4 - Tsukishima

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Ya estoy listo. Al fin he podido cambiar como quería por mi Yamaguchi. Ahora estoy listo para decirlo formalmente, decirle un te amo enorme delante de su cara, besarlo y poder transmitirle todos mis años de amor secreto.

Ya quiero poder cogerle de la mano por la calle, por los pasillos del colegio y por ambos ser populares, hacerles ver a todos que no tiene oportunidad alguna. Sé que puede sonar egoísta o hipócrita, pero es la verdad, lo quiero solo para mí.

Hoy es el momento, después de dos meses. Ya he madurado lo que me faltaba, ya he cambiado a mi verdadero yo y el mismo que Yamaguchi de pequeño se aferraba para dejarse llevar a mis peticiones. No quiero que este más arraigado a mí, ni cohibido a hacer lo que quiero, solo me gustaría que él sepa que puede tomar decisiones, que lo apoyaré, que estar en desacuerdo es bueno y que puede brillar mucho.

Quiero que él pueda ver su resplandor como ahora todo el mundo se está dando cuenta. Ya sea en el colegio por ciertos rumores, o mundialmente por ser un gran personaje en el Karasuno jugando vóley. Todo su esfuerzo ha valido la pena, y me alegra saber que yo he estado en ese proceso, en ese porcentaje de apoyo emocional a pesar de tener baches.

—Yamaguchi —da igual que toda la clase esté ahí, cada uno esparcidos en diferentes grupos por mesa—, ¿hablamos después de clases? Creo que te gustará lo que quiero comentar. ¿Vendrás o no?

—¿Es una pregunta retórica? —sí, lo es. Me gusta que digas eso siempre. Como me conoces, amo mucho eso de ti, quizás demasiado para ser verdad.

—Depende de que estás pensando. Sí es lo que sé que seguramente será, sí, básicamente que vendrás sí o sí aunque no quieras —es broma, puede decir que no. Pero sé que no lo hará. Él tiene las mismas ganas que yo de soltar todo sabiendo que no será rechazado.

—Pues entonces ya está respondido —veo como apoya su codo en la mesa y apoya su mejilla en su mano. Que tierna cara pone de completo enamorado, seguramente yo tenga la misma y parezca un idiota. Sus ojos medio cerrados, relajados y sus labios tenuemente doblados solo hace que sea irresistible depositar mis labios ahí, presionarlo, saborearlo y separase; eso que llaman beso.

Yo estoy igual, en su mesa, apoyando mi codo en la madera y mi barbilla en la palma de mi mano, observándolo a detalle. Desde ese día, nos hemos permitido que nuestras miradas observen todo del otro, que algunas veces se hagan cosas cursis como abrazarse, tocarse el pelo, acariciar la nariz o la frente.

Como ahora, sentado al revés en mi silla le aparto el pelo de la cara. Ahora que lo pienso, nunca nos hemos dado un beso en la boca, ni de niños, ni ahora. ¿Cómo se sentirá? ¿Cómo sabrá? ¿Cómo será?

Me muero de ganas por besarlo aprovechando que nadie nos ve. La cosa es que a Yamaguchi puede molestarle, o no gustarle porque no es un momento indicado para un primer beso entre nosotros o bueno, en mi caso, primer beso de toda la vida. Tanto mi popularidad como la de Tadashi, no ha hecho que aprovechemos para besar a quién nos dé la gana. A parte, no queremos porque nos gustamos entre nosotros, saciarnos aunque sea con otro, no nos gusta.

¿Sólo un pico? Eso no sería como un beso. ¿O sí?

—Tsukki —ah, me ha llamado por quinta vez y yo estaba ensimismado en el más allá. Me doy cuenta al fin de que estoy en la vida para seguir. Mueve sus ojos señalando detrás de mí, diciendo que me gire antes de que pase algo peor.

Mierda, la profesora.

Joder, al fin termina todo, ya me puedo llevar a Yamaguchi, hablar con él y por fin besarle

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Joder, al fin termina todo, ya me puedo llevar a Yamaguchi, hablar con él y por fin besarle. Espero que ningún hijo de puta se meta en medio, porque si no, todos esos meses que he tenido que estar lejos de él sin quererlo, no habrían valido una mierda. Solo espero que él no se haya aburrido de mí.

—¿Vamos? —tarda mucho en recoger las cosas, ¿por qué tanto? Bueno, pero al menos está yendo un poco más rápido de lo habitual, siempre suele tardar un montón y yo tengo que esperarle. Pero al final nos dan las uvas y no termina.

—Sí, ya he terminado —neutralmente se dirige a mí, colocándose su mochila correctamente para así ir al club. Pero es obvio que me voy a declarar antes de llegar, aunque Yamaguchi piense que será después. Solo rezo porque no estén la parejita de imbéciles que siempre que nos ven nos acompañan para ir juntos. Dios, los odio.

Es cruzas la puerta y oírse las voces de los dos hiperactivos llegar aquí. Que pesados, joder, solo pedía hoy esa excepción, no puedo aguantar hasta terminar de entrenar. ¿Si nos lo saltamos? No, Yamaguchi me mataría.

Tanto el pelirrojo como el azabache se ponen frente a ellos con una emoción inexplicable y un tanto extraña—¡Yamaguchi! —se dirigen parece que ambos a MI Yamaguchi. ¿Qué querrán estos idiotas ahora? No, Kei Tsukishima, recuerda que has cambiado, no puedes insultarles así, debes ser amable por él, no tires a la borda todo. Tienes que demostrar que eres digno de ir con el ahora "popular" Yamaguchi.

—Yamaguchi, tú que eres experto, ¿cómo se rechaza a alguien sin hacer daño? —parece que mi peli verde parpadea dos veces asombrado diciendo "¿Qué?".

—¿Se te han declarado, Hinata?

—Sí, pero ya sabes que yo estoy con Bakayama y me sabe mal rechazarla tan directo y doloroso. Sobre todo porque yo se que se siente ya que la primera vez que me declaré a este idiota me dijo que no por miedo.

—Oe —le pega un puñetazo en la cabeza a Hinata soltando un quejido—. Bueno Yamaguchi, ¿sabes cómo hacerlo?

Por favor, Yamaguchi, respóndele ahora y no le digas de que nos acompañen para que lo expliques—Bueno, es bastante complicado la verdad. Es imposible no hacer daño al decir un no. No lo mejor es ser directo, pero siendo tú, eso sería peor. Si quieres, en el camino de aquí al club te explico que podrías hacer en diferentes casos por si te vuelva a pasar.

...

¿Es en serio, Yamaguchi?

—¡Sí, por favor! Me vendría de fábula. Gracias Yamaguchi —lo abraza, que envidia. Yo debería de estar abrazándolo ahora o incluso besándolo por haberme declarado si estos no se hubieran puesto delante.

Respira, Tsukishima. Respira.

 Respira

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"P♡PULAR" [ Tsukiyama ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora