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Llevan saliendo juntos dos meses y Megumi le ha propuesto que conozca a sus padres. Sinceramente, Sukuna no tiene ganas de conocer a sus suegros, pero Megumi pone sus ojitos grandes y brillosos, bate sus largas pestañas, y Ryomen es incapaz de decirle que no.
ÉL era el pandillero más temido del colegio, nadie se atrevía a cruzar su camino con él, en su barrio respetado y líder de la banda. Con sus tatuajes y piercings. Ha pasado de eso a ser un novio cariñoso y mimoso. Y todo por ese lindo chico de grandes ojos.
Su hermano Yuji se rió de él, sus amigos más cercanos ni lo reconocen. Sus padres han hecho un altar en casa para Megumi por haberle llevado por el buen camino.
-Mis papás quieren conocerte -Murmura inseguro, desviando la mirada. Sukuna no puede dejar de ver sus labios de cereza- por favor, ven a cenar esta noche a casa.
-Vale.
Y eso es todo. A ÉL que lo conocían como "el Rey de las Maldiciones" ha pasado a ser un novio fiel y bien portado.
Esa noche llega a la residencia Fushiguro. Su madre le ha hecho ponerse una camisa y pantalones sin agujeros, además de que se ha quitado varios piercings. Su padre le ha aconsejado llevar una botella de vino y un ramo de flores frescas.
Toca el timbre y Megumi abre la puerta. Le sonríe tímidamente y se hace a un lado para que entre. Se ve adorable, lleva un jersey ancho que le cubre las manos y con una cabeza de oso enfrente, pantalones anchos beige y zapatillas de estar por casa.
-Bienvenido. -Le dice su novio, Sukuna se inclina y le da un corto beso en los labios, logrando que se ponga rojo- ¡A-adelante! -Megumi se separa un poco de él, Sukuna sonríe socarrón-
En el comedor, con la cena servida en la mesa, lo esperan dos personas. Los padres de Megumi. Sukuna traga saliva al ver a su suegro, un hombre grande y musculoso, con cara seria y una cicatriz en el labio. Viste una camiseta negra ceñida a su musculoso cuerpo y pantalones blancos bombachos.
En cambio, su suegra es idéntica a Megumi y sonríe ampliamente, ella se ve como una ama de casa de esas que se ven en las películas que te sirven comida y te preguntan cómo te ha ido el día.
-Mamá, papá, él es mi novio: Ryomen Sukuna. -Murmura Megumi con un leve sonrojo-
-¡Ara, ara, es muy guapo, Megumi! -Ella es la primera en romper el hielo. Pero solo logra que su suegro lo fulmine con la mirada-
-¡Mamá! -Exclama Megumi-
-Se ve como un criminal con todos esos tatuajes -Replica él. Sukuna sonríe levemente, un poco nervioso-
-¡Papá! -Lo regaña Megumi-
-Les he traído esto. -Sukuna extiende las flores hacia su suegra que le agradece sonriente, y la botella de vino se la pasa a su suegro, quien la acepta de mala gana y solamente chista la lengua-
