COMFORTABLY NUMB // Nadie Nos Va A Extrañar

Nadie más sufre anorexia

—gracias por traerme Alex, aunque no era necesario que lo hicieras—Gianna traía puesta la chamarra del chico ya que ella no llevaba

—no digas eso, fue un placer—le sonrió tiernamente—tengo que llegar a hacer la tarea de inglés, ya ves que pasado mañana se entrega

—¿Seguro que no quieres que lo haga yo? Es lo menos que puedo hacer por como me ayudaste

—no te preocupes voy a estar bien, no estoy tan pendejo—Alex le dio un beso en la mejilla a Gianna—descansa princesa

—descansa Alex

Entró a su casa y vio a sus padres viendo la televisión en la sala.

—ya llegue—se anuncio la chica

—por un momento pensé que te quedarías a dormir con tu amiga—su madre la volteo a ver—¿Cómo te fue en tu trabajo?

—bien, pero tengo que terminar unas cosas así que voy a subir a usar la computadora—la chica intentó evadir lo más que pudiera las preguntas ya que solo quería llegar a su cuarto

—¿Quieres algo de cenar mi niña?—le pregunto su nana

—comí en casa de Marifer así que vengo llena, muchas gracias—subió directo a su cuarto y sin que se dieran cuenta le puso seguro a su puerta

Gianna se recargó en la pared y empezó a llorar sin hacer mucho ruido para evitar que la escucharan, la escena de Memo y Marifer pasaba por su cabeza causándole ganas de vomitar.

Se levantó poniéndose frente al espejo y con ello levantando su blusa dejando su abdomen al descubierto, se colocó de lado y los pensamientos que hace ya mucho tiempo no ocurrían, el verse gorda y sentirse mal consigo misma, con su apariencia y su cuerpo.

Había luchado con eso durante bastante rato y que ahora aparezcan de nuevo, era de las peores sensaciones que se podían experimentar.

—por eso a Memo no le gusto, estoy gorda y soy fea—se dijo a sí misma antes de ir al baño y meterse el dedo en la garganta causándole el vómito

Gianna había sufrido de anorexia por un periodo de tiempo en su estancia en Estados Unidos que era cuando las otras chicas la molestaban, pero sus padres nunca lo supieron, es más, jamás notaron el problema que su hija tenía.

Al llegar a México se vio forzada a autotratarse ya que era más difícil el poder dejar de comer y causar el vómito sin que su nana y Simón se dieran cuenta. Pero ese día era imposible no hacerlo.

Se limpió la boca y fue al lavabo a enjuagarse para que no se percibiera el olor, se dirigió a su cama y se metió en ella sin importar que aún trajera la ropa puesta, se colocó su walkman y coloco el cassette del álbum "Dark Side Of The Moon" reproduciendo y cerrando los ojos esperando que el dolor que sentía desapareciera.

Al día siguiente sus padres se habían levantado temprano ya que tenían un par de comidas de negocios pero antes querían llevar a su hija a la escuela, pero cuando estaban desayunando vieron que Gianna todavía no bajaba.

—es muy extraño que la niña aún no haya bajado—comentó su padre tomando un sorbo de su café mientras leía el periodico

—iré a ver que pasa—su madre se levantó de la mesa y subió a su cuarto para encontrarse a su hija aun acostada—Gianna hija ya levántate se te va a hacer tarde

—no iré hoy a la escuela, me siento mal—contestó ella destapando su cabeza y su madre vio que en efecto estaba con ojeras bastante marcadas y un rostro tan pálido como la leche—Can i stay home? Just for today

—of course honey—se acercó a darle un beso en su frente—les dire que te suban el desayuno y estén al pendiente de ti, nosotros regresamos más tarde y si sigues mal te llevamos al doctor ¿Esta bien?

—gracias ma-Gianna le sonrió y la mujer salió de su cuarto para seguirla dejando dormir

En la escuela mientras tanto, Memo buscaba entre toda la gente que entraba al colegio a Gianna, necesitaba explicarle lo que había ocurrido ayer y que todo fue un malentendido.

—aun no llega—dijo en voz alta a la persona que estaba a un lado que era Marifer, ella también quería hablar con ella ya que ayer Memo en su desesperacion de lo que habia pasado le había confesado que estaba enamorado de Gianna

—¿Qué hacen?—Alex apareció cruzado de brazos

—esperando a Gianna, tenemos que hablar con ella—contesto Marifer

Alex no quería aun enfrentarlos sobre lo que ocurrió porque primero quería saber qué era lo que Gianna iba a hacer y de ahí el tomaría una decisión. El timbre de la primera clase sonó y en el salón estaba vacío el lugar la rubia lo cual preocupo a sus amigos e incluso a Diego, era raro cuando ella faltaba.

Alex supuso que ella no se presentó por lo que había pasado ayer, después de clases iría a verla a su casa solo para asegurarse que estuviera bien.

Finalmente, después de casi tres horas, Gianna logró levantarse de su cama para comer algo ya que su estómago le dolía por todo lo que saco de ayer y aparte no levantar sospechas con su nana, ya que no quería ir al doctor porque revisaria su garganta y se darían cuenta de lo lastimada que estaba.

Comió un poco de la fruta que tenía en el plato junto a unas sincronizadas y un licuado de chocolate aunque tuvo que aguantar las arcadas que sentía en cada trago, vio a un costado del cuarto varias cajas de diferentes tamaños.

Se sentó frente a ellas y abrió la primera que traía diferentes tipos de joyas de marcas estadounidenses así que supuso que eran regalos que sus padres le habían traído de su viaje, después de revisar cada una de ellas y sacar el contenido que había que en la mayoría eran ropa y zapatos. Quedó una, la más pequeña, esa le causó mucha curiosidad porque siempre las cajas solían ser de tamaños medianos a grandes pero esa no.

Al abrirla su rostro cambió de inmediato de expresión de tristeza a una de asombro mezclado con alegría, este regalo sin duda era de su padre, sacó un VHS que era nada más y nada menos que la película que Pink Floyd había estrenado en el 82 pero había sido muy difícil incluso para Alex conseguirla.

Su cambio de humor se notó, aun estaba triste pero ese regalo la había animado bastante, fue corriendo a la sala de entretenimiento a ponerla pero cuando iba a ir a la expendedora de dulces por unas palomitas y un refresco se detuvo en seco. El recordar cuánta grasa tienen esas cosas la obligaron a detenerse y mejor tomar una manzana y agua embotellada que eran menos dañinas para su salud.

Estuvo toda la tarde viendo la película una y otra vez, era un goce enorme poder ver finalmente la película las veces que quisiera y no solo cinco veces como hizo cuando vivía en Estados Unidos. Coreaba las canciones a todo volumen y por un momento logró olvidarse de Memo y todos sus problemas alimenticios, pero cuando llegó la tarde el sonido del timbre se escuchó pero como Gianna no esperaba visitas no le tomó mucha importancia.

Continuó viendo la pantalla cuando una persona entró de imprevisto a la sala haciendo que la rubia volteara de inmediato y llevándose una sorpresa de la persona que tenía enfrente.

—¿Qué haces aquí?