EL PORTAL MALDITO.

LA PERSECUCIÓN DE LAS BRUJAS.

EL PORTAL MALDITO.

VIVIR PARA VOLVER A MORIR.

CAPÍTULO 08

Ellas asustadas, miraban a estas personas con diferentes armas en sus manos, estaban enfurecidas, el viejo John, moviendo su trinche oxidado, expresó:
-Tienes razón Alex Alvarado, eso fue lo que dijo la maldita bruja. -

Nicol, con mucho temor, colocó sus manos enfrente, como indicando que se detuviera esa gente, les comentó:

-No... no somos brujas. -

- ¡Cállate! Bruja tú misma dijiste: miren eso brujas, según mi mente, aquí todo es diferente, no encontramos el rio de aquella mujer.
¡Usaste tus poderes que te da el Diablo! -

-No es cierto, eso no es así. -
Expresó Carol con temor, agitando despacio su cara de derecha a izquierda, sintiendo estrés en su estómago, apoderándose de ella el miedo.

El líder de esta chusma, era el llamado Alex Alvarado, quien enojado, las señalaba con el dedo índice de su mano derecha, expresó:

-Ustedes mismas dijeron: que yo recuerde hermanas brujas, ya morimos, tal vez ahora, todo sea felicidad, somos eternas.
¡Son unas malditas brujas! -

Stephanie enseguida gritó:
- ¡No nos referíamos a eso! -

- ¡Cállate maldita bruja! Las escuchamos claramente que dijeron: Tal vez, tengas razón hermana bruja, ahora, viene el oro y la plata, como recompensa, siendo eternas en este lugar. -
Carol, muy asustada, de no saber quiénes eran estas personas, expresó:

-No saben a qué nos referíamos, pero, nosotras no somos unas brujas. -

- ¡Cállate maldita bruja! ¡Mírate! Ni siquiera su ropa negra es como la de nosotros. -

Expresó Alejandro de Alvarado, con mucho enojo. Stephanie asustada de ver que más se acercaban estas personas a ellas, gritó:

- ¡Estamos perdidas! ¡Queremos saber cómo salir de aquí! ¡No somos brujas! -

- ¡Cállate bruja! -

Gritó Alejandro de Alvarado, golpeando a Stephanie en la cabeza con un palo, sacándole sangre que escurrió por su cabello, cuatro sujetos que traían palos en sus manos, empezaron a golpear a Carol y también a Nicol, quienes sentía los fuertes golpes en su cabeza y en su cuerpo

Mientras otras personas, amenazaban con enterrarles el trinche en el estómago, o las
barretas de acero que tenían entre sus manos.

Hasta que en la golpiza, cada una de ellas, fue perdiendo el sentido. El viejo John, moviendo su trinche tocando el estómago de Carol, expresó:

-Llevemos estas tres brujas, con el enjuiciador, Loreto de Sevilla. -

Alejandro de Alvarado, mirando muy serio a su amigo, le comentó:
-Claro que estas tres brujas, no las dejaremos ir, más por todo lo que escuchamos, o quemarán todas las cosechas con su obscuro poder. -

Uno de los hombres, enojado por perder su cosecha, con fuerza patio a Stephanie en el estómago, quien solo se movió su cuerpo al estar desmayada, expresó:

-Por culpa de estas malditas brujas, mi cosecha se echó a perder, son una maldición para la humanidad. -

Otro sujeto en tono enojado, gritó:
- ¡Quemémoslas de una vez! ¿Qué más pruebas quieren? ¡Son brujas! ¡Son unas malditas brujas! ¡Ustedes las escucharon!
¡Ellas aceptaron ser unas brujas! -

Con un palo grueso, con furia le golpeó tres veces en las piernas a Carol. Enseguida, Alejandro de Alvarado, líder de ellos, colocó las manos enfrente, en señal de que se detuvieran, y enseguida les gritó: