Capitulo 4³ -Long Time No See

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El sonido de las llaves cayendo en la mesita provocó que el chico mirara a Priscilla. Habían llegado a la vieja casa Ortiz. Después es de un día y una cena particularmente incómoda, ambos habian decidido irse a casa de Priscilla. Ella ansiaba qué él se fuera pronto, no lo queria arrastrar a su mundo, al menos no a ese viejo mundo.

-Puedes dormir en el sofá.

Gregory ni siquiera lo pensó, no pensó antes de abrir su boca.

-¿Porque no en la otra habitación?.

Priscilla frenó y lo miró. Ahí se dio cuenta de cuan mal había estado su respuesta. No iba a darle la habitación de Letty.

-Dormiré en el sofá.

Pricilla caminó hasta su habitación y sacó un par de sábanas, ¿debería darle la habitación?. Después de todo era una habitación vacía, siempre lo sería.

No.

-¿Te iras mañana?.

-No.

-Sabes, me gustaría que lo hicieras. Tengo asuntos aquí y no quiero meterte en ellos.

Gregory tomó las mantas y las extendió en el sofá bajo la atenta mirada de Priscilla. ¿Porqué habría dejado su trabajo y casa para verla?. Era obvio, tenía suerte con las amistades que tenía. El amor era otro tema.

-A mi me gustaría que dejaras de alejar a todos. -Priscilla frunció el ceño, interrumpió su pensamiento, uno lindo. -Es hora que nos dejes ayudarte.

La castaña bajó su mirada. Ella no era así, Gregory por primera vez la tomaba mal, ¿verdad?.

-Descansa.

Gregory le sonrió sutilmente. Se dió la vuelta y entró a la habitación. Toretto rondaba en su mente. Había dejado el puesto por su petición y lo único que esperaba era qué el hombre le hiciera justicia a su hermana. ¿Cuánto tardaría? Ella sin duda los hubiera matado apenas los viera, ¿que le harían daño? Era lo de menos, lejos de sus amigos y siendo la última Ortiz no le importaba mucho.

El pensamiento fluyó en mil oportunidades y variantes fe qué podría pasar con Toretto y el asesino de Letty, fluyó tan lejos qué cayó en sueño, uno profundo y envolvente.

Las vibraciones en su cama la despertaron al cabo de 5 intentos de llamada de Mía.

-¿Hola?.

-¿Dónde estás? Te he llamado todo el tiempo, voy a tu casa. Brian me llamó.

Se despejó de golpe. Se sentó en su cama con un escalofrío recorriendole la columna.

-¿Priscilla?. Es urgente.

¿Brian había dicho?. ¿Porque llamaría a Mía?.

-S-Si.

-Ya voy. Al parecer les fué mal, mi hermano está herido y no pueden ir a ninguna parte, obviamente.

Ni siquiera el tono preocupado de Mía la hacía reaccionar. Brian, Brian estaba de vuelta y no lo había visto desde aquella absurda noche. ¿Cómo fué qué Toretto estaba con él?. Brian había perdido la carrera ante ella.

-¡Priscilla voy en camino!.

Mía colgó tras el gritó. La mujer se quedó en su lugar sin mover un musculo. Sintió qué el sueño corrompida su estado de alerta y por eso sentía tanta inquietud ante el nombre. Debía ser eso ó el hecho que no estaba tan agotada y decaída cómo aquella noche para ignorar su presencia. No se sentía cómo alguien madura de 25 años, más bien cómo alguien boba de 20. Qué casualidad.

Se levantó apurada. Corrió a su armario y sacó una chaqueta para después acomodarse el cabello en el espejo. Salió tomando sus llaves de la mesita y dedicó una última mirada a Gregory. Estaba profundamente dormido, parecía incomodo en aquel sofá, pero apreciaba qué aceptara el lugar por respeto a Letty. Cómo amaba a ese chico.

Al abrir la puerta Mía ya estaba ahí. Su mirada inquieta apresuró a Priscilla, subiendo callada y sería al auto. Mía sabia porque, pero esperaba que el hecho que Toretto había regresado del lugar con noticias y herido fuera más fuerte que la presencia de aquel traidor.

-Será rápido.

Mía sujetó fuertemente el volante.

-Si.

Mía la miró unos segundos. Ahora se arrepentía. Haber traído a Priscilla con ella sabiendo que el rubio estaría ahí. Sentía que ambos querían verse. Brian era ese ex-novio de Priscilla qué siempre podrían volverse a ver aún qué se odien por la eternidad, su amor era más grande pero el ego, el ego era otra cosa. No es que Mía quisiera a Priscilla con ese hombro, les hizo daño pero tampoco podría evitarselo si ella realmente lo amaba, según Brian intentó ayudar a Toretto, ¿eso bastaba?.

Priscilla jamás había visto ese lugar, ¿Brian vivía ahí ahora?. ¿Qué era ahí?. Mía tocó la puerta, cada toque era cómo si el cuerpo de Priscilla lo recibiera, un escalofrío por cada uno. Observo el rostro de Brian asomarse y analiso a ambas, parando en la última. Priscilla.

-¿Asi quieres que me aleje de él?.

Priscilla frunció el ceño ante las palabras de Mía al pasar.

-No sabía a quien llamar, perdón.

-Es mi hermano, ¿que querías?.

Mía caminó molesta en busca de Toretto mientras dejaba a Priscilla petrificada en la puerta. Brian giró a verla. Quería saludarla pero simplemente no pudo y finalmente ella reaccionó. Pasó de él molesta, cómo aquella primera vez, ¿dónde había quedado aquella charla absurda qué tuvieron hace días?.

-¿Estas bien?.

Mía dejó las cosas en la mesa de al lado. Toretto estaba ahí sentado, Tranquilo y bebiendo. La sonrisa que obtuvo al ver a su hermana se borro al ver a Priscilla.

-¿Para esto me hacías abandonar mi puesto?.

-Priscilla...

Mía la observó seria, no era el momento. Suspiró frustrada.

-Casi lo tuve.

Priscilla asintió. No era la victoria qué quería. Brian se sentó del otro lado de la mesa mientras Mía comenzaba a analizar a Toretto y con la mirada atento a cada movimiento de Priscilla.

-La bala...no está ahí. -Mía rebuscó en sus cosas. -Te limpiaré y te coseré después. Te dolerá.

-Y vas a disfrutarlo.

-Algo.

Brian sonrió. Realmente extrañaba tener compañía y aún más la de ellos. Parecía estar arreglando todo, ¿no?.

-¿Y tu porqué estabas? Perdiste, contra mí.

Todos miraron a Priscilla. Su tono golpeado y la severa mirada inesperada al rubio habían sido el centro de atención.

-Yo...yo estoy haciendo...

-Tu trabajo. Claro, aún eres policía.

Brian miró a Mia quien ya lo observaba.

-¿Tienen hambre?.

Priscilla bufó ante su cambio de tema tan absurdo.

-Si, gracias.

¿Porqué Mía estaba siendo tan amable con él?.

Brian se levantó de su lugar y caminó hasta lo que parecía ser la sala de aquel lugar tan abandonado y revuelto. Odiaba encontrarse ahí, ¿Dominic al menos tendría buenas noticias para escuchar? No parecía y eso la desesperaba aún más, ello los hubiera acabado sobre su propia vida.

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Hola a todos, espero les guste la historia, me motivaria más que siguieran leyendo♡.

Gracias por leer y votar♡.

Perdón si hay faltas de ortografía, tengo ligera disléxia y el auto corrector no ayuda.

También no se olviden de comentar, amo leerlos.

Fast Love and Furious ♡Brian O'Conner y tu♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora