Una Segunda Oportunidad (Genya Y Muichiro En BNHA)

Capítulo 1

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Hola a mis 7 lectores del momento, este es el capítulo 1, lo hize con mucho esfuerzo y muchas búsquedas en Google con sinónimos. Jeje...
Hiba a publicar el capítulo el mismo día que el prólogo pero MIERDA, tenía que verificar cuenta y no sé cómo pero me borraron como 2 veces el progreso, es horrible, me disculpo si los capítulos tienen fallas, o incoherencias, mezclando muchas ideas puede ser abrumador.
Me gustaría que dejarán un voto si les gusto el capítulo y comenten sugerencias, críticas constructivas o lo que piensen de cada diálogo. Sin más comencemos. 🤗

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Tras la batalla contra la primera luna superior, dos jóvenes se hallaban al borde de la muerte. Muichiro, de apenas 14 años, yacía en el suelo con la mitad del torso y las manos mutiladas. El haori de Gyomei Himejima, el Pilar de la Roca, cubría el cuerpo del joven cazador de los hombros hacia abajo. En cambio, Genya Shinazugawa exhalaba sus últimos alientos mientras su cuerpo se desintegraba poco a poco, con su hermano mayor gritando y suplicando por él y su vida. Era demasiado tarde para el arrepentirse, momentos después, el cuerpo del menor Shinazugawa se desintegró por completo,
pasando a mejor vida ambos cazadores, su valentía y sacrificio no habían sido en vano.

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Con Muichiro Tokito en algún lado

En el vacío infinito, se encontraba el espíritu de Tokito Muichiro, aún sumido en la inconsciencia después de aquella ardua y agotadora batalla. Como por arte de magia o por algún poder misterioso, todo su cuerpo se encontraba en perfecto estado, ilesos como si nada hubiera pasado. Sus manos y extremidades inferiores estaban reunificadas sin rastro alguno de las heridas sufridas, siquiera alguna cicatriz. No hacia falta mucho tiempo antes de que el joven de hebras azul marino comenzara a despertar, abriendo sus ojos con torpeza mientras que, poco a poco, iba recobrando sus cinco sentidos, como si emergiera de un profundo sueño.

"¿Uh?"-Murmuró con incertidumbre y confusión, incorporándose lentamente hasta quedar sentado en lo que parecía ser el suelo. Sus ojos, aún adormilados, recorrieron su alrededor con curiosidad y un deje de temor, en busca de alguna señal, persona o cosa que pudiera indicarle dónde se hallaba. Sin embargo, para su desconcierto no logró divisar nada, absolutamente nada más que una infinita y envolvente oscuridad que se extendía en todas direcciones. Esta visión, o más bien, la falta de ella, provocó un ligero pero perceptible escalofrío que recorrió la espalda del menor, estremeciendo su piel.

Decidido a no quedarse en ese mismo lugar y decidió investigar su entorno, Muichiro se levantó con cierta dificultad, notando un leve caos en sus piernas que aún no respondían del todo a sus órdenes. Una vez de pie, consideró la idea de pasear un poco por la zona, impulsado por una mezcla de curiosidad y la necesidad de orientarse en aquel extraño lugar. Este ambiente que al principio le causaba una extraña sensación de paz, ahora también despertaba en él una creciente inquietud y nerviosismo a medida que tomaba conciencia de su situación. La dualidad de emociones, la calma aparente del vacío y la ansiedad de lo desconocido comenzaba a agitar sus pensamientos
.Durante su camino, que se extendió por apenas unos breves minutos, no más de dos, Muichiro fue repentinamente interrumpido por una voz misteriosa que resonó en el aire si es que se podía considerar aire. Con un movimiento ágil y presiso, giró sobre sus talones, su mano instintivamente buscando el mango de su katana. Sin embargo, lo que sus ojos encontraron no fue una amenaza, sino una visión asombrosa, una entidad luminosa cuyo resplandor era a la vez cálido y cegador, era casi como la mismísima estrella en el centro del sistema planetario en el que pertenecía. La intensidad de la luz era tal que por un instante, Muichiro se vio obligado a entrecerrar los ojos, su visión momentáneamente nublada por el brillo sobrenatural.