Cap 9.

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 Luz de mi vida, fuego de mis entrañas,

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... Luz de mi vida, fuego de mis entrañas,

Sé un buen chico, haz lo que yo quiera...

Jeongin jamás había viajado en avión, así que mientras abordaban, sintió un vuelco en su estómago por la ansiedad.

—No debes preocuparte —le dijo Seungmin a su lado, escribiendo algo en su celular. De seguro había percibido sus feromonas alteradas—, será un viaje tranquilo.

—De casi diecisiete horas —farfulló Jeongin, mirando sus uñas pintadas como si así tratara de restarle peso. El día anterior había ido con una manicurista que le hizo un bonito diseño de girasoles.

—Con escala en Shanghái —le recordó el beta—, además, vas a viajar en primera clase, Jeongin, podrás dormir sin problema alguno.

—¿Dormir? —Jeongin sonrió burlonamente—. Tal vez mi papi quiera follarme...

Seungmin suspiró, un poco exasperado ante sus palabras, y Jeongin se rió con fuerza al ver su cara, sin poder evitarlo. A veces, el omega tenía que controlar sus carcajadas pues tendía... Hyunjin decía que él se reía con su cuerpo, aplaudiendo y echándose hacia atrás, como si quisiera levantar sus pies. Sin embargo, cuando era más pequeño y vivía en el orfanato, los religiosos le habían dicho varias veces que un omega decente jamás debería reírse de esa forma, pues invitaba al pecado.

Pura mierda, Jeongin lo tenía más que claro, pero a veces, no podía evitar que algunas enseñanzas se quedaran en su cabeza. Además de que él sabía que, en público, reírse muy fuerte llamaba la atención de personas indeseadas.

—¿Quieres callarte, puta?

El insulto repentino lo sobresaltó, desconcertándolo brevemente antes de poner una expresión de indiferencia. No lo suficientemente rápido, se dio cuenta, al ver la sonrisa burlona de esa alfa sentada a unas sillas de él.

Qué difícil era, pensó un par de segundos, haberse acostumbrado a las palabras dulces de Hyunjin y luego volver a la realidad de tan brutal manera.

Apretó sus labios y desvió la vista. Hyunjin fue al baño antes de subir al avión, lo que era una fortuna, porque montaría en cólera si hubiera escuchado esas palabras. Lo que menos quería era provocar un escándalo, no quería que lo bajaran del avión. Él estaba seguro de que buscarían cualquier forma para humillarlo y hacerlo sentir menos, era lo que siempre ocurría a donde quiera que fuese.

—Discúlpese ahora, señora.

La grave voz de Changbin lo sacó de sus pensamientos. Su guardia personal estaba de pie frente a la mujer con aspecto duro y Jeongin se percató de las personas a su alrededor mirándolos con gesto sorprendido. ¿Tan fuerte lo había ofendido esa mujer como para que escucharan?

Made in Gold (Hyunin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora