Nadie le dice que no a la princesa

1.4K 108 2
                                    

1994

Un auto Mercedes Benz del año circulaba por las calles de la tan caótica ciudad por el tráfico que se hacía en las mañanas por la gente que llevaba a sus hijos a la escuela y quienes iban camino a su trabajo.

En el interior del auto viajaba una chica de cabello rubio que le llegaba hasta la cintura y unos ojos verdes que tenían un brillo peculiar. A primera vista podías notar que esa chica no era de aquí, parecía de esas modelos gringas que salían en las películas y que lucían como muñecas de porcelana.

Traía un walkman de color rosa y unos audífonos del mismo color que reproducían un cassette que tenía la portada de una de las bandas de rock más influyentes de los 90's, Pink Floyd, era la banda favorita de ella y la que podía escuchar a todas horas sin cansarse.

El lujoso auto se detuvo frente al colegio Héroes de la Revolución, una escuela privada la cual se podría decir era un buen lugar para el desarrollo educativo de los adolescentes. El chofer del auto se bajó para abrirle la puerta a la chica.

—muchas gracias Simón—dijo amablemente mientras bajaba del auto y se colgaba su mochila en la espalda

—ten un excelente día princesa, cuando salgan paso por ti

Simón era el chofer de la familia de Gianna desde incluso antes de que ella naciera, así que básicamente la había visto crecer y la quería como si fuera su propia hija, Gianna de igual manera veía a la gente de servicio de su casa como más miembros de su familia por el cariño que le daban desde siempre.

Gianna entro a la escuela y como era desde hace un año que llego a la escuela, recibía las miradas de todos; algunos por lo bonita que les parecía, otros porque quizás envidiaban la popularidad de la "gringa" y otros más imaginando como sería el tener la vida que ella tenía al ser hija de familia rica.

—hola Tenoch—la rubia saludo a su amigo que parecía estar ansioso por algo—¿Qué tienes? Parece como si fueras un gusano y te hubieran echado sal

—Alex no llega y necesito que sea tu guarura para poder entregar los trabajos—el chico moreno le entrego una mochila negra—aquí están todos, tú ya sabes que hacer, porque no confió mucho en Alex para hacer este trabajo

—calm down—le puso una mano sobre su hombro—no es como que no pudiera hacerlo sola

—en primera; odio que me hables en inglés, y segunda; si no te cuidamos tu primo va a ser el primero en venir y cortarnos la cabeza o quizás algo peor—Gianna solo hizo ojos de huevito cocido, sabía que a Tenoch le gustaba tener todo bajo control y cuando algo no salía de acuerdo al plan se ponía todo histérico

En la entrada apareció su otro amigo que los saludo levantando la mano.

—buenos días princesa—Alex le dio un beso en el cachete a Gianna quitándole la mochila

—llegas tarde—le reclamo Tenoch

—quedamos a las siete y son siete con quince—dijo Alex despreocupado

—la puntualidad es la base de todo buen negocio

El timbre de la escuela sonó y eso significaba manos a la obra, el trabajo de Alex y Gianna al ser de los más populares y caritas de la escuela era el ser el rostro de su empresa, ellos se encargaban de cobrar los trabajos, entregarlos y resolver conflictos que llegaran a suceder con los clientes.

—lo siento Jero pero no podemos darte tus cosas hasta que liquides la deuda que tienes—le dijo Gianna amablemente al chico que era el matón de la escuela

—no me están dando mis domingos, pero te juro que cuando lo tenga les voy a pagar—dijo el chico preocupado

—claro que sí, y cuando lo tengas nosotros aquí vamos a estar—ahora dijo Alex

La rubia se sintió mal por él, no era el más inteligente que digamos, pero no era un mal chico, solo un poco bravucón, Gianna suspiro y saco de su mochila su cartera.

—dale su trabajo Alex—saco un billete de veinte pesos y se lo dio a su amigo—yo lo pago

Alex la volteo a ver con una cara de que no entendía que estaba pasando

—ya solo dale el trabajo—le quito el folder y se lo dio a Jero

—te lo juro que cuando tenga te lo regreso, en serio muchas gracias Gianna, te debo una—dijo el chico yéndose feliz de que no iba a reprobar su proyecto de biología

—¿Qué fue eso? Acaso tu acto de bondad del día, la caridad de la casa de la madre Gianna—a Alex le molestaba el hecho de que su amiga era demasiado inocente y comprensiva con los demás, por eso la protegía tanto, tenía miedo de que algún día fuera a salir lastimada por su bondad

—no le vi lo malo a ayudar a los clientes a que sigan consumiendo nuestro producto—bromeo la chica

El timbre que anunciaba el inicio de la primera clase se hizo presente así que ahí fue donde ambos se separaron y Gianna fue directo al salón mientras Alex iba a hacer quien sabe qué cosa.

Ella se sentó en la parte de adelante del salón, a un costado se sentaba Daniela y atrás de ella Marifer, eran sus amigas y aparte estaban juntas en el negocio así que solían estar mucho tiempo juntas.

—hola guapa—Daniela llego a darle un fuerte abrazo a su amiga

—¿Y Marifer? Ya se tardó—pregunto al ver como su otra amiga aun no aparecía

—quizás vaya a llegar tarde—en eso entro al salón un chico que parecía ser nuevo

Rápidamente capto la atención de Gianna haciendo que ella se enfocara en él, era un chico no tan alto, con cabello castaño claro y ojos de color, así como los de ella. Se veía algo nervioso y por instinto se sentó en la banca que estaba detrás de ella.

—está ocupado—Daniela le reclamo

—déjalo Dani, yo me cambio para que Marifer se siente aquí—se iba a levantar, pero en eso llego el profesor haciendo imposible que pudiera moverse alguno de los dos ya de lugar

—profe puedo pasar—Marifer apareció en la puerta

—ay García apenas es lunes ¿Ya vamos a empezar la semana con un retardo?

Al final la dejo pasar y se fue directamente al chico nuevo

—este es mi lugar—le dijo de mala gana

—siéntate aquí, yo me muevo—Alex quien era su novio se movió de su asiento a uno de atrás

El profe de matemáticas se puso a escribir una ecuación en el pizarrón mientras que Daniela y Marifer intentaban hablar ya que se veía medio desganada.

—¿Todo bien?—le susurro Gianna a Marifer—¿Paso algo con Alex?

—a ver silencio que voy a pasar lista mientras su compañero Camacho pasa a resolver el ejercicio—el profesor alzo la voz

Daniela y Marifer se escribieron en un papelito y se lo estaban pasando entre ellas usando al nuevo de puente para hacérselos llegar.

—Palacios-llamo la atención del grupo—estoy hablándote a ti, al nuevo, Guillermo Palacios ¿Qué traes ahí en la mano?—no contesto—pasa al frente con ese papelito

Gianna vio como Guillermo estaba temblando de los nervios, no podía imaginar que en tu primer día ya te expongan de esa manera.

—léanos lo que dice el papelito—insistió el profesor

—no puedo—dijo el chico cerrando la hoja que tenía en las manos

—¿O prefiere que el director venga a leerlo por usted?

Al chico no le quedo más opción que hacerlo, ya que no quería tener problemas en su primer día.

—¿Estas bien? ¿Qué paso con Alex—empezó a leer—Alex no se quiso acostar conmigo, no le digas a nadie

Todos en el salón comenzaron a burlarse por lo que había leído el nuevo, Gianna volteo a ver a su amiga que estaba hecha bolita de la vergüenza y Alex también estaba con una cara de que no creía lo que acababa de pasar.

COMFORTABLY NUMB // Nadie Nos Va A ExtrañarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora