Capítulo 81. Colocó una gota de sangre en el entrecejo de Xue Ya.

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Capítulo 81. Colocó una gota de sangre en el entrecejo de Xue Ya.




El cinturón se soltó y el vestido que llegaba hasta el pecho se deslizó automáticamente hacia abajo. Mientras Xue Ya se apresuraba a sujetar el vestido, Yin Qingxuan lo levantó en brazos y lo llevó nuevamente hacia la cámara interior. Al ver que el destino de Yin Qingxuan parecía ser la cama, Xue Ya se alarmó, ¿acaso Yin Qingxuan quería asfixiarlo con las sábanas?

En un instante, Xue Ya fue arrojado sobre la cama. Sin preocuparse por el dolor, intentó bajarse inmediatamente, pero Yin Qingxuan dio un paso para bloquear su salida. Xue Ya rápidamente gateó hacia un lado, tratando de escapar por un hueco, pero Yin Qingxuan volvió a moverse para bloquear su camino.

Después de varios intentos, Xue Ya se sintió como un ratón acorralado por un gato, sin posibilidad de escape. Levantó la mirada hacia la persona junto a la cama y, al ver cómo lo miraba desde arriba, preguntó con indignación: "¿Qué quieres hacer exactamente?"

¿Acaso quería burlarse de él antes de matarlo?

Apenas terminó de hablar, Yin Qingxuan se inclinó repentinamente, obligando a Xue Ya a retroceder. Pero Yin Qingxuan lo agarró por el tobillo y lo arrastró de vuelta. En el forcejeo, el vestido que Xue Ya sujetaba se deslizó un poco, revelando parte del sostén rojo escarlata que llevaba debajo. Yin Qingxuan se detuvo al ver el sostén, pero rápidamente presionó el hombro de Xue Ya y levantó los delgados tirantes.

Esto hizo que Xue Ya se asustara aún más. Luchó desesperadamente para liberarse y comenzó a patear sin control. Pareció acertar, ya que escuchó un gruñido de Yin Qingxuan, pero al momento siguiente, sus piernas fueron inmovilizadas.

Incluso vio cómo él bajaba la cabeza.

Cuando sintió su cálido aliento acercándose repentinamente, Xue Ya apenas pudo girar la cabeza. Cuando sintió dolor en la oreja, no pudo evitar estremecerse. Cuando el dolor se trasladó al cuello, Xue Ya finalmente no pudo contener un grito.

En ese momento ya no le importaba el vestido, solo quería empujarlo lejos. Pero su fuerza era menor que la de Yin Qingxuan y no podía apartarlo. Desesperado, Xue Ya comenzó a golpear sin control.

Cuando de repente se escuchó un sonido claro, incluso Xue Ya quedó aturdido. Con un poco de retraso, miró su mano que ardía de dolor, y luego miró el rostro apuesto y blanco de Yin Qingxuan.

Para ser precisos, debería decir medio rostro blanco, ya que la otra mitad que él había golpeado se enrojeció rápidamente.

Él... le había dado una bofetada a Yin Qingxuan.

Xue Ya se encontró con la mirada evidentemente oscurecida de Yin Qingxuan y se quedó paralizado del miedo. Cuando le quitaron el vestido, apenas pudo reaccionar, pero ya era tarde. Sintió que volvía a aquella noche en el Palacio Enji, también con Yin Qingxuan abusando de él así.

No, esta vez era aún peor que aquella noche.

Xue Ya sollozaba mientras empujaba a Yin Qingxuan, pero era inútil. Su fuerza no era comparable a la de él. Cuando también le quitaron los pantalones a la fuerza, ya no pudo soportarlo más y estalló en llanto desconsoladamente.

Yin Qingxuan observó al joven que lloraba debajo de él y detuvo su mano. La piel bajo sus dedos era suave y lisa como la seda. Después de mirar en silencio por un momento, de repente se mordió el dedo.

Cuando el dedo comenzó a sangrar, colocó una gota de sangre en el entrecejo de Xue Ya.

Los médicos imperiales habían nutrido cuidadosamente el cuerpo de Xue Ya en los últimos días, haciendo que su piel fuera aún más blanca y delicada que antes. El rojo y el blanco se entremezclaban, resaltando aún más la blancura cremosa, tan tentadora que daban ganas de devorarla de un bocado.

El sustituto y el protagonista están juntos. Dong Shi Niang.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora