Capítulo 102. Arrástrate hasta aquí.

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Aunque se sentía algo avergonzado, Xue Ya ya estaba acostumbrado a las burlas frías y sarcasmo de Yin Qingxuan, quien nunca tenía nada bueno que decir sobre él. En respuesta, giró la cara, liberó su barbilla de la mano del otro y se sentó en su posición anterior, lejos de Yin Qingxuan.

No solo se sentó lejos, sino que también le dio la espalda.

Xue Ya sabía que cuando no hay entendimiento mutuo, es mejor no hablar más. Sin embargo, el comportamiento de Yin Qingxuan durante todo el día siguiente fue extraño. Cuando Xue Ya se dio la vuelta para servir el té, notó que Yin Qingxuan lo miraba con una expresión poco agradable. Durante la comida, al levantar la vista, descubrió que Yin Qingxuan seguía observándolo con la misma cara de muerto, lo cual le resultaba inquietante.

Xue Ya no podía preguntarle directamente a Yin Qingxuan por qué lo miraba tanto, o este lo ridiculizaría de nuevo, acusándolo de ser vanidoso. Así que levantó una mano para cubrirse parcialmente la cara mientras comía, pero esto provocó que Yin Qingxuan hablara.

"¿Qué estás haciendo?"

Xue Ya continuó comiendo con la cara medio cubierta, "Nada."

"¿Por qué te cubres la cara?" preguntó Yin Qingxuan de nuevo.

"Me gusta así," Xue Ya mordió con fuerza un trozo de carne.

Desde su ángulo, Yin Qingxuan podía ver los labios de Xue Ya moviéndose mientras comía. Sus labios eran naturalmente rojos y de forma delicada. Xue Ya tenía una cara pequeña, y todas sus facciones, excepto los ojos, eran pequeñas y delicadas, incluyendo sus labios y sus orejas blancas como la nieve.

Yin Qingxuan dejó sus palillos de jade, tomó un gran sorbo de té y de repente dijo: "Pasado mañana es la Víspera del Año Nuevo."

Al escuchar las palabras "Víspera del Año Nuevo", Xue Ya se quedó atónito.

El tiempo había pasado tan rápido, y de nuevo llegaba el día de su cumpleaños. Después de este cumpleaños, tendría veinte años según la cuenta tradicional. Pero, ¿podría vivir hasta la Víspera del Año Nuevo? Mañana llegarían a la capital, y Cui Lingjing seguramente no lo perdonaría.

Pensando en esto, Xue Ya comenzó a comer carne más frecuentemente.

Yin Qingxuan notó el cambio en los movimientos de Xue Ya y pareció encontrarlo extraño. "¿Todavía tienes ánimo para comer?"

"Coma o no coma, no me dejarás ir. Me llevarás de vuelta a la capital de todos modos. Ya que voy a morir, naturalmente quiero comer más antes de morir, para no tener tanta hambre en el camino al inframundo." Xue Ya se metió un gran bocado de carne en la boca, hinchando sus mejillas como las de un hámster.

Aunque intentaba parecer indiferente frente a Yin Qingxuan, sus ojos no pudieron evitar enrojecerse. Hacia el final de la comida, las lágrimas caían sin control y ya no podía comer más.

El día pasó rápidamente, y pronto llegaron a la capital.

Hace tres años, Xue Ya también iba sentado en un carruaje, siendo escoltado a la capital. En aquel entonces, levantaba secretamente la cortina para mirar afuera. Hoy, abrió la ventana abiertamente para mirar, con un estado de ánimo similar pero diferente.

En aquel entonces, sentía miedo por la desconocida capital, pero también una emoción oculta en su corazón. Ahora también sentía miedo, pero no emoción; en su lugar, había nostalgia.

El sustituto y el protagonista están juntos. Dong Shi Niang.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora