❝si no quiere' amor, te doy sexo. Te lleno la espalda de besos❞
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desperté extrañada debido a un pequeño cosquilleo en mi espalda, cerca de mis hombros. Cuando reconocí el tacto de una mano en mi cintura, mis ojos se abrieron como dos faroles y me giré hacia mi derecha
un Lauti de ojos achinados y media sonrisa de dormido me recibió. Al parecer dejó suaves besos en mis hombros hasta despertarme
— hola... —refregué mis ojos
— buen día, —saludó con un tono dulce— descansaste bien?
asentí volviendo a acomodarme bajo las sábanas
— seguís cansada? no se la banca cualquiera a lo de anoche —me jodió
posé mi mano en su rostro alejandolo, aquello me sacó una suave risa
— quiero seguir durmiendo. Qué hora es? —pregunté
— las diez. —respondió luego de ver su reloj— Nos podemos quedar acostados un rato más pero en un rato tengo que ir al gimnasio —avisó
— al gimnasio? un domingo? —negué suavemente— Están locos ustedes
suspiró y sentí sus grandes dedos subir por mi espalda. Inconscientemente cerré los ojos y solté un largo suspiro
me sentía bien, con leves dolores en las piernas, pero en general bien. La verdad había perdido la cuenta de cuántas veces lo hicimos, pero creía que no pasaban las cinco veces
Lautaro era un bruto y un salvaje pero, aún así, continúo preocupandose por cómo me sentía a lo largo de la noche, siempre priorizo mi comodidad antes que su placer, incluso se interesó porque ambos disfrutemos. Eso hizo que me volviera loca pero también me tranquilizó mucho
— querés desayunar? —ofreció
— no se... —contesté perezosamente
— dale, vamos a levantarnos. —pidió— Desayunamos algo y te dejo en tu departamento antes de irme
— jo —bufé
sin embargo volví a abrir los ojos y me senté en la cama, pegando las sábanas a mi cuerpo. Llevo una de sus manos a mi nuca y me acercó a su rostro para depositar un corto beso en mi boca
— arriba morocha —murmuró
— tuyo? —mordí mi labio inferior
negó dejando salir una sonrisita y se levantó. Me tomé el tiempo para admirar su gran y trabajada espalda antes de tener que levantarme para vestirme
apenas terminé de abrocharme el corpiño me extendió su remera, instantáneamente elevé una ceja con cierta diversión
— ponete
— todavía con hambre? —agarré la remera
— mucho. —admiró mi cuerpo sin descaro alguno— A ver, una vueltita
acaté su pedido y, apenas le di la espalda, dejó una sonora cachetada en mi culo, robándome un pequeño gritito
— ay —me quejé y deslicé la gran remera por mi cuerpo
— ahora te duele? si anoche pedías que por favor te pegara. —me acercó a su cuerpo tomandome de la cintura— Encima me pones carita de enojada, unas ganas de ponértela acá nomás —soltó
— ah si? hacelo —subí mis manos por su torso, sintiendo las pequeñas marcas que habían dejado mis uñas
— no me busques más, soy débil con vos. Mando a la mierda todo con tal de tenerte para mi solo —repartió besos de mi mejilla a mi cuello
su otra mano apretó mi culo con fuerza y subió a dejar un beso en mi boca antes de que pudiese quejarme del dolor
— sos un pelotudo —me reí ante su accionar
— y vos estas re fuerte —sonrió— Bajemos, veni
me soltó para poder guiarme hacía su gran y espaciosa cocina. Era realmente hermosa, y se veía muy limpia
la usará o será uno de esos que tiene cocinera?
— te parece bien unos mates y algo que nos de un toque de energía? —se giró a verme
— si, qué querés que haga? —me ofrecí
— te van unas tostadas con palta y huevo? —me consultó mirando su heladera
— si, que rico —sonreí
— así me dijiste anoche —me jodió y sacó una paleta y dos huevos
blanquee los ojos dramáticamente mientras prendía la hornalla eléctrica. Era bastante moderna, no la entenderia si no fuese por el hecho de que yo tengo una
coloqué una sartén que él me dio sobre el fuego junto con un poco de aceite bien desparramado para que no se pegue y por ultimo los huevos
— sin contar a los de la selección, fuiste la única que supo prender mi hornalla —se rió
lo miré, estaba preparando el mate
— y no, debo ser la única inteligente entre tantas gatas —me burlé
— uh, se agrandó chacarita —rió
por dios, que hermoso que era Lautaro riéndose. Sin querer, de vez en cuando, los ojos se me desviaban a su torso bien trabajado o a su gran espalda y a los músculos que se le marcaban
será que ahora se me complica el asunto laboral después de lo de anoche? Lauti seguirá visitandome o se hará el boludo?
no me extrañaria que, siendo hombre, desaparezca de repente. Si bien esta siendo educado y amable, como siempre, eso no significa que vaya a seguir así
me mantenía con las espectativas bajas asi, si salia mal, no me dolía, y si salía bien me sorprendía
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