Habían pasado dos días desde lo ocurrido, y ni siquiera me había dignado a salir con los chicos. Sofía venía todas las tardes a casa a contarme novedades, y hasta lo que sé, Ethan volvió a traer a Sara, su ex.
Estos días estuve hablando bastante con Oliver, incluso hacíamos videollamadas por las noches. Esta tarde habíamos quedado en que me llevaría a unas piscinas naturales, para hacerme olvidar lo ocurrido. Y sí, se lo conté todo.
Eran las 15:50 y habíamos quedado a las 16:30, tenía 40 minutos para arreglarme. Me metí a la ducha mientras tarareaba la canción de "Vuelve la vida", salí y cubrí con una toalla todo mi cuerpo. Abrí el armario y saqué un bikini blanco con braguita brasileña, este color hacía que resaltara el moreno que había cogido en estos 15 días. Me puse un short vaquero y una camiseta gris con escote en pico. Me hice una coleta alta y me maquillé muy sutilmente.
Eran las 16:25 cuando sonó una notificación de mensaje de mi teléfono.
- Oliver: Ya estoy abajo Mía
-Yo: Ya bajo jj
Cogí las llaves de casa y salí por la puerta. Mi mirada conectó con la de Oliver, mientras que ambos nos sonreíamos. Había venido a buscarme en un precioso BMW 430d azul, siempre había soñado con tener este coche, y hoy iba a montar en uno de ellos.
- No dejas de sorprenderme- dije mientras me sentaba en el precioso asiento de cuero beige.
- ¿Te gusta?- perguntó guiñándome un ojo.
- ¿Bromeas? Es el coche que algún día me gustaría tener.- dije no muy convencida de ello. Era un coche muy caro y no sabía si me lo podría permitir en un futuro.
Junto con el GPS pusimos rumbo a nuestro destino. Tardamos exactamente 1 hora y 17 minutos, el camino no se me había hecho nada largo puesto que nos lo pasamos cantando a pleno pulmón todo tipo de canciones.
Al fin llegamos y al bajar del coche pude contemplar el precioso y despejado cielo azul . Estábamos rodeados de un enorme prado verde y frondoso, con numerosos árboles frutales a su alrededor. Detrás de los árboles se descolgaba una cascada amplia, ruidosa, espumeante y alegre. Al pie de la cascada se formaba un lago esmeralda de aguas transparentes como un espejo.
Tiré la mochila y sin pensarlo corrí camino abajo para llegar hasta la orilla del río.
- ¡El último paga la cena!- dije desafiante mientras me quitaba la ropa quedando en bikini.
*Narra Oliver*
Estaba embobado mirando el perfecto y bronceado cuerpo de Mía. Ese bikini blanco le quedaba realmente bien y provocaba una electricidad en mi cuerpo que ni yo mismo podría controlar.
- ¡Oliver!- dijo una voz dulce sacándome de mis pensamientos.
- Eee si si perdona, ya voy.- salí corriendo tras ella hasta que llegamos a la orilla.
Me cogió de la mano y juntos nos introducimos en el frío y calmado agua. Empezó a sumergirse y de repente noté como sentía mis brazos y mi torso cada vez más mojado.
- ¡Mía, estoy helado!- dije temblando del frío.
Poco a poco fue acercándose a mi con esa mirada tan dulce y esos ojos verdosos penetrantes, y sin más, pasó sus brazos por mi cintura y nos fundimos en un cálido abrazo.
*Narra Mía*
El agua estaba congelada pero para mi eso no era un impedimento por lo que poco a poco fui sumergiéndome hasta que cubrí totalmente mi cuerpo. Oliver estaba muy pensativo por lo que opté por salpicarle en varias ocasiones.
- ¡Mía, estoy helado!- exclamó muerto de frío.
Sin más me acerqué poco a poco a él, pasé mis brazos por su cintura y apoyé mi barbilla en su hombro, haciendo que nos fundieramos en un largo y dulce abrazo.
Mientras Oliver me acariciaba el pelo, alcé la cabeza para que nuestras miradas conectaran. Poco a poco notaba cómo el corazón de Oliver se estaba acelerando y su respiración agitando.
- Si sigues mirándome así no me voy a poder aguantar.- dijo mientras se lamía el labio sin dejar de mirar los míos.
Sin más preámbulo me lancé a sus labios desesperada, el beso comenzó siendo rápido y desesperado, pero a medida que transcurrían los segundos se convirtió en uno más lento y apasionado. Oliver posó sus manos en mi cintura y me atrajo hacia él. Dulcemente atrapó con sus dientes mi labio inferior y levemente tiró haciendo que esto me provocara un gemido.
- Uf Mía...me estás volviendo completamente loco.- dijo con la voz entrecortada.
Poco a poco fuimos separándonos por falta de aire, mis mejillas estaban sonrojadas por todo lo que acababa de pasar.
¿Por qué había besado a Oliver? ¿Le gustaba? ¿Sería esto el comienzo de algo nuevo? ¿Esto formaba parte de la venganza que teníamos abierta Ethan y yo? Lo que tenía claro es que no quería hacerle daño a la persona que de una manera u otra me ayudó.
ESTÁS LEYENDO
AMOR EN RUINAS
Roman d'amourEsta es la historia de Mía, una adolescente de 17 años que se enamora perdidamente de Ethan, el típico chico malo mujeriego que lo único que busca es jugar. Hasta que sus caminos se crucen y descubran lo que es el amor y el no tan amor.