IV

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Hoseok llegó al colegio con un traje extravagante, que llamó la atención de Yoongi. El traje era de terciopelo rojo oscuro, con detalles en oro y una chaqueta con cola. La camisa blanca tenía un cuello alto y estaba adornada con encaje, y los pantalones eran ajustados y tenían una raya dorada en el lado. Los zapatos eran de cuero negro brillante, con hebillas doradas en forma de águila. El traje era tan llamativo que parecía sacado de una película de época.

Yoongi se quedó impresionado al ver a Hoseok con ese traje. Se levantó de la silla y se acercó a él, mirándolo de arriba a abajo. Luego, con una sonrisa dominante, lo besó apasionadamente, tomándolo por la nuca y acercándolo a él.

Hoseok se rindió al beso, sintiendo la dominancia de Yoongi. La maestra, que estaba atada a una silla en un rincón del salón, los miró con horror y repulsión.

—Eres mío —dijo Yoongi, separándose de Hoseok y mirándolo con intensidad.

Hoseok asintió, sintiendo la conexión con Yoongi.

—Sí, soy tuyo —respondió, firmemente con expresión de orgullo

Yoongi sonrió y lo besó de nuevo, esta vez con más intensidad. La maestra trató de gritar, pero Yoongi le puso una mano en la boca.

—No hagas ruido —le dijo—. No queremos escucharte.

Yoongi y Hoseok se miraron a los ojos, y sin decir una palabra, comenzaron a besarse apasionadamente frente a la maestra. La maestra los miró con horror y repulsión, tratando de liberarse de las cuerdas que la ataban.

Yoongi se quitó la chaqueta y la camisa, revelando su torso musculoso. Hoseok lo imitó, quitándose la chaqueta y la camisa, y mostrando su cuerpo delgado y con la piel, color miel.

La maestra cerró los ojos, tratando de no ver lo que estaba sucediendo frente a ella. Pero Yoongi se acercó a ella y le abrió los ojos, obligándola a mirar.

—Mira —dijo—. Mira lo que estamos haciendo—

Hoseok se acercó a Yoongi y lo abrazó, besándolo en el cuello. Yoongi gimió de placer y se acercó más a Hoseok, besándolo en la boca.

La maestra los miró, con lágrimas en los ojos, mientras Yoongi y Hoseok continuaban su relación frente a ella.

Después de terminar, Yoongi y Hoseok se vistieron y se acercaron a la maestra, que estaba temblando de miedo.

—que haré contigo— menciona Yoongi

—no diré nada —prometió—. Por favor, solo déjenme ir—

Yoongi se acercó a ella y le quitó las cuerdas que la ataban.

—Vete —dijo—. Y recuerda, esto nunca sucedió—

La maestra se levantó y salió corriendo del salón, sin mirar atrás.

Yoongi se volvió hacia Hoseok y sonrió.

—Eso fue divertido —dijo.

Hoseok sonrió también.

—Sí, lo fue —dijo—. Pero debemos ser cuidadosos. No podemos dejar que nadie más nos descubra.

Yoongi asintió.

—Tienes razón —dijo—. Debemos ser cuidadosos—

Y los dos se abrazaron, sabiendo que su secreto estaba a salvo.

Tres semanas pasaron y Yoongi y Hoseok continuaron con su rutina en el burdel. Un día, mientras se vestían, Yoongi se acercó a Hoseok y le preguntó

—¿Alguna vez has pensado en los sentimientos entre nosotros?

BURDEL /sopeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora