One shots. / Enzulian

Caliente

⋆⭒˚.⋆🪐 ⋆⭒˚.⋆
Julián está más horno
de lo normal.
+18 / Paja
Edades alteradas:
Enzo : 19
Julián: 17
(Corto)

El cordobés últimamente no sabe lo que le pasa, pero ve a su novio más hermoso de lo normal. No sabe si es por el calor que hace o de verdad su novio cada día está más hermoso de lo habitual.

Cada día su deseo es más grande de que Enzo le rompa el culo, y este últimamente está más ocupado, casuando que Julián se sienta más necesitado.

La araña se siente cómo su amiga cuando también se pone así, cómo "ovulando", no sabe de qué otra formar llamar esta sensación.

Fernández estaba terminando un trabajo que debía de matemáticas, mientras Julián solo se mordía los labios mientras veía a Enzo haciendo tal cosa. Para el pelinegro esto no fue desapercibido, al toque se dió cuenta cómo lo miraba su novio.

- No Juli, ahora no puedo. -

La araña solo resopló frustrado al no conseguir lo que quería, parece una "puta" desesperada por un poco de Enzo, pero de verdad ahora mismo necesita al morocho enterrado en él.

- Dale Enzo.. no aguanto más. -

- No tengo ganas Juli, sabés lo cansando que estoy últimamente por estar entregando trabajos que debo. Si no, me llevo las materias a diciembre y eso va a ser peor. -

Julián frustrado, se levantó de su lugar y se fue con una cara molesta al no conseguir lo que quería, dejando a Fernández solo terminando su trabajo de matemáticas.

Álvarez entró a la pieza molesto, decidió acostarse y olvidarse un poco de esto así se le baja la calentura.
Pero no, a los minutos estaba peor que antes, la ropa de su novio que tenía puesta no ayudaba. Es cómo estar con Enzo, tenía su olor, su esencia, todo de él.

Estando acostado en la cama, lentamente su mano derecha fue bajando vagamente hasta su entrepierna masajeando la zona torpemente buscando atención y liberación.

Julián no paraba de sacar maldiciones y gimiendo el nombre de su novio. Tenía los ojos cerrados con un poco de sudor en la cara, haciendo un movimiento rápido con su pene, un vaivén con su mano que le provocaba mucho placer.

El hecho de imaginar que su novio lo esté tocando lo hace querer eyacular ahora mismo. Pero prefieres resistir más y darse más autoplacer así poder sacar todo lo que se venía aguantando todos estos días.

- ¡Ahg, Enzo! -

El cordobés bombeaba su pene cómo nunca antes lo había hecho, necesitaba sacarse todas las ganas así poder seguir su vida normal sin estar caliente cada vez que ve a su novio con esa remera muscolosa.

Estando cerca de su liberación, en un movimiento rápido, Julián se sacó la remera que era de Enzo, hundiendo su nariz en esta para poder liberar su semilla en ella.

- ¡Ahh, mgh! -

Álvarez manchó la remera de su novio con su semen, también trató de recuperar su aliento al liberarse de todo lo que últimamente se estuvo guardando por culpa de Enzo.

A los minutos entró el dueño de su recién paja, quedándose un poco sorprendido al ver tal escena de su novio acostado sin remera, con sudor, un sonrojo notable y también al segundo notó su remera revuelta.

Fernández se acercó lentamente con una sonrisa sarcástica, lo que le esperaba ahora al pobre Julián.

- ¿Te estabas tocando, Julián? -

El morocho le habló con su voz gruesa mirándolo con ironía. Este, estaba hecho un desastre, todavía necesitaba Enzo, una paja no solucionaba el 100% de su calentura.

- Enzo.. por favor, tocame, te necesito ahora. -

- Pareces una puta desesperada por pija Julián. -

Jeremías vio con más detalle su remera revuelta notando ahora el porque estaba así. Se sentía un poco pegajosa y eso lo hizo sonreír al morocho, subiéndole un poco el ego.

- Y encima, ¿te corriste en mi remera? -

Álvarez rápidamente se avergonzó pero su cabeza ahora pensaba en más de sentir a Enzo que en lo que hizo.

- Sos una puta desesperada por pija, Julián Álvarez. -

Fernández al terminar de hablar, rápidamente atacó hacia la boca del castaño quien ansiosamente lo aceptó gustoso. El ambiente comenzó a tener el aire caliente que antes había creado Julián.

Enzo comenzó a manosear a Julián como fruta de mercado, este dejando que lo haga, en el medio del beso soltaba gemidos ahogados que para Enzo, era música para sus oídos.

El morocho cortó el beso para ver cómo en la cara de Julián solo se veía deseo, lujuria y necesidad de que lo toquen, algo perfecto para Enzo.

- Voy a desquitarme y sacar todo este cansancio que me está haciendo mierda. -

- Haceme lo que quieras, te necesito Enzu.. -

Y eso ya fue una bandera verde para que Enzo continúe con su acto.