CAPÍTULO 14. FINAL

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MATRIMONIO POR ACCIDENTE
CAPÍTULO 14. FINAL

Betty: —¡¡¡Armando!!! —se ve un líquido en el piso —rompí fuente..
Armando, casi se desmaya, no sabía que hacer, solo atinó a pedir ayuda.
Armando: ¡¡¡MAMÁ!!!! ¡¡¡DOÑA JULIA!!!! BETTY ROMPIÓ FUENTE.
Todos comenzaron a correr, solamente seguía tranquilo el gordito González, quién estaba acostumbrado por los partos de su mujer y de sus hermanas, dejó su sanguche y muy tranquilamente fue a buscar su Twingo. No era un auto de lujo, pero para llegar al hospital serviría. Lo estacionó frente a la puerta de la casa.
Al ver a su marido moverse, rápidamente, Bertha tomó el teléfono y llamó al hospital para pedir indicaciones y avisar que irían, luego llamó a la mansión Mendoza, para pedirles a los empleados que armaran una valija con todo lo necesario y se la lleven al hospital.
González: —Doña Betty, usted tranquilícese que ya vamos al hospital —señalando su coche— Ahí tengo la máquina esperando para irnos sin demora —mientras decía esto, la tomó del brazo y la llevaba.
Betty, se quedó sorprendida al ver ese coche amarillo fluorescente, pero ni modo, el gordito fue el único en reaccionar.
González: —BERTHA, AL RATO VENGO POR TI Y POR LOS NIÑOS. —A los gritos, como si estuvieran en el mercado.
Bertha: —ESTÁ BIEN, NO TE OLVIDES DE COMPRAR LA LECHE A LA VUELTA.
Armando, pálido toma el asiento del copiloto.
González: —Tranquilo, don Armando, va a ver qué luego del tercer parto, los nervios desaparecen.
Betty: ¿Más partos? Ni loca ¡¡¡ayyy!!!. Armando, me vuelves a dejar embarazada y te la corto.
González: —Don Armando, no se preocupe —guiñándole un ojo— Bertha me dijo lo mismo y ya estamos buscando el cuarto.
Betty: —Ni se te ocurra, Armando Mendoza.
Cómo era común en estos casos, iban a una velocidad alta, ya que querían llegar rápido al hospital, pero a mitad de camino se cruzaron con un retén policial.
Policía: —¿Por qué tanto apuro señores? Les aviso que les voy a labrar una multa.
González: —Es que mi amiga está a punto de dar a luz.
Policía: —A otro perro con ese hueso, es el truco más viejo de este mundo.
En ese momento se escucha un grito impresionante de Betty.
Betty : —¡¡¡AYYYY!!!! IDIOTA, DÉJENOS IR AL HOSPITAL O VOY A PARIR AQUÍ MISMO.
El policía mira con detenimiento el coche y se da cuenta del abultado vientre de Betty, quedándose sordo por los gritos de la parturienta.
Armando: —¡¡¡YA COMPROBÓ QUE MI MUJER ESTÁ A PUNTO DE PARIR, ASÍ QUE NOS DEJA IR YA!!!
Betty: —¡¡¡AYYYY!!! VOY A PARIR AQUÍ MISMO.
Policía: —Llévese a sus amigos en este instante, que me van a dejar sordo.
Finalmente llegaron al hospital. Betty ya estaba en trabajo de parto. Los médicos decidieron que lo más seguro en este caso era un parto por cesárea.
La llevaron al quirófano, le pusieron anestesia desde el abdomen hacía abajo, por lo que estaría consciente cuando nacieran sus hijitos, Armando también estaba en el quirófano.
La primera en llegar a este mundo fue Camila Mendoza Pinzón. Su madre apenas pudo verla, pero era hermosa, a los pocos minutos, llegó Roberto Mendoza Pinzón, un bebé regordete que nació con los pulmones de su padre, casi deja sordos a quienes estaban en el quirófano.
Así fue como llegaron los bebés Mendoza-Pinzón a este planeta. Haciendo de Betty y Armando los papás más dichosos de este mundo.

🌷🌷🌷

UN AÑO DESPUÉS.

Armando: —Padre, necesito que me bautice a cinco niños, mejor dicho, cuatro niñas y un niño.
Cura: —¿Tantos hijos tienes?
Armando: —Por supuesto que no, mis hijos son solo dos: mis mellizos, Camila y Robertito; las niñas son las trillizas, Milagros, Catita y María, hijas de mi amigo Mario Calderón.
Cura: —No lo puedo creer, tan descarriados que estaban y ahora resulta que los dos son padres y por embarazos múltiples. Espero que se comporten bien con sus esposas.
Armando: —Por supuesto, esos dos ángeles nos atraparon para siempre.
Cura—¿Y se puede saber quiénes son las afortunadas?
Armando: —A mi esposa la conoce, hace dos años me acompañó a un evento de caridad, en ese entonces era mi asistente y la mujer de Mario es Catalina Ángel.
Cura: —Por supuesto que las conozco, ellas nos han ayudado en algunos eventos de caridad.
Los mellizos iban a cumplir un año y las trillizas unos meses menos. Las dos familias decidieron bautizarlos a todos el mismo día.
Al evento acudirían familiares y amigos.
Incluso iban a ir los ejecutivos del Fashion Group que estaban en Bogotá por esos días.
Gabriela Garza, iría acompañada de su esposo Daniel Valencia, se conocieron en Miami y quedaron flechados, el uno por el otro. Enseguida se casaron y tuvieron a su primer hijo: Ignacio.
Kenneth, se deslumbró por el trabajo de Marcela en Palm Beach y la invitó a trabajar en el Fashion Group, por supuesto, la ejecutiva no quiso perderse esa oportunidad. Se llevaron tan bien trabajando, que al poco tiempo nació el amor. Ahora estaban casados y esperaban a su primer hijo.
Este nuevo amor, a Marcela, le abrió la cabeza, ya que Kenneth le contó la verdadera historia del casamiento de su ex, luego en una charla profunda con Armando, ella le agradeció que la desilusionara, aunque fue algo cruel, fue fundamental para comenzar una relación con Kenneth.
Nicolás perseveró tanto que logró conquistar el duro corazón de su peliteñida. Él fue acompañado por ella al bautismo, en el que él sería el padrino.
Por supuesto, todo el cuartel estaba invitado. Fueron con sus respectivas parejas: Bertha con su gordito; Aura María, con Freddy y su hijo Jimmy; Mariana con Wilson; y Sandra no consiguió a su alemán de dos metros, pero si a su francés triple papito, Michel quedó prendado de la belleza exótica de Sandra e hizo de todo para conquistarla.
Con el tiempo, Michel se hizo amigo de Mario y este fue ablandando a Armando para que no sintiera más celos, por lo que terminaron siendo grandes amigos.
Finalmente, Betty y Armando serían padrinos de las trillizas y Nicolás y Catalina de los mellizos.
Los abuelos Pinzón y los abuelos Mendoza, estaban que babeaban en primera fila.
La fiesta se llevó a cabo en la casa de Betty y Armando.
Armando: —¿Feliz mi amor?
Betty: —Muy feliz, mi amor. Tú y los niños son mi vida.
Armando: —¿Te gustaría tener más?
Betty: —Soy feliz, pero con nuestros dos amores es más que suficiente.
Armando: —Estoy de acuerdo contigo, te amo.
Betty: —Y yo te amo a ti.
Ambos, estaban en los jardines de la casa, que casualmente era el parque en el que tantas veces se habían soñado estando juntos, pero en vez de un patito, Betty y él tenían en sus brazos a esos dos hermosos bebés.

CONTINUARÁ…

HISTORIA DE bettyyarmando1999 Y CHESITA SU MERCED.(CARO_LINA)
EDICIÓN DE MarcelaQuinteros8.
PORTADA DE ALEJANDRA GOMEZ.

Mañana el EPÍLOGO.
Gracias por los comentarios y por las estrellitas.

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