente desde fuera del jardín de bambú, sin llegar demasiado cerca: "Emperatriz Viuda, parece que Su Majestad lo está buscando."

He Xulan frunció el ceño y luego le dijo a Xue Ya en voz baja y suave: "Regresa con Tongtang a comer, yo volveré más tarde."

Tongtang era uno de los dos aprendices del eunuco Huang.

"Gege, quiero estar contigo, no me importa comer más tarde." Xue Ya agarró la manga de He Xulan, negándose a irse con Tongtang.

He Xulan no estaba muy de acuerdo, pero antes de que pudiera hablar, Xue Ya ya lo había abrazado por el cuello, mimándolo de todas las formas posibles en sus brazos. "Gege, no me hagas volver solo, tampoco quiero comer solo."

Mientras hablaba, besaba los labios de He Xulan.

Aunque el eunuco Huang estaba a cierta distancia, podía oír vagamente el alboroto. A pesar de su edad avanzada y de ser un eunuco, no pudo evitar sonrojarse.

"Xue Ya." He Xulan ladeó la cabeza, evitando los besos desordenados del otro. "Aquí seguirás pasando hambre. Es mejor que vuelvas con Tongtang, yo regresaré lo antes posible. Sé obediente."