Dicen que el amor es un sentimiento agridulce y adictivo que se vuelve inevitable.
"Esto es lo suficientemente incorrecto pero él hace que se sienta tan bien.
No debería sentirme así, ¿Por qué se siente tan bien?"
Donde Eunji es una doctora con el...
Eunji abrió la primera botella de vino que encontró sobre la pequeña mesa en el centro de la habitación y bebió hasta que sus mejillas se inflaron con el líquido. Trago rápidamente y continuó bebiendo hasta que se terminó la botella.
Hyunjin, nunca había estado en un prestigioso hotel colmado de lujos como ese. Todo a su alrededor parecía costoso y era evidente que Eunji se esforzó demasiado para que cada detalle fue especial.
Eunji deshizo el corazon de petalos de rosa que había sobre la cama y rompió en pedazos el cartel que decía 𝘧𝘦𝘭𝘪𝘻 𝘱𝘳𝘪𝘮𝘦𝘳 𝘢𝘯𝘪𝘷𝘦𝘳𝘴𝘢𝘳𝘪𝘰 y después de beber rápidamente la mitad de la segunda botella se abalanzo sobre el policia con la intención de besarlo pero no espero que este la detuviera.
– Tranquila cariño -dijo sujetándola de las muñecas-
– ¿Cual es la prisa? -pregunto en un tono divertido-
– Tenemos una habitación y toda la noche para hacer lo que queramos, asi que primero curemos esa herida -dijo en su oído-
Un poco confundida por la situación, Eunji fue llevada por aquel chico hasta un gran sofá color rojo oscuro donde espero a que volviera con un botiquín en manos que encontró en el baño de la habitación y de pronto la doctora se convirtió en una paciente que estaba siendo curada.
– No es nada grave, solo dejalo asi.
– De ninguna manera -dijo mientras aplicaba un poco de antiséptico en el hisopo-
– ¿Duele? -pregunto al ver los gestos de Eunji-
– No es nada comparado a lo que me paso hoy.
– ¿Ha sido una tarde difícil, verdad? -la pelinegra asintió en silencio-
– ¿Quieres hablarlo?
– ¿Porque las personas en las que más confías son las que te traicionan?
Hyunjin hizo una pequeña sonrisa, como si lo que acabara de decir le diera ternura.
– Así son las traiciones, si lo hace alguien que no es cercano a ti, no es una traición, por eso duelen tanto. Es difícil confiar tu corazón a alguien, ¿cierto?
Eunji no esperaba una respuesta en particular, creyó que el chico sólo había aceptado para acostarse con ella y después desaparecer, pero, sorpresivamente estaba siendo amable.
– ¿También te han traicionado?
– Sí -respondió frunciendo los labios-
– Dolió tanto que en un momento pensé en terminar con mi vida.
Después de ese incomodo momento le colocó una curita en la mejilla, dando por finalizada la curación.
– Listo -dijo sonriendo-
– No soy el doctor aquí, pero creo que sobrevivirás.
Eunji soltó una risa, que sonó más bien como un suspiro.
– ¿Alguna indicación?
– Para el rasguño... mantén la herida seca.
– Para el corazón roto, diría que un poco de alcohol, buena compañia y mucho helado.
Aquello último hizo que la chica sonriera de manera sincera. Era un poco singular que Hyunjin la hiciera sentir un poco menos miserable.
– Estás sonriendo, eso ya es un avance.
Revolvió su cabellera pelinegra mostrándole una bella sonrisa que hacía que se marcaran unos hermosos hoyuelos. Fue entonces que Eunji recordó el propósito por el cual lo había llevado allá y el calor se hizo presente en su cuerpo. Él era realmente atractivo, se sorprendió que hubiera aceptado su propuesta, ya que se consideraba una persona no tan bonita.
– Escucha, claramente no estas bien, asi que dejaré pasar esto. No hagas cosas que te lastimen, eres valiosa.
El chico le había guiñado un ojo, haciendo que la chica sintiera un hormigueo en su vientre, este chico la estaba excitando y mucho.
– Bebe un poco mas y quedate aqui, no puedes conducir en ese estado.
Ella no podía dejarlo ir, después de todo, una aventura de una noche sonaba tentadora.
– No te vayas.
Lo recostó contra el sillón y se subió a su regazo aprisionandolo con sus piernas para que no se fuera. Ella no tenía mucha resistencia al beber, lentamente el alcohol dominaba su cuerpo, volviéndola un poco más atrevida.
– Nunca he hecho esto, ni siquiera ser porque lo estoy haciendo ahora, no lo se, tal vez me siento muy sola... pero justo en este momento no quiero que te vayas, por favor.
La chica se quitó el cardigan que traía puesto y pasó su pulgar por el labio inferior del policia, haciendo que este se ponga nervioso.
– Creo que la idea de ver que tienes debajo de tu uniforme me resulta tentadora -dijo mientras recorría su marcado torso con su mano deseando quitarle la ropa de una vez-
– Quiero hacerlo contigo.
¿Quién podría resistirse a eso?
– ¿Estas muy segura de lo que quieres? -pregunto en un tono más sensual-
– Si inicias esto no seré capaz de controlarme -dijo acariciando la mejilla de la chica-
– Tampoco quiero que algo tan placentero se convierta en un error para ti.
– Estoy segura.
Su respuesta desencadenó un frenesí de lujuria que no esperaba. Hyunjin rodeo su cara con sus manos y entonces cerró el espacio que quedaba entre sus cuerpos, convirtiéndolo en un apasionado beso. Sus labios eran cálidos y tienen un ligero sabor a menta. Pronto sus lenguas se movían juntas en una danza que decía que pronto esto se iba a convertir en algo más excitante, mientras que Eunji sentía que la devoraban entera.
Hyunjin fue directo a su cuello, lamiendo cada parte y mordiendo sutilmente, disfrutando de los tímidos gemidos por parte de la chica.
Después de unos minutos se detuvo para mirar a la chica encima suyo.
– No puedo curar tu corazón roto -dijo entre besos-
– Pero si puedo asegurarte una buena noche -dijo aferrándose a los muslos de la chica-
– ¿Quieres olvidarlo todo por unas horas? -preguntó muy cerca de sus labios-
– Si -susurro jadeante en forma de suplica-
– Hazme olvidar.
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