Cap 6.

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 Él me ama con cada latido de su cocainómano corazón

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... Él me ama con cada latido de su cocainómano corazón...

Hyunjin estuvo muy sobreprotector los días siguientes, pero Jeongin no iba a quejarse por eso. Le gustaba tener la atención del alfa en él.

―Mmm... papi...

El mayor besó su cuello mientras anudaba en su interior, enviándole escalofríos por todo su cuerpo. Jeongin adoraba la forma en la que reaccionaba ante el toque delicado del alfa.

Sabiendo que Hyunjin anudaba por lo menos diez minutos, estiró su mano para agarrar el móvil sobre el velador. Escuchó el gruñido de queja del de cabello negro, pero lo ignoró por completo, y vio la hora. Las nueve de la mañana.

―De-deberías ir a trabajar ―le susurró, sintiendo más besos en su cuello―, es viernes...

―Primero, quiero llenarte ―replicó Hyunjin, amasándole las nalgas―. Por dios, hueles tan bien, mi niño.

El apodo le hizo reír. Hyunjin parecía un experto en encontrarle los apodos perfectos, como si ellos fueran pareja y pudieran ser felices. A Jeongin le gustaba soñar que podía ser así.

―Papi ―le dijo, llamando su atención―, ¿puedo salir hoy? Me he aburrido mucho estos días.

―No ―la respuesta de Hyunjin fue categórica―, no quiero que nada malo te pase. Me deshice de Yong, pero podría ocurrir cualquier otra cosa. Prefiero saber que estás bien.

―Pero me aburro... ―se quejó Jeongin―. Por favor, por favor, puedo ir con Changbin y otros guardias.

―Jeongin... ―Hyunjin suspiró, retirándose de su ano al notar que el nudo bajó―. ¿Qué es tan importante como para que quieras salir? Si quieres alguna ropa o joyas, puedo decirle a Seungmin que vaya a comprarlas.

El chico se enderezó en la cama, sintiendo el pegajoso semen corriendo por el interior de sus muslos. Poco le importó, sabiendo que a Hyunjin también le daba lo mismo la escena.

Jeongin puso esos ojos de súplica, con los que podía convencer a Hyunjin de muchas cosas.

—Quiero ir al club —dijo a modo de explicación, y vio enseguida que vendría la negativa—. ¡No voy a bailar, te lo prometo! Quiero ir a ver a Jo, ¡hace mucho que no lo veo! Por favor, Hyunjin...

—Es muy peligroso —replicó el alfa, impasible—. Si algo te llegara a pasar, Jeonginnie, no me lo perdonaría jamás.

—Pero Hyunjin... —suplicó, su voz temblorosa—, por favor, te lo ruego. El club tiene guardias también, y puedes enviarme con todo un séquito detrás. Y... y te daré lo que quieras, ¡lo que tú me pidas! Pero me aburro tanto aquí...

—Lo que yo más quiero, Innie—dijo Hyunjin, con lentitud—, es marcarte y dejarte preñado. Pero no quiero que eso sea mediante un trato.

El omega apretó sus labios en un gesto de claro enojo, pero que no inmutó a Hyunjin. Casi nunca se inmutaba cuando él se enfadaba, siempre solía mantenerse calmo y con la cabeza fría. Sólo llegaba a enfurecerse si alguien tocaba a Jeongin.

Made in Gold (Hyunin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora