capitulo 2: marcas

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Camila se metió las manos al bolsillo derecho de su falda de la escuela y sacó unas llaves con las cuales abrió la puerta de su casa, después de entrar a la casa, puso las llaves en un pequeño gancho al lado de la pared de la puerta después entró a su habitación que el cual era el primero y dejó su morral en su cama para luego salir y mirar si su madre se encontraba en su habitación. La habitación estaba vacía <<claro que no estas mamá>> pensó ella mientras con el rostro lleno de decepción al no ver a su madre en su habitación, pero al volver a mirar a la sala de estar, pudo notar que en el sofá grande que estaba frente al televisor había alguien durmiendo y al hacerse un poco más vio que era su madre quien estaba durmiendo acostada en el sofá aun con su ropa de salir.

En Camila se dibujó una pequeña sonrisa nostálgica al darse cuenta que madre había vuelto, mientras miraba dormir a su madre, puso su cara cerca a la de su madre y le dio un beso en la frente y comenzó a sacudirla suavemente para despertarla.

— Mamá soy yo Camila. Despierta—. Trataba ella de despertar a su madre con voz baja, al momento su madre abrió los ojos.

— Hija mía—. Dijo ella entre dormida y despierta. — ¿Cómo estás?

— Bien mamá tranquila. Ven vamos para la cama.

— Está bien deja yo me levanto.

Camila llevo a su madre hasta la cama y estas se volvió a dormir enseguida, << tienes que estar muy cansada ¿verdad>> pensó Camila luego, procedió a quitarle la ropa y a ponerle una mas ligera y adecuada para dormir después encendió el ventilador para que le diera calor y por último apagó las luces de la habitación — descansa mamá te quiero—. Dijo Camila en voz baja para después cerrar la puerta despacio para no causar ningún ruido grabe que pudiera despertar a su madre.

Camila después se dirigió a la cocina, abrió la puerta del refrigerador y sacó una pequeña botella personal de la gaseosa fabricada en Colombia. (la colombiana), acto seguido entró a su habitación y se sentó al borde de su cama dejando la gaseosa puesta sobre la pequeña mesa de noche que tenia a un lado de la cama y a continuación empezó a quitarse la ropa, después de haberse quitado la falda y los zapatos, se puso ropa casual para estar en casa.

Primero se puso un legui y al momento de quitarse la camisa blanca de la escuela para ponerse una blusa ombliguera con las mangas cartas, notó las marcas que tenia en el brazo << ¿no entiendo cómo me salió esto?>>> pensó ella mientras se miraba se sobaba suavemente con la otra mano. Estando todavía desconcertada se le vinieron a la mente los recuerdos de la sombra que ella vio parada en medio de la cancha de futbol sintética, pero inmediatamente sacudió su cabeza para borrar ese recuerdo tenebroso, Camila alargó dejo salir un suspiro y se dejó caer de espaldas en su cama.

— Sin dudas fue mi imaginación por fumarme se porro que estaba tan fuerte—. Se dijo ella así misma poniéndose de lado en su cama de forma fetal, cerrando los ojos y quedándose profundamente dormida.

Por otro lado, José quien se encontraba todavía con la PLAY fue interrumpido por su madre quien entró en la habitación.

— ¿todavía jugando en la PLAY José? —. Refunfuño su madre al verlo jugando.

— ¿es fin de semana así que este es mi descanso de estudiar toda la semana—. Respondió el sin apartar la vista del televisor.

— Lo se hijo, pero no te la vas a pasar todo el santo día jugando en eso, también me tienes que ayudar.

— No me la voy a pasar todo el día jugando, termino esta partida y te ayudo con lo que quieras.

— Eso espero.

EL DIABLO VIENE POR NOSOTROS.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora