El apartamento era bastante bonito a decir verdad. Tenía una pequeña sala con dos sofás y un sillón, una televisión y una pequeña mesita de cafés en medio, una barra americana que la separaba de la cocina, tres habitaciones y el cuarto de baño.
Una chica sale de una de las habitaciones cantando en voz alta, al vernos se queda quieta y se quita los auriculares.
-Hola Jeni, ¿Ella es tu hermana?-le preguntó-es muy mona, soy Michelle.
-Jessica, pero me puedes llamar Jess.
-Ok, un gusto Jess-dijo y se metió en el cuarto de baño.
-Pues ya has conocido a mi amiga y compañera, Michelle, es muy maja pero un poco loca-explicó mi hermana.
La puerta se abre y siento pasos detrás de nosotras. Me giro al igual que mi hermana y veo a Dylan, el novio de mi hermana, si, lo conocía, demasiado, llevábamos una relación muy agradable, Dylan era muy majo y amaba a mi hermana, de eso no había duda, no es nada fácil convivir con Jeniffer Miller.
A su lado venía otro chico, uno bastante guapo, tenía unos hermosos ojos verdes, su cabello era rubio rebelde, era alto y atlético, llevaba un piercing en su labio inferior y un tatuaje en su brazo descubierto que aún no descifraba lo que era.
Me quedé embobada por unos segundos, era muy guapo, demasiado para la salud humana.
Ser tan guapo debería ser ilegal.
Completamente de acuerdo conciencia.
-Hola cuñis-me saludó mi cuñado mientras abrazaba a mi hermana.
Rodeo los ojos, ya estaba acostumbrada a que me llamara así pero eso no quería decir que me gustara. Dylan y mi hermana comenzaron a besarse, me aclaré la garganta incómoda, el rubio se sentó en uno de los sofás ignorandome por completo.
Además de guapo, grosero.
-No seas maleducado Alex-lo regañó Dylan.
-Lo siento-el rubio se puso de pie-soy Alex, un gusto.
-Jess-dije, fríamente.
No me había agradado nada su actitud.
-Enserio perdón-sonrió-no me agradan las presentaciones.
-Vale.
-La verdad se comporta así porque ahora su habitación te pertenece y debe irse a dormir a la habitación de Michelle.-me explicó Jeni.
Alex hace una mueca.
Dylan me abraza por detrás y me levanta, soy bastante delgada, supongo que ha levantado pesas más pesadas que yo, además se ha vuelto costumbre.
-Ya Dylan-chillé-bajame.
Michelle sale del cuarto de baño secándose el cabello con una toalla.
-Hola bella durmiente-le dijo Alex, Michelle le enseñó el dedo del medio y este soltó una carcajada.
Dylan me bajó y me revolvió el cabello como si fuera una niña pequeña, por desgracia era unos centímetros más alto que yo, igual que el tal Alex.
Michelle se sentó en el sofá junto a Alex y le tiró la toalla mojada en la cara.
-Vosotras no sois muy parecidas que digamos-comentó Michelle.
-Nos lo dicen muy seguido.
-Si, lo sé, soy más guapa que ella pero Jess también tiene su encanto-bromeó mi hermana.
-Perdona Jeni pero tú hermana parece más guapa-me sonrojé de inmediato ante el comentario del rubio, Jeni hizo un mohín-sus ojos azules son muy bonitos, al igual que su cabello.
Estaba roja de vergüenza, Jeni hizo un puchero divertida, tomó uno de los cojines del sofá y se lo aventó a Alex pero terminó dándole en la cara a Michelle.
-¡Oye!-se quejó Michelle.
-Lo siento no quería pegarte a tí.
Sonreí mientras Alex seguía riendo al igual que Dylan.
-Bienvenida a tu nuevo apartamento-dijo Dylan riendo.
-Yo diría bienvenida al manicomio-bromeó Alex.
Reí con ellos, me han agradado a la primera, no eran como me los imaginaba, quizás estar aquí sería más agradable de lo que pensaba.
Jeni me acompañó a mi habitación que era bastante grande de color crema, tenía un armario bastante grande empotrado con un espejo de cuerpo entero a un lado de la puerta, un pequeño escritorio junto a una pequeña estantería vacía al lado de la ventana, la cama era bastante grande, encima de la mesita de noche había una lamparita.
Me gustaba mucho, nunca me había gustado tanto lujo, como en casa, mi habitación era tan enorme que a veces me sentía sola entre esas enormes cuatro paredes.
-Ponte cómoda-me dijo mi hermana para cerrar la puerta.
Tomé una pequeña siesta antes de comenzar a acomodar. Solo logré descansar un par de horas.
Comencé a sacar mis cosas de las maletas.
Era muy tarde cuando terminé de meter toda mi ropa en el armario y mis libros en la pequeña estantería, dejé mi laptop en el escritorio, observé el póster de algunos de los personajes de "The Vampires Diaries", me encantaba esa serie.
-La cena está lista-anunció mi hermana asomando la cabeza-guao quedó muy bonita tu habitación.
Jeni entró en mi habitación y la observó asombrada, se detuvo en el póster y sonrió.
-¡Que bien! Te has traído el póster, me encanta el de la derecha-señaló al actor que interpretaba a Damon Salvatore en la serie.-vamos a cenar.
Salimos de la habitación, en la cocina estaban todos, Alex, Dylan y Michelle sentados en la mesa que había en la cocina.
-¿Pizza?-arrugué la nariz al ver las cajas de pizzas en la mesa.
-¡Oye! Está buenísima-dijo indignada Michelle.
-Y no lo dudo, pero...¿pizza para cenar?
-No hay nada mejor que pizza para cenar-comentó Alex.
-Si, claro.
Me senté al lado de Michelle frente a Alex, comimos la pizza y reí mucho cuando Dylan intentaba quitarle un pedazo de pizza a Jeni y ella chillaba y apartaba su plato.
Después vimos un programa de televisión y poco a poco cada uno de fue a su cuarto.
La alarma de mi móvil me levantó, me puse mi ropa deportiva y salí a correr mientras escuchaba mi banda favorita. Corrí por una hora y media, tenía mi primera clase en la universidad dentro de unas dos horas, suficiente para prepararme. Al llegar al apartamento todo estaba tranquilo, al parecer no habia nadie despierto.
Me dí una ducha y me puse unos jeans negros, una camiseta roja, ajustada y mis Converse preferidos. Recogí mi cabello en una cola alta y me puse algo de maquillaje.
Cuando salí de mi habitación Alex estaba rebuscando en la nevera y solo llevaba unos pantalones de algodón, que le quedaban muy bien.
Me fijé en su tatuaje, era un sol, era un sol hermoso.
-Buenos días-saludé.
-Buenos días-me miró de arriba abajo-¿Tienes clase?
-Si, dentro de una hora y media más o menos, he salido a correr antes.
-Que bien ¿Quieres algo de desayunar?-me preguntó.
-Desayuno helado-sonrió.
-¿Helado? ¿Y nos juzgas por cenar pizza?-ríe como loco.
Lo ignoré y busqué en la nevera si tenían helado y me encontré con un bote de helado de fresa, mi favorito. Tomé una cuchara y me senté para disfrutar de mi helado favorito.
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Adoro Amanecer Contigo
RomansaJessica Miller comenzará su primer año de universidad y compartiría apartamento con su hermana mayor y unos completos desconocidos. Lo que Jess menos se esperaba es que encontraría el amor entre aquellos desconocidos. Su vida cambia por completo des...