000. prólogo

178 32 2
                                    

| 000.
prólogo |

────────────────────

EL SOL COMENZABA A PONERSE CUANDO ANJALI FINALMENTE CRUZÓ EL LETRERO DE FORKS. Su vieja camioneta azul, ya despintada, navegaba en la carretera que cruzaba los frondosos bosques de Washington. Anjali tenía su mirada en el camino y su mente vagaba en diferentes posibles situaciones ante su llegada. Su mirada bajó al reloj digital que había en su radio y suspiró mientras finalmente cruzaba los limites de la reserva.

   Las casas unas pegadas de las otras, los autos y personas conocidas hacían que su corazón se acelerara. La camioneta azul se detuvo frente a la residencia Black, y Anjali se bajó de esta, sus pasos apresurados y ligeramente temblorosos. Su cabello se movió con la suave brisa de la tarde mientras tocaba la puerta.

Jacob Black fue la primera persona de la reserva con la que hablaba en algunos años, y Anjali sonrió nerviosa al verlo.

— ¿Está Billy? — Anjali preguntó mientras observaba al chico, luego de saludarlo, su peso cambiando de un pie al otro.

— Está en una reunión con el consejo. — Jacob mencionó mientras observaba a la chica, sus ojos entrecerrados mientras observaba su inquietud — ¿Estás bien? —

— Gracias. — Anjali habló apresuradamente mientras daba un paso atrás, ignorando la pregunta del menor, y se giraba para llegar a su camioneta.

  Levantando polvo mientras se retiraba de la casa, Jacob se quedó extrañado ante el comportamiento de la menor de los gemelos Uley. Anjali por otra parte conducía apresuradamente a la casa de los Clearwater que estaba un poco mas abajo en la calle.

  Los presentes en aquella casa claramente escucharon la camioneta de la menor de los Uley detenerse al frente, e instantes después de que el sonido cesara escucharon la puerta cerrarse con fuerza. Anjali obvió la mirada confusa que le dió Seth Clearwater, el cual estaba en el pequeño porche de la casa, mientras se dirigía a la parte trasera donde sabía que se reunía el consejo.

  Cuando estuvo lo suficientemente cerca a los miembros del consejo, pudo observar a su hermano opuesto a ellos.

— Anjali, te estábamos esperando más tarde en la semana. — El viejo Quil habló con un tono calmado, dando a entender que sabía más de lo que mostraba.

  Anjali respiraba agitada mientras observaba al consejo y luego su mirada se posó en su hermano, el cual se veía igual de ansioso que ella. La morena caminó al lado de su hermano y observó al consejo de frente y finalmente habló.

— Estuve tres días e- — y antes de que Anjali pudiera continuar, Billy Black levantó su mano y asintió, haciendo que esta se callara.

— Ambos conocen las leyendas de nuestra tribu... — Harry Clearwater comenzó a hablar mientras se acomodaba en su lugar.

────────────────────

Anjali Uley había abandonado la reunión con el consejo luego de que revelaran su aparente propósito. Su cara torcida ante lo que había escuchado y sus pasos fuertes en el suelo. Ella había escuchado con atención al recuento de las leyendas que conocía desde pequeña, pero no contuvo su carcajada cuando mencionaron el hecho de que ella ahora era una guerrera de la tribu.

Ahora estaba sentada en el porche de su casa, la fría brisa de lo que ahora era casi la noche golpeaba su cuerpo, sus brazos tensos. Su mirada estaba en el agua un poco más allá de la carretera, la luna comenzando a brillar. Y luego de unos segundos la morena suspiró pesado mientras cerraba sus ojos unos instantes.

Su cara se escondió en sus muslos mientras abrazaba sus piernas y suspiraba nerviosa. Sam también se había convertido aquella noche, y el parecía haber recibido su propósito con brazos abiertos. Claro, Sam siempre había sido un líder e incluso antes de que se revelara todo eso, era obvio que Sam formaría parte del consejo.

  Pero Anjali nunca había formado parte de lo que siempre hablaban era el futuro de la reserva. Todos, incluido ella, la veían fuera de aquel lugar, haciendo quien sabe que, pero todos sabían que ella no encajaba del todo en aquel lugar. Anjali siempre había sido un espíritu libre, la niña que corría el bosque entero todos los días y era casi imposible hacerle volver a la casa antes del anochecer.

  Ella buscaba cosas nuevas, mientras que Sam amaba la familiaridad de aquel lugar.

  Aquella misma noche, cuando Sam Uley volvió a la casa durante la madrugada, Anjali lo sorprendió cuando la encontró esperándole en el porche de la casa.

— Sam. — Anjali le habló mientras se levantaba de la silla en la que estaba, ajustando la sabana que que cubría los hombros.

— No esperaba encontrarte aquí. — Sam dijo mientras la miraba de arriba a abajo. — ¿Estás bien? — Sam preguntó mientras se sentaba en las pequeñas escaleras que daban a la entrada del porche.

  Aún en silencio Anjali se sentó junto a su hermano, su cabeza en su hombro mientras observaba la luna brillar.

— No sé que hacer, Sam. — Anjali habló mientras soltaba el aire que aguantaba inconscientemente.

  El silencio de la noche hacía que cada suspiro fuera aún mas intenso, y la suave brisa contra los arboles parecía llenar el silencio lo suficiente.

— Quédate con nosotros, con mamá y conmigo. — Sam habló luego de unos segundos. —Al menos hasta que logremos controlar esto. —

  Anjali observó a su hermano en silencio mientras se giraba un poco para estar de frente a él, en lugar de a su lado. Su mano izquierda apretó la sabana en sus hombros que se unía en su pecho y la otra se movió a arreglar un mechón de cabello que estaba en su cara.

—Hasta que controlemos esto. — Anjali repitió on voz baja con una pequeña sonrisa en sus labios. — Mamá no transformó mi habitación en un almacén, o si? — La morena preguntó con una carcajada mientras observaba a su hermano el cual negó con su cabeza y con una sonrisa.

────────────────────

𝙈𝙀𝙏𝘼𝙉𝙊𝙄𝘼 ❦ emmett cullenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora