III

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Al llegar a la habitación, Hoseok cerró la puerta detrás de ellos y se acercó a Yoongi con una sonrisa pícara. Lo empujó suavemente hacia la cama y Yoongi se dejó caer, sonriendo también.

Hoseok se subió a su regazo, moviéndose en círculos con una sensualidad que hizo que Yoongi cerrara los ojos y disfrutara del momento.

—Así que eres maestro —dijo Hoseok, acercando su rostro al de Yoongi.

—En mis tiempos libres —respondió Yoongi, abriendo los ojos y mirando a Hoseok con una mirada intensa.

Hoseok se rió y siguió moviéndose en círculos, haciendo que Yoongi se estremeciera de placer.

—Me gusta cómo enseñas —dijo Hoseok, acercando su boca a la de Yoongi.

Yoongi sonrió y lo besó, profundizando en el beso mientras Hoseok seguía moviéndose en su regazo.

—Me gusta cómo aprendes —respondió Yoongi, separándose un momento para mirar a Hoseok a los ojos.

Hoseok sonrió y siguió besando a Yoongi, perdiéndose en el momento y en la pasión que sentían el uno por el otro.

Rápidamente, Hoseok y Yoongi se desprendieron de su ropa, ansiosos por sentir la piel del otro Yoongi se acomodó el condón y se acercó a Hoseok,  volviendo a la posición del principio. Se besaron apasionadamente, sus labios se movían en perfecta armonía, mientras sus cuerpos se acercaban cada vez más.

Hoseok sintió la calidez de la piel de Yoongi y se estremeció de placer. Yoongi, por su parte, disfrutaba de la suavidad de la piel de Hoseok y de la pasión que transmitía.

Yoongi tomó su miembro endurecido y  lo metió lentamente en Hoseok

—maestro Min~— dijo arqueándose y empezando a saltar sobre el miembro, penetrandose.

La habitación se llenó de sus gemidos.

En ese momento, nada más importaba, solo ellos dos, perdidos en su propio mundo de deseo.

Yoongi lo agarró del trasero acelerando su trabajo. Soltando gruñidos y gemidos ahogados. Hoseok se retorcía de placer sintiendo el miembro entrar y salir de él.

—estoy~....seguro, que no encontraré otro pene tan grande, y que pueda meterlo en mí—

—puedes estar seguro de eso—

Después de llegar al clímax, Hoseok y Yoongi se acostaron uno al otro, abrazados y exhaustos. Sus cuerpos estaban cubiertos de sudor, sus corazones latían al unísono y sus respiraciones se entrelazaban.

Hoseok apoyó su cabeza en el hombro de Yoongi, cerrando los ojos y disfrutando del calor de su cuerpo. Yoongi, por su parte, rodeó a Hoseok con sus brazos, acunándolo con suavidad.

Permanecieron así durante un rato, disfrutando del silencio y de la calidez del otro. Luego, Yoongi susurró algo en el oído de Hoseok.

—eres increíble —dijo, su voz apenas audible. —pide cualquier cosa—

Hoseok sonrió.

—quiero que mañana me folles en el colegio —respondió, su voz igual de suave.

—lo haré—

Hoseok se separó un poco de Yoongi, mirándolo con una sonrisa pícara.

—¿Cuánto me darás por mi servicio esta vez? —preguntó, su voz llena de coquetería.

Yoongi sonrió, acariciando la mejilla de Hoseok con su dedo.

—Lo que ganan todas tus compañeras en una noche —respondió, su voz baja y sensual.

BURDEL /sopeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora