Luego de cenar y pasar un rato agradable con Maia, Alex los acompaña a casa y me quedo en mi habitación leyendo A través de mi ventana por enésima vez, es que nunca me aburre.
Siento como la puerta de mi habitación se abre, giro la cara para ver a Alex caminar hacia mí.
—Vine a darte un beso de buenas noches pero ya que estás despierta y leyendo, mejor me voy—hace un ademán de irse.
—No espera—se gira hacia mí otra vez—duerme conmigo, con una condición.
—¿Cuál condición?—sonrie de lado.
—Solo dormir—aclaré.
—Solo dormir—repitió.
Lo observé mientras se quitaba los zapatos y la camisa, se tumbó a mi lado pero yo seguí leyendo el libro.
Max estaba dormido en una esquina de mi habitación en una pequeña camita imporvisada.
Noté su mirada en mí, de pronto ya no quería seguir leyendo, pero tampoco quería mirarlo a la cara así que seguí fingiendo leer.
—¿Ese es el libro de esta mañan?—preguntó de pronto.
Me quedé helada y nerviosa, no quería que Alex supiera de mis gustos literarios... es que son un poco... ejem... románticos y ¿sexuales?
—Ehm... creo que si.
Dejo el libro en la mesita y me giro hacia él, quedamos frente a frente, él parecía tan relajado con esa sonrisa amplia. Coloca un mechón de pelo que se me había salido de la cola detrás de la oreja.
Estaba totalmente perdida.
Mi corazón palpitaba a mil por hora, no sé porqué pero solo con mirarlo fijamente a los ojos sentía que me derretía por dentro.
Las mariposas seguían revoloteando sin parar por mi estómago y sentí un cosquilleo por todo mi cuerpo que me ponían los pelos de punta.
Me estremezco al sentir su mano bajar con cuidado por mi columna vertebral. Me acerco más a él hasta que nuestras frentes quedan pegadas. Mientras que con una mano recorre mi espalda con suavidad con la otra me acaricia un mejilla. Dejo de respirar cuando su mano roza la parte baja de mi espalda. Pega sus labios a los míos con brusquedad y tengo que decir que me gusta. Terminé encima de él mientras seguíamos besándonos como si no hubiese mañana. Él sigue acariciando mi espalda.
Hundo mis dedos en su cabello rubio perfecto, me aparta con suavidad y me mira a los ojos, sus labios están hinchados y supongo que los míos también.
Entonces los ruidos provenientes de la habitación de al lado arruinan nuestro gran momento.
Me vuelvo a acostar al lado de Alex mientras sigo procesando lo que acaba de pasar. Nunca antes había llegado tan lejos con alguien, o sea que nunca antes había pasado al toqueteo.
Oh linda si solo has tenido un novio en tu vida. Hasta pensé que lo de Alex era una ilusión.
Calla conciencia, no ayudas en nada.
—A través de mi ventana—dijo de repente, me giré hacia él otra vez—la historia de Ares y Raquel parece interesante.
Parpadeo varias veces, estaba media perdía. ¿Pero qué mierda?
—¿Has leído el libro?—le pregunté roja como un tomate.
—No, lo busqué en Google, pero quisiera leerlo, parece interesante ¿me prestas el libro?
Niego enseguida.
—¿Por qué? Solo quiero leer un poco, igual puedo comprarme uno o descargarlo.
Era cierto, podría comprarlo o descargarlo, no tenia salida de alguna forma sabría de mis lecturas poco inocentes.
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Adoro Amanecer Contigo
RomanceJessica Miller comenzará su primer año de universidad y compartiría apartamento con su hermana mayor y unos completos desconocidos. Lo que Jess menos se esperaba es que encontraría el amor entre aquellos desconocidos. Su vida cambia por completo des...