Enzo era heterosexual, estaba muy seguro de eso. Tenía un largo historial de mujeres con las que estuvo al volverse un futbolista reconocido, todo siempre muy breve y nada serio. Por eso, que su amigo ahora lo esté llevando a su habitación para tener sexo, le parecía lo más surrealista de toda su vida. Ni siquiera se comparaba con haber sido el mejor jugador joven de un mundial, en lo absoluto.
Llegaron a la habitación y Julián se giró, dándole una mirada intensa. Sin decir nada, se volvió a acercar a él y le comió la boca con una intensidad que jamás habían tenido antes. Enzo lo agarró por la cintura, como normalmente haría con una mujer, y caminó despacio hacia la cama. Ya había aceptado que tendrían sexo, intentaría por lo menos ponerle un poco de onda.
No quería siquiera pensar en porqué nunca se quejó con los médicos de tener que hacer eso, o negarse diciendo que él no tenía nada que ver. Tan sólo lo había aceptado y listo, sin más.
Julián volvió a manotearle el bulto por encima de la ropa y se separó del beso mientras lo masajeaba — ¿No tengo premio por mi partido de hoy? —murmuró con la voz un poco ronca, y Enzo sintió que se le erizaba la piel.
— Obvio lindo, ¿qué querés?
Julián se mordió el labio y se arrodilló de golpe, empujando a Enzo para que se sentara en la cama. Las pulsaciones de Enzo se dispararon a la mierda de tan sólo imaginar a su mejor amigo haciéndole un pete, y sentía que se tenía que cuestionar hasta dónde estaba bien seguir con la mentira, porque esto Julián no lo haría normalmente.
A pesar de todo, Enzo alzó las caderas cuando Julián se lo pidió para quitarle el bóxer y llevó su mano a esos rulos castaños tan preciosos.
— ¿Me extrañaste amor? —murmuró, acercándose un poco más, agarrando la pija de Enzo por la base y pasando su lengua por todo lo que le restaba sin agarrar.
Enzo soltó el aire que no sabía que estaba conteniendo. La imagen visual era mucho más fuerte que la sensación en sí. ¡Por Dios! Uno jode a sus mejores amigos y le dice "chupala" en joda, pero ahora Julián lo estaba haciendo de verdad y creería estar tocando el cielo de lo bien que se veía.
Julián se escupió en una de sus manos y empezó a masturbarlo a Enzo, mirándolo desde abajo. Enzo no podía creer la cara de trola que ponía su amigo, con la sonrisa y los ojos entrecerrados mientras pasaba su lengua por toda su pija.
— La puta madre Juli... —jadeó Enzo, apretando un poco sus rulos sin darse cuenta.
Julián soltó una especie de risa ahogada y decidió meterse la pija de Enzo en la boca de una buena vez, ahuecando los cachetes y succionando como sabía hacer. Empezó a subir y bajar lento, volviendo loco a Enzo de la ansiedad, sintiendo cómo su novio lo empujaba con la mano para que vaya más rápido y profundo.
Enzo creía que estaba en un sueño, uno un poco extraño pero hermoso. Julián la chupaba como un profesional, rozando el inicio de su garganta sin atragantarse y sin lastimarlo con los dientes.
Se sentía tan, tan bien que a Enzo le apenaba que pudiera terminar así. Llevó su mano desde el cabello de Juli hasta su mandíbula, separándolo por un momento. El rostro de Julián estaba más rojo que nunca y tenía los ojos un poco húmedos. Se veía muy sensual, y Enzo estaba empezando a dudar de que tal vez también le gustaban los hombres.
— Vení —dijo en un susurro y Julián se levantó del piso, con las rodillas un poco adoloridas. Enzo lo agarró por la cintura con desesperación y lo tiró en la cama, volviendo a besarlo con ganas.
Pasó de estar paniqueando a estar tocando cada parte de piel del cuerpo de Julián, queriendo cada vez más y más.
— Amor — jadeó Julián una vez se separaron del beso— . Anda a buscar el bolso, traje algo para probar lindo.
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Perfecta | Julienzo
FanfictionDurante un partido Manchester City - Chelsea, Julián se golpea la cabeza y se desmaya en el acto. Cuando se despierta, cree que está de novio con Enzo Fernández, su amigo de toda la vida. Ni los médicos ni Enzo entienden nada, y piensan seguirle el...