5 - Narrador final

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Ahora sí, por fin, podrá declarase sin que esa parejita tan extraña moleste. Por fin, Tsukishima podrá declarase a Yamaguchi y viceversa. Después de meses y después de una refuerza mental brutal por no querer decirlo ya de manera formal.

Y ahí los vemos, saliendo del pabellón los primeros, ¿por qué será?

El instituto está vacío ya. El club es el único ahí ahora mismo. Y ahora es el momento. Es el momento ideal, con las flores de sakura en flor cayendo por los laterales, la puerta del instituto dando a ver un paisaje al otro lado hermoso. Típico cliché que al fin se hace realidad y permite que ambos tengan más chispa, más valor, y más ganas.

Ahora que están quietos mirando ese paisaje al otro lado del instituto, se quedan callados. ¿Quién dará el primer paso?

—Yamaguchi —dios, lo ama, ahora mismo se ve tan vulnerable y fácil de leer que quiere morirse ahí mismo. Y pensar que se han aguantado esto durante años y ahora pueden decirlo sin miedo, es simplemente hermoso—, ¿sabes algo?

—¿Qué tengo que saber?

—Eres fácil de leer —sonríe, y ríe, cosa que se contagia—. Pero me gusta eso de ti. Me gusta todo lo que te hace ser tú —¿desde cuándo es tan cursi? Definitivamente Yamaguchi ha conseguido mucho—. Y creo que por fin puedo decirlo sin miedo.

Yamaguchi sonríe de lado unos segundos dando a entender que puede seguir hablando, que él estará ahí para escuchar lo que tenga que decir.

—No soy el ideal, tampoco el mejor, ni el más indicado. Pero quiero poder ir de tu lado, coger tu mano, hacer lo de siempre, pero pudiendo besarnos, abrazarnos, darnos mimos o parecer idiotas diciendo cosas muy, muy cursis. Quiero hacer también el amor contigo y muchas cosas más, me gustaría poder estar toda mi vida junto a ti si es posible. Quiero... quiero, quiero que cuando conozcamos a alguien nuevo y haya que presentarse diga, "y él es mi novio"—traga saliva un segundo. Mierda, se arrepiente, ¿desde cuándo es tan abierto y directo?—. He hablado demasiado.

Tadashi aprecia el rostro de su rubio con una media sonrisa tenue, sin decir nada. Al menos hasta que este lo vuelva a mirar y haga una cosa más.

Los ojos rubio café al fin conectan con los marrones verdosos y pecosos—¿Sabes que eres muy mono diciendo esas cosas? —por no decir que en su interior, cuando ha dicho "hacer el amor", uno de sus sueños se ha hecho realidad.

—No lo creo.

En respuesta, por fin, después de tantos años reservando esa primera vez para hacerlo entre ellos, la lejanía de labios es nula, se presionan primero suavemente y luego con las manos de Yamaguchi en la mejilla del Kei paralizado hace una pequeña presión más fuerte para separarse mientras se miran en una cercanía no normal en amigos.

—Yo también quiero hacer eso a tu lado, todo, absolutamente todo lo que has dicho —lo amaría más bien—. Y perdona que antes de esos dos meses me estuviera alejando de ti por ser "popular", pero era una forma de escapar de mi realidad. Aunque ahora —sonríe con los ojos cerrados—me arrepiento, porque me habrías correspondido si lo hubiera dicho.

—Yo lo siento por haberte hecho sentir como me dijiste ese día, juro que a partir de ahora te apreciaré como eres. Te trataré como es debido y te denostaré las verdades, y eso incluye decirte que te amo, te amo mucho —se avergüenza de lo que dice, pero sabe perfectamente que a Yamaguchi le gusta eso.

—Yo también te amo mucho.

Sin ningún previo aviso, ninguna advertencia, ahora es Kei quien pone sus manos en las mejillas y lo atrae para besarlo. Ambos pares de ojos se cierran, sus bocas son los únicos que dan información al cerebro ahora mismo. Los demás sentidos solo se centran en sentir a carne viva y a fuego esas sensaciones.

"P♡PULAR" [ Tsukiyama ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora