EPÍLOGO

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EPÍLOGO

25 AÑOS DESPUÉS
Hacía un año que Betty y Armando se retiraron de Ecomoda, decidieron tener la luna de miel que nunca tuvieron, pero decidieron hacerlo a su manera, descartaron Europa y optaron por viajar por Latinoamérica en una casa rodante remodelada. Partieron de Bogotá, pasaron por Venezuela y desde allí fueron hasta al sur llegando a Tierra del Fuego, el fin del mundo, luego cruzaron a Chile y desde allí nuevamente hacía el norte.
Recorrieron muchos lugares, incluso pueblos que no figuraban en los mapas. Tanto habían viajado que en este punto de la historia estaban en México y tenían que llegar a Las Vegas en muy pocos días.
Precisamente estaban en el estado de Baja California (México). Debían cruzar la frontera, luego recorrer casi todo el estado de California (Estados Unidos), para llegar al estado de Nevada. Mientras estaban llegando a la frontera, Betty toma el celular y hace una llamada.
Betty: —Cami te llamaba para que no te olvides de empacar el vestido de Marilyn Monroe.
Cami: —jojojó, como todos los días, esta semana, No te preocupes, fue lo primero que empaque.
Betty: —¿Cuándo tomas el vuelo?
Cami: —Esta noche, ¿Y ustedes por dónde están?
Betty: —En unos minutos, vamos a cruzar la frontera.
Cami: —Les deseo suerte, en unos días nos reencontramos.
Betty: —Estamos ansiosos por verlos a ti y a tu hermano, jamás pensé que podríamos estar un año sin verlos.
Betty puso el celular en altavoz.
Cami: —Los amo, los dejo porque me están volviendo loca en la empresa.
Camila Mendoza era la presidenta de Ecomoda, además era la prometida de Ignacio Valencia, hijo de Daniel. Ellos se casarían en un año, pero quien se les adelantó fue su hermano Robertito, quién se casaría en unos días en Las Vegas. Ignacio la había ido a buscar.
Ignacio: —Mi amor, tenemos una última reunión pendiente antes de viajar.
Camila: —¿Con el Fashion Group?
Ignacio: —Si, mi madre y Kenneth quieren ultimar detalles antes del viaje. Además, este año se retiran y quieren dejarles todo resuelto a los próximos ejecutivos.
Camila—¿Mis primas?
Ignacio: —Como siempre haciendo renegar a Jimmy y a Julio. No puedo creer que sean tan grillas y Catita tan seria.
Camila: —Por eso, mi hermano la eligió.
Se besan tiernamente, mientras que Mario entra sin golpear.
Mario: —Perdón, tortolitos, es que Gabriela y Kenneth nos esperan.
Camila: —Ay, mi tío preferido está nervioso porque una de sus nenas se casa.
Mario: —Cami no te burles. Si, estoy un poco nervioso, pero a la vez tranquilo. Por lo menos tu hermano tiene el carácter de Betty y no es un mujeriego como lo fue tu padre.
Ignacio: —Mario, no se haga el santo que usted era peor. Jajaja.
Mario: —Jajaja, ¿Usted cómo que sacó el carácter de su madre, no? Porque si salía al doctor Mortis.
Ignacio: Por suerte salí como mi madre, con un solo doctor Mortis alcanza.
Entre bromas se fueron a la reunión. Después cada uno se iría a su casa, esa noche tendrían un vuelo que tomar.

🌷🌷🌷

DÍAS DESPUÉS
Por fin, el gran día había llegado, Catita, hija de Catalina Ángel y Mario Calderón se casaba con Robertito, hijo de Betty y Armando. A todos les sorprendió la decisión de casarse en Las Vegas, esta idea fue de Catita.
Hacía dos años que esta parejita vivía en unión libre, porque la niña heredó de sus padres la alergia al matrimonio. Todo cambió un día, cuando por accidente encontró el pequeño álbum de casamiento de sus padrinos y le contaron su historia. A partir de ese día, empezó a darse cuenta de que un matrimonio no tendría que ser un acto tan solemne que sólo los invitados disfrutan.
Llegó el día de un aniversario, en el que Robertito le volvió a proponer casamiento.
Robertito:—¿Me harías el honor de ser mi esposa?
Catita: —Si, pero sólo con una condición.
Robertito: —¿Cuál?
Catita: —Que nos casemos en Las Vegas.
Robertito: —Será en Las Vegas, entonces.
Aunque a Catalina le parecía una locura  se puso manos a la obra, conocía a la perfección los gustos de su hija, por lo que organizó una boda sencilla, elegante en lo posible y muy divertida. Empezó por conseguir el mismo hotel y la misma capilla. Frank, ya no oficiaba más como juez, pero en su lugar había quedado su hijo. Catita se vestiría como Marilyn Monroe, con su icónico vestido de la película  “La comezón del séptimo año”, que es un vestido de cóctel en color marfil claro, con un estilo que estaba de moda en los años 1950 y 1960. El corpiño era tipo halter, tiene un pronunciado escote en v y está conformado por dos piezas suavemente plisadas que se unen detrás del cuello, dejando así al descubierto los hombros, brazos y espalda de la usuaria. El escote halter está unido a una banda que se encuentra justo debajo del pecho, adaptada a la línea natural de la cintura. Un suave y estrecho cinturón está envuelto alrededor del torso, cruzado por delante y atado en un lazo en la cintura, al lado izquierdo. Debajo de la banda que rodea la cintura comienza una amplia falda suavemente plisada que llega hasta las rodillas. En la parte de atrás del vestido hay una cremallera y algunos pequeños botones atrás del halter. Es decir que usaría el mismo vestido que su suegra.
En cambio, Robertito decidió innovar, decidió vestirse como su ídolo de toda la vida, usó un traje de Michel Jackson, eligió el mítico traje negro con detalles del mismo color, inspirado en uniformes militares que utilizó en la gira Dangerous World Tour.
Betty y Armando llegaron sobre la hora, estaban muy emocionados, no sólo porque se casaba su hijo, sino además porque después de un año volvían a ver a sus seres queridos.
Con los primeros que se encontraron fueron con su hija Camila y su futuro yerno Ignacio.
Betty: Mi amor, ¿cómo estás?
Camila: —Muy bien mamá, muy feliz con mi prometido. ¿Y tú papá? Ay, estás más guapo que antes.
Armando: —Gracias mi vida —mirando a Ignacio —Y usted espero que se esté portando bien con mi niña.
Ignacio: —Por supuesto que sí, suegrito, además, usted sabe que si no fuera así, mi mamá me mata.
Armando: —Eso sí que es verdad, si hasta el doctor Valencia le tiene miedo. ¿Ya llegaron?
Camila: —Vinieron en el mismo vuelo que nosotros, al igual que Mario, Kenneth y Marcela.
Cuando están hablando llega Mario y los saluda.
Mario: —¡Mi querido expresidente, como lo extrañé!
Armando: —Tan payaso como siempre.
Así se fueron reencontrando todos, hasta que llegó la hora de la ceremonia.
Frank Jr.: —Catalina Calderón Ángel ¿Acepta como esposo a Roberto Mendoza Pinzón?
Catita: —Acepto.
Frank Jr.: —Roberto Mendoza Pinzón ¿Acepta como esposa a Catalina Calderón Ángel?
Robertito: —Acepto.
La boda fue muy emotiva. Al igual que en la boda de Betty y Armando, Frank Jr. interpretó fabulosamente la canción “Mi Way” de Frank Sinatra.

🎶Estoy mirando atrás
Y puedo ver mi vida entera
Y sé que estoy en paz
Pues la viví a mi manera…

Crecí sin derrochar
Logré abrazar, el mundo todo
Y más, mil sueños más,
Viví a mi modo…

Dolor lo conocí
Y recibí compensaciones
Seguí sin vacilar
Logre vencer las decepciones…
Mi plan jamás fallo
Y me mostró mil y un recodos
Y más, si mucho más,
Viví a mi modo…

Ese fui yo
Que arremetí, hasta el azar
Quise perseguir…
Si me oculte
Si me arriesgue
Lo que perdí no lo lloré…
Porque viví
Siempre viví, a mi manera…

Amé también sufrí y compartí
Caminos largos
Perdí y rescaté
Más no guardé, tiempos amargos…
Jamás me arrepentí
Si amando di todos mis sueños
Lloré y si reí, fue
A mi manera…

Que pueden decir, o criticar
Si yo aprendí a renunciar
Si hay que morir
Y hay que pasar
Nada deje sin entregar
Porque viví
Siempre viví a mi manera.🎶

La fiesta siguió por los debidos causes de una boda de Las Vegas, sin formalismos  y muy divertida. Los novios la disfrutaron y compartieron ese momento de su vida con sus seres queridos, después de todo estaba organizado “a su manera”.
Después de esa fiesta, Betty y Armando se fueron a descansar a la misma habitación que ocuparon 25 años atrás.
Betty: —Cuántos recuerdos hermosos me trajo esta boda.
Armando: —Con ojitos pícaros —¿Aunque en ese momento pensáramos que nuestra boda había sido un MATRIMONIO POR ACCIDENTE?
Betty: —Si, aun así, la letra de esa canción nos describe muy bien y ambos sabemos que no fue por accidente.
Armando: —¿Ah, no? —Pícaro.
Betty: —Simplemente, fue a nuestra manera. Te amaba desde antes, te amé ese día, te amo ahora y te amaré por siempre.
Armando: Te repito lo que te vengo diciendo desde hace tantos años, ese día, yo no supe interpretar que ya te amaba desde antes, pero ese día te amé, te amo ahora y te amaré por siempre. Ese matrimonio por accidente me trajo la felicidad y la paz que no tenía en mi vida.
Betty: —Venga mi picarón, usted ya sabe cómo me motiva cada vez que nos decimos estas mismas palabras. Termine la última frase que me dice siempre y vayamos a lo nuestro.
Armando: ¡Me encanta este jueguito! Mi vida, estoy en paz, pues la viví a mi manera. Te amo.

FIN.

HISTORIA DE bettyyarmando1999 Y CHESITA SU MERCED.(CARO_LINA)
EDICIÓN DE MarcelaQuinteros8
PORTADA DE ALEJANDRA GOMEZ.

MATRIMONIO POR ACCIDENTE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora