epílogo

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El fuego de una de las chimeneas del ministerio se volvio verde esmeralda, todas las miradas se fueron al lugar, como cada vez que llega alguien.
En la chimenea se dejaba ver un chico de 16 años de edad, 1.80 mts de altura, vestido completamente  de negro, con sus zapatos italianos relucientes. Su melena platinada y ondulada, se perdia en su palida piel y apenas levanto su mirada, dejo ver sus grandes ojos grises.
Con su mirada fria, su caminar recto y elegante se paseaba por la recepción del ministerio de magia en dirección al piso de aurores,  una de sus manos carga una manzana verde que comía con elegancia como pensaban algunos adultos que lo vieron crecer y la otra mano estaba oculto en el bolsillo de su pantalón.

- ¿Scorpius?

La voz de Hermione resonó en todo el lugar, el joven rubio se volteo al sentir la voz de la mujer mas importante del mundo mágico, el chico ocultó su alegría al ver a su madre, sin embargo una sonrisa ladeada se dejo ver en su rostro.

- dichosos los ojos que te ven, Madre - toma su mano y la besa - te ves muy hermosa hoy - el mira a su padre atras de el con una sonrisa ladeada - Hola padre.

- ¿Como estas Scorpius? - Dice el hombre

- estoy bien padre - dice arrastrando sus palabras y mira al resto de los aurores - Madre, vengo a invitarte a tomar un té, y a ti padre.

- claro, ya casi es hora de ir a almorzar - le sonrie Hermione - acompañame a mi oficina a buscar mis cosas.

Los aurores se fueron cada uno a buscar sus cosas, mientras Hermione entraba con su pequeño a la oficina. El chico miro los dibujos que el le hizo a su madre durante toda su infancia, aun colgados en su oficina, y algunos cuadros de el desde que tiene 4 años hasta la de la navidad pasada.

- ¿Fuiste a ver a tus abuelos Scorp? - dice ella dejando unos papeles en la mesa.

- si madre, me fueron a buscar a Kingscross - dice urgueteando un adorno de la mesa de Hermione - llegue a casa, me duche y les dije que vendría a verte.

- Scorp, deja eso ahí no lo vayas a romper.

- si madre - sus ojos se abren al ver que lo rompió - madre, ¿sabes? te extrañe mucho - oculta el adorno y la abraza.

- mamá también te extraño mi vida - dice ella besando su mejilla - estoy muy orgullosa que el año que viene seas premio anual.

- Gracias Madre - dice el sonriendo - ¿Ya nos vamos?

- si, por cierto felicidades por ganar la copa de quidditch y que Slytherin ganara los puntos.

- madre, ya entendí que me tienes vigilado - dice el ocultando su sonrisa.

- vigilado es una palabra muy fea Scorpius - dice ella.

- aja - contesta el y se sonríe - ¿Ya pensaste donde iremos de vacaciones?

- tienes alguna sugerencia.

- el caribe - dice el.

- scorpius, mi vida tu padre y tu son muy palidos les hará daño el calor del caribe.

- por favor madre, estoy aburrido de ir siempre a Francia e Italia - le sonrie - soy tu pequeño bebe ¿Si?  - ella se sonrie y toma la cara del adolescente para luego ser besado en su mejilla.

- Scorpius, cuantas veces te he dicho que no manipules asi a tu madre.

- tal vez tres veces - dice abrazando a la castaña - pero padre, soy su bebé es obvio que no la manipulo.

- exacto Draco - dice ella sonriendo.

Hermione salió caminando de su oficina con Scorpius aferrado a su mano como lo hace desde que es un niño. Y Draco aun mas alto que Scorpius caminando de la otra mano de Hermione.

- olvide mi mi billetero - dice Draco - ya vengo, esperenme aqui.

- pero amor, yo puedo...

- ya vengo Hermione - se rie y la besa - Scorp cuida a mami.

- si padre - rodea los ojos.

Draco se bajo del ascensor, este se cerró y mientras Scorpius le contaba como un pequeño niño a Hermione todo su año, ella lo escuchaba atenta.
En la recepción del ministerio estaba Molly Weasley junto a su nieto favorito (como decia ella) un chico pelirrojo, pecoso de ojos verdes, se encontraban charlando con Ron Weasley quien debia estar barriendo el lugar.

- ministra, que bueno que aun no se va - dice Dean Ambrose - necesito que revise estas cosas.

- mi amor ya vengo - le sonríe Hermione a Scorpius.

- Claro madre - dice arrastrando sus palabras.

- ¿Que haces aqui Malfoy? - dice el pelirrojo.

- vaya, mi día estaba muy bien hasta que vi una comadreja. - dice Scorpius con algo de burla en su voz- dime Weasley ¿vienes a pedir trabajo weasel? - le dice con burla.

- vengo a ver a mi padre Malfoy - Scorpius mira a Ron de pies a cabeza.

- cierto, el barrendero - dice de manera despectiva -  entonces vienes a ver tu futuro, es magnifico comadreja que ya sepas a que te quieres dedicar.

- ¿Por que no te callas Malfoy? - dice Hugo molesto.

- comadreja no te debes avergonzar de tu padre - dice burlesco - barre muy bien, mira este piso brilla - dice Scorpius - y que hay de tu abuela, se viste como payaso desgastado, pero se nota que debe ser buena abuela, después de todo - oculta su risa - te hace ropa.

- callate Malfoy - dice ya rojo del enojo - estas celoso por que a ti no te tejen ropa.

- claro que no - dice asqueado - prefiero seguir usando mis zapatos italianos y mis trajes franceses a utilizar ropa, de segunda mano - lo mira de pies a cabeza - que horror, nos vemos comadreja, no quiero que se me pegue la pobreza de tu familia.

- Madre - dice Scorpius y ella le sonrie - estoy aburrido.

- ya debe estar por llegar tu padre - dice ella arreglando la camisa del rubio - Scorpius, mamá te ama.

- madre, yo también te amo - besa su cabeza - eres mi vida completa tu y mi padre y  lo mejor de todo el maldito año fue venir a casa, extrañaba los abrazos de la abuela y los tuyos.

- mi pequeñito - dice Hermione abrazando al adolescente- mami tambien te extrañaba - Draco se sonrie al ver al chico acurrucado en el pecho de su madre.

- ¿Nos vamos familia?

La castaña camino alegre de la mano de su esposo, mientras Scorpius caminaba charlando alegre junto a ambos padres para irse  a comer a uno de los restaurantes favoritos de Hermione.
El almuerzo fue de risas, escuchando al heredero del matrimonio charlando divertido de todo lo que hizo.

La vida en familia era lo mas divertido para los tres, pero sin duda para Scorpius que ya no recordaba la vida antes de conocer a su madre, era lo mejor. Tener el amor de sus padres, su familia completa y saber que ellos se aman era perfecto.

No habia familia sin amor, y no hay Amor sin familia. Eso siempre le decia su madre cuando era pequeño, y Alfin ahora a sus 16 años comprendia eso, cuando podía sentir el amor de sus abuelos o simplemente los besos de su padre, o los mimos de su madre.

Scorpius era feliz, y lo era aun mas al ver a sus padres abrazados riendo, recordando sus ocurrencias de niño. El tomo las manos de sus padres y beso ambas por igual, pues su amor por ellos jamás lo va a ocultar.

Por El Meñique (Dramione) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora