Fluir - Railo

Cap 11. "Coño"

- Alo espera un poco - mi boca fue silenciada por la suya de forma un tanto brusca pero que levanto cada uno de mis pelos - ¿quieres que pare? - me dijo parando sus movimientos un segundo, sus ojos se conectaron con los míos, acho sinceramente ya no aguanto mas, ya fui la guerrera mas fuerte de dios por demasiado tiempo - no vayas a hacer mucho ruido - le dije mientras tomaba su rostro entre mis manos para que, de forma desesperada, juntar sus labios con los míos 

Horas Antes

Cuando ingresé al baño de la choza estaba sufriendo, pare porque la vi con duda, yo se que muchos pensaran que soy una estúpida y que debí haberle preguntado de nuevo, pero sinceramente, no puedo insistir cada vez que está con duda porque yo misma entró en duda. Alondra nunca ha tenido ninguna cercanía con mujeres en intimidad y con hombres tampoco creo, bueno esa segunda parte me importa un bicho la verdad, el tema aquí, es que la única vez que estuve apunto de tocar y que logre ver una vagina fue con una amiga cuando tenía 16 años en el cole, por lo que, yo tampoco soy la mas experta en esto y si ella directamente no me dice que si quiere yo no puedo hacer nada.

Volviendo a la realidad, tuve que hacerme cargo de la calentada que acabo de tener con el grajeo que nos dimos con Alondra, tuve que darle a mi cuerpo una “relajadita” rápida en la ducha, en su ducha, mientras recordaba cómo se escuchaba su respiración acelerada y pequeños jadeos se le escapaban cuando mis manos frías tocaban su espalda y mi boca se encontraba dándole pequeñas mordidas a su cuello, voy a guardar ese momento en mi memoria por si lo vuelvo a necesitar.

- ¿Qué tanto haces ahí dentro huele bicha? - salí y mi mujer esperaba en la esquina de la cama -  ya sali cabrona, no tarde tanto - ella sin mirarme se levantó y rápidamente ingresó al baño, acho, sí que tiene prisa esta cabrona.

Cuando salió, yo ya estaba maquillada y cambiada de ropa porque no me había gustado como me veia con lo anterior - me vas a tener que ayudar - yo, que seguía sin mirarla y pensando que se refería a su cabello, le conteste rápidamente - no te quiero pasar la plancha alondra, ya son las casi cinco - no, ¡me tienes que ayudar con esto! - cuando dirigí mis ojos hacia él de ella me di cuenta que estaba señalando su cuello, junto con ello unas tres marcas color carmesí sobresaliendo de su piel morena

- ¡Puñeta! ¿eso lo hice yo? - dije gratamente sorprendida mientras me acercaba a ella para tocar mi trabajo en su cuello - no te rías cabrona ¿sabes como taparlo? - yo aun sorprendida por lo que había logrado fui en busqueda de mi maquillaje - ven - la senté en el sillón mientras - no sabía que era tan buena para hacer un hickey - Alondra sonrió mientras me veía empezar a echarle un poco de base, su forma de mirarme me puso un poco shy, así que le movi el rostro para que desviara la mirada sin evitar soltar una risa nerviosa en el camino.

Respecto a nuestra date, fue perfecta, fuimos a un restaurante, luego al cine y, por últimos, a los juegos arcade, ambas estábamos de muy buen humor e incluso subimos unas fotos a nuestras storys y en el grupo de whatsapp, junto con ello algunas de las nenas de twitter se dieron cuenta que Alo tenía maquillaje en el cuello porque, según ellas, estaba un poco más opaco el color pero por suerte fueron muy poquitas y las demás dijeron que estaban delirando un poco. Salvada por la campana.

Cuando llegamos ya eran las once de la noche, en la casa de abuelondra estaban celebrando su cumpleaños así que había un ambiente de fiesta, nosotras fuimos, le deseamos feliz cumpleaños y nos fuimos para la choza, nos habían ofrecido un trago y comida, pero dijimos que estábamos demasiado agotadas.

- la pase muy bien hoy - le dije mientras ella estaba sentada en el sillón desplomaba completamente - yo tambien pero me debes algo huele bicha - de repente, debido a mi cercanía con ella, me agarro de la muñeca y me empujo haciéndome caer sobre su falda - ¡ay alondra! -  dije con asombro, ella tenía mi cadera asegurada con su mano - ¿que paso? - yo la mire extrañada pero de igual manera pase mis manos sobre su cuello - estás bien loquita hoy - le dije mientras me acercaba a su rostro de forma lenta, vi como mordió sus labios - ¿si? -